El cuento chino de Amazon

La expulsión de miles de vendedores del gigante asiático por comentarios falsos y la introducción de las nuevas reglas del IVA provocan un pequeño terremoto.

FILE PHOTO: The logo of Amazon is seen at the company logistics center in Lauwin-Planque, northern France
Centro logístico de Amazon en Lauwin-Planque, Francia
Pascal Rossignol

Ahora que las videoconferencias se han convertido en una forma habitual de comunicación profesional, busco un anillo de luz para mejorar la calidad de nuestra imagen. Uno de esos que también utilizan los 'influencers' para directos en Twitch o vídeos en TikTok. En Amazon los hay a patadas. Algunos apenas cuestan diez euros, otros se disparan a más de cien. Es difícil escoger.

No hay que ser un genio para adivinar que la mayoría viene de China: los nombres de las marcas son difíciles de pronunciar, las traducciones son difíciles de entender y muchos de los productos utilizan incluso las mismas imágenes promocionales. Opto por uno de gama media. Tiene una puntuación de casi cinco estrellas y una larga lista de comentarios laudatorios. La mayoría cuenta con el sello 'compra verificada' y muchos incluyen fotografías y vídeos del producto. Da confianza.

El anillo de luz llega al cabo de dos días. Es lo que promete ser y cumple su función. Una pequeña tarjeta en el interior de la caja llama la atención. "Le invitamos a compartir su experiencia de compra dejando un comentario en Amazon. Le mostraremos nuestra gratitud con uno de estos regalos", se lee en inglés. En la página siguiente se muestra cómo se puede escribir sobre "la magnífica experiencia de compra", a cambio de un cheque de 20 euros o de un micrófono de solapa que se darán cuando el vendedor confirme que el comentario se ha realizado.

Esta es la práctica ilícita que Amazon ha detectado en miles de comerciantes chinos que utilizan su plataforma. Desde mayo, el gigante del comercio electrónico ha suspendido la cuenta de unas 50.000 tiendas 'online' del gigante asiático, y no todas son pymes. Las ventas de algunas superaban los 1.000 millones de dólares anuales. Según la Asociación de Comercio Electrónico Transfronterizo de Shenzhen, una de las ciudades más afectadas, las pérdidas ascienden a más de 100.000 millones de yuanes (13.150 millones de euros). En algunos casos, Amazon ha llegado a congelar fondos y productos de las empresas afectadas, algo que los abogados que representan a varias de estas compañías consideran "injusto y desproporcionado".

El problema de los comentarios incentivados perdura. Teniendo en cuenta que el anillo de luz cuesta 36 euros y que se ofrecen 20 como recompensa, cuesta entender cómo hacen negocio. "Puede que pierdan dinero con quienes dejan un comentario, pero logran incrementar sustancialmente las ventas y, lo que es más importante, eso se traduce en un mejor posicionamiento en las búsquedas. En vez de pagar un patrocinio para aparecer entre los primeros resultados, el algoritmo los aúpa porque considera que es un producto popular y bien valorado", explica Chen Xiong, consultor tecnológico especializado en comercio electrónico. "Los datos ahora son todo", sentencia Xiong.

Desde que Amazon abrió su 'marketplace' -el ecosistema en el que terceros pueden vender sus productos sin que estos sean gestionados por la multinacional americana-, muchas marcas orientales han visto una golosa forma de acceder a mercados en todo el mundo sin necesidad de infraestructura alguna. De hecho, Marketplace Pulse estima que el 75% de todos los nuevos comercios adheridos el pasado mes de enero eran chinos. Y el fenómeno ya tiene nombre: 'Hecho en China, vendido en Amazon'.

Acabar con el negocio

No obstante, para destacar en lo que se conoce como 'un mar de sangre' por la feroz competencia existente, algunos comenzaron a poner en práctica los métodos poco éticos que imperan en la segunda potencia mundial. Hasta que Amazon decidió tomar cartas en el asunto. Pero, en opinión de Wang Xin, presidente de la asociación de Shenzhen, el castigo de la plataforma "no solo viola las propias normas de Amazon, sino que puede llegar a matar a las empresas", y se pregunta si no responde a una decisión estratégica. Después de haber valorado denunciar a la multinacional ante los tribunales estadounidenses, la prensa china destaca esta semana que el veto de la plataforma "fuerza a la industria a buscar nuevos caminos".

Porque el comercio electrónico transfronterizo es un gigantesco negocio para el gigante asiático. El primer semestre de este año alcanzó un volumen de 789.000 millones de euros y la previsión es que acabe 2021 en torno a los dos billones de euros. No obstante, la balanza está muy escorada: el 77,5% de ese volumen bidireccional corresponde a las exportaciones. O sea, a productos que China vende fuera de sus fronteras a través de internet.

Según el 'Global Times', periódico controlado por el Partido Comunista de China, la solución podría pasar por la creación de nuevos canales de comercialización que reduzcan la dependencia de Amazon. Pero no va a ser fácil, porque las trabas han aumentado. Desde el pasado 1 de julio, la Unión Europea exige que todos los productos procedentes de fuera de la UE paguen el IVA (sin excepciones) en origen.

Teniendo en cuenta que muchos de los envíos cruzaban la aduana sin abonar esos impuestos, muchos consideraban que los comerciantes 'online' chinos hacían competencia desleal. Ahora, sin embargo, muchos de sus productos dejan de tener el mismo atractivo porque han de abonar el IVA correspondiente. "Seguramente sean aún más baratos, pero muchos consumidores preferirán adquirirlos en los comercios comunitarios para evitar esperas y sobresaltos", analiza Xiong.

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