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Diego Mesa: "El sector eléctrico debe ir por lo privado, sin intervención estatal"

La comitiva gubernamental ha estado casi una semana en España manteniendo reuniones con políticos y empresarios con el fin de captar inversores que faciliten la transición energética que se ha marcado el país.

Diego Mesa, ministro de Energía y Minas de Colombia
Diego Mesa, ministro de Energía y Minas de Colombia
Javier Leal

Una luz tenue alumbra una sala adornada con columnas en un hotel céntrico de la capital de España. Al fondo de ésta hay un hombre trajeado -que no llega a los cuarenta años de edad- y que espera sentado mientras revisa algo en la tableta que tiene encima del escritorio. Él es Diego Mesa (Medellín, 1982), un economista, formado en las mejores universidades de Norteamérica, que ha trabajado en importantes consultoras -como PWC- y en organismos de renombre, como el Fondo Monetario Internacional. Además, puede presumir de poseer el CFA (el título de analista financiero más prestigioso que hay). Hace poco más de un año, el presidente de Colombia lo nombraba ministro de Energía y Minas en sustitución de María Fernández, que dimitía por problemas personales. Desde entonces, ha querido continuar con la ruta de transición energética marcada por su predecesora.

El mercado energético de Colombia tiene una característica similar con el de España: su dependencia a una energía. Así, el 70% de la generación eléctrica del país sudamericano proviene de la energía hidroeléctrica. Un aspecto que preocupa a su ministro, "el efecto del cambio climático hace muy vulnerable al país porque las épocas de sequía se han vuelto más intensas y prolongadas" y, por ende, aumentan los precios. Mesa aprecia esta singularidad también en nuestro país, pero en lugar de con la hídrica, con el gas natural. Así, ambos países tienen trazado un mismo objetivo que estimule el incremento de renovables no convencionales -eólica y solar- para huir de la sumisión del monopolio de una energética. Sin embargo, pese a que Colombia lleva un atraso considerable en el desarrollo de estas renovables en comparación con nuestro país, en apenas tres años, han pasado de tener un "1%" a estimar un "12-14% para el año 2022".

Para el ministro Mesa -que ha viajado junto con una comitiva en la que está el propio presidente, otros ministros y también empresarios- ven en este viaje a España una oportunidad para ahondar en las políticas de transición energética que ha ido llevando a cabo nuestro país en las últimos décadas, que lo han convertido en un referente mundial en energía solar y eólica. Puede resultar chocante relacionar a nuestro país como un ejemplo en política energética después de estos últimos meses, donde el precio medio del mercado eléctrico (el 'pool') está rozando los 200 euros, una cifra que cuadruplica la del año pasado. Mesa define la situación de España como "un caso único" y atribuye su situación a la dependencia del gas natural, "la matriz española, entre ciclo combinado y con generación, puede llegar casi a un tercio con gas, que además es importado". En cambio, en Colombia, el contexto es diferente, "dos tercias partes de la generación son por medio de las hidroeléctricas".

La escalada de precios del gas, que está azotando a media Europa, no la sienten en Colombia ya que "la gran mayoría de plantas térmicas utilizan gas natural propio. Tenemos una importación de gas pequeña". Ante esta situación, el ministro invita a España a "revisar el mercado y la estructura" de su sistema energético y "mirar" hacia su país porque tiene "algunas características beneficiosas" como la no dependencia de una fuente de energía externa o un "sistema de confiabilidad", que establece un precio 'techo' que protege a los usuarios en caso de incrementos desproporcionados (como sufren ellos en las épocas de sequía).

Intentar mitigar los efectos perversos que genera esto último es lo que lleva trabajando el gabinete que preside Iván Duque desde que alcanzaron el poder en 2018. Así, hace escasos días, aprobaron la Ley de Transición Energética, "que trae incentivos fiscales (exclusión del IVA, de aranceles y deducciones en el impuesto de la renta) para las empresas españolas y de otros países". Unas medidas que ratifican a Colombia como el territorio con "el marco fiscal más competitivo para energías renovables de todo América Latina" y, además, "una oportunidad para las eléctricas españolas". Sin embargo, el ministro matiza que su política es de "transición energética, no de radicalización energética" ya que "nuestra economía todavía depende de manera importante de la exportación de hidrocarburos" y también del gas natural, "hoy ocho de cada diez familias lo usan para cocinar en sus casas".

Esta "gradualidad" se refleja en la agenda que ha llevado su ministerio durante el viaje a nuestro país. Así, se ha reunido con Antonio Brufau -presidente de Repsol- para que participen en una futura "exploración y producción" de hidrocarburos. Y, también, con empresas que incentiven la energía 'verde' como Canadian Solar (que fue la adjudicataria de su primera subasta de almacenamiento de energía con batería a gran escala de Latinoamérica), con la Asociación Española de Hidrógeno para "posicionar al hidrógeno verde como un energético del futuro", y otras compañías como Powertis Solec, Acciona, Enerfin o Grenergy, muchas de ellas ya precalificadas para participar en la próxima subasta de energías renovables.

Un mensaje optimista que intenta ahuyentar prácticas y dificultades del pasado. Una de ellas fue la expropiación por parte del Gobierno colombiano de la filial de Naturgy (Electricaribe), cuyo lance tuvo que resolverse bajo el arbitraje internacional. Para Mesa se trata de una herencia que "recibimos cuando nosotros asumimos el poder en 2018" y donde "no vemos ninguna controversia". La razón de que la eléctrica española no esté entre sus visitas oficiales se debe a que "en los foros empresariales es mucho más fácil tener la discusión que en las bilaterales".

En cuanto a las dificultades, destaca el terrorismo todavía activo que hay en el país. Así, sobre el atentado que ocurrió hace una semana en dos oleoductos, el ministro afirma que "Colombia viene de un proceso muy largo de orden público donde ha habido desmovilizaciones tanto de grupos guerrilleros como de grupos paramilitares" y que "el sector de los hidrocarburos tiene el apoyo de la fuerza pública permanentemente".

Esta promoción para la inversión dista mucho del mensaje que transmite el Ejecutivo español, que recientemente aprobó un decreto para recortar los beneficios a las hidroeléctricas y donde uno de los socios de la coalición (Unidas Podemos) demoniza a estas empresas apelando a la intervención estatal. Mesa cree que "la coyuntura de los países es diferente", pero señala que su país pasó por "un proceso de privatización a mediados de los noventa (en 1994, cuatro años antes que en España) tras una crisis energética que hubo en su momento y lo que hemos visto es que, en estos veinticinco años, este sistema ha funcionado perfectamente". El ministro concluye defendiendo la libertad de mercado en el sector, "estamos totalmente convencidos de que el futuro del mercado eléctrico es vía competencia y que éste, sin tener en cuenta la política pública y regulatoria, debe ir a través del sector privado y sin participación estatal".

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