Automóviles españoles sin fronteras

El 86% de los vehículos que se ensamblan en fábricas españolas, incluidos los de la planta de Stellantis en Figueruelas, va a países de fuera. Francia y Alemania lideran los destinos en un mercado cambiante y desigual.

Traslado de vehículos fabricados en la plata de Volkswagen de Landaben, Navarra
Traslado de vehículos fabricados en la plata de Volkswagen de Landaben, Navarra
EFE

La industria del automóvil representa entre el 10% y el 12% del Producto Interior Bruto (PIB) español, pero su peso en las exportaciones alcanza el 18% o incluso más. El 86% de los vehículos que se ensamblan en factorías españolas, incluida la de Opel España en Figueruelas, del grupo Stellantis, va a mercados exteriores. En el paquete total de esas exportaciones, el 75% lo copan destinos europeos.

Tan importantes son las ventas de nuestros coches en Francia, Alemania, Italia o el Reino Unido, que todo lo que afecte a las decisiones de compra de automóviles en esos países nos resulta de gran interés. Así lo hemos constatado de nuevo desde hace más de un año con la pandemia de la covid-19, que ha dado lugar a una crisis económica que ha frenado el ritmo de adquisición de nuevos modelos. A todo ello se ha unido la escasez de microchips semiconductores procedentes de países asiáticos, que ha condicionado la fabricación de vehículos. Solo en la factoría de Figueruelas se han dejado de ensamblar 60.000 unidades, número que se incrementará a partir del lunes con los nuevos paros anunciados el pasado jueves por la compañía por el mismo problema. Al menos hasta el miércoles próximo, no habrá producción en la planta aragonesa.

La fabricación de vehículos en el primer semestre del año ha caído un 21,6% respecto al mismo periodo de 2019, mientras que las exportaciones han descendido un 16,1%, según recoge un informe de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Noemí Navas, directora de Comunicación de esta patronal, apunta que esa diferencia entre producción y exportación tiene su explicación en el hecho de que las ventas de automóviles en España han caído mucho más que las de otros países europeos. Si aquí el descenso de matriculaciones ha sido del 28%, en Alemania se ha registrado un retroceso del 13%, en Francia del 11% y en Italia del 7%.

Navas atribuye la caída de ventas en general y de las exportaciones en particular a los efectos de la crisis económica causada por la covid-19, más que al problema de suministros: "La crisis de microchips es un problema global, no de España o de la industria del automóvil en concreto, de modo que influye todo, pero sería difícil precisar cuánto está afectando ese problema al descenso de matriculaciones"

La caída de la demanda por parte de los mercados europeos está provocando que continúe perdiendo peso la cuota de exportación de automóviles españoles hacia los países comunitarios en el entorno del 4%, recoge el estudio de Anfac. «Eso implica la necesidad de explorar otras áreas de interés para la exportación española», indica.

Turquía es el primer país extracomunitario que más compra vehículos hechos en España. De hecho, es el quinto mercado por volumen de vehículos ensamblados en plantas españolas después de Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido.

La planta zaragozana de Stellantis, el grupo surgido de la fusión de PSA_y FCA (Fiat Chrysler), ensambla en sus cadenas de montaje el Opel Corsa –tanto en su versión térmica como la que es 100% eléctrica–, el Opel Crossland y el Citroën C3 Aircross. Los tres son modelos con gran éxito de exportación. Es por ello que a principios de año Juan Antonio Muñoz Codina, aún director de la factoría (en marzo fue relevado por Manuel Munárriz), confiara en que en 2021 se pudiese romper el récord de producción en un año y alcanzar el medio millón de unidades fabricadas. No será así finalmente por los efectos de la crisis de chips semiconductores, pero eso no impide que sigan siendo muchos los zaragozanos que identifican fuera de España los coches que aquí se producen.

El Corsa, según proclamó a primeros de mes el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, es líder en su segmento en Alemania y el Reino Unido. Tan buena acogida de este modelo en los mercados ha hecho que en la planta de Figueruelas se produzca en los tres turnos (en el de la noche no se ensamblan el Crossland y el C3 Aircross).

Pese a que siguen sin recuperarse los volúmenes de producción y exportaciones de vehículos previos a la pandemia, los de los datos de 2019, en el primer semestre de este año la fabricación se ha incrementado un 26,1% y las ventas al exterior un 30,6% respecto a los registros de 2020. Esto se debe a la paralización de la fabricación desde marzo, al desatarse la covid-19, y a una recuperación posterior mejor de la prevista.

"Se está vendiendo menos que en 2019 por los efectos de la pandemia; hay que tener en cuenta de que hacerse con un nuevo coche es la segunda compra más importante para una familia después de la de la vivienda, y con tantos ERTE en marcha y tanta incertidumbre, la gente se retiene", apunta Noemí Navas, directora de Comunicación de la patronal Anfac. "Cae la demanda y también los concesionarios no están recibiendo con celeridad algunos de los modelos que la gente quiere comprar, por los retrasos en la fabricación por fala de componentes", añade. A todo ello se añade, ahonda, esa incertidumbre que planea en el sector desde 2018 sobre el futuro de la movilidad. «Muchos no saben si les compensa comprar ahora un coche eléctrico o un híbrido enchufable, o mejor seguir con uno de combustión y esperar», indica.

En cualquier caso, Francia y Alemania siguen liderando los destinos de exportación de los vehículos que se ensamblan en España, entre los que hay de todos los segmentos. Tradicionalmente nuestro país ha sido un referente en el coche pequeño –ámbito en el que Figueruelas ha sido siempre un referente–, pero la cartera de productos de las fábricas se ha ido ampliando. España es hoy líder en Europa en el segmento de vehículos comerciales.

El tercer lugar en el ranquin de países donde se adquieren coches españoles lo ocupaba tradicionalmente el Reino Unido, pero ese puesto se lo ha arrebatado ahora Italia. El ‘brexit’ y sus consecuencias han sido determinantes en el descenso de ventas a territorio británico, donde hay fábricas de vehículos que también se están viendo afectadas.

En cambio, Turquía destaca como un destino en el que crecen las exportaciones de automóviles, entre otras cosas porque ahí la motorización es aún muy baja en comparación con los países europeos, según sostiene Noemí Navas. "Es un mercado muy interesante, con posibilidades de crecimiento muy altas, y si no ha crecido en otros momentos es por la inestabilidad causada por cuestiones políticas o de otro tipo; la incertidumbre es muy mala para la compra de un coche nuevo", señala.

En Anfac existe el convencimiento de que tras la pérdida de fuerza de los mercados de exportación tradicionales, hay que poner la vista en otros destinos. De hecho, tras la crisis económica de 2008 y años siguientes se produjo una diversificación. Navas destaca los casos de Japón, Corea, China, Estados Unidos, Egipto, Israel y Emiratos Árabes Unidos. "Tienen volúmenes muy bajos, pero los flujos son importantes", señala.

Distinta es la situación de África, donde también hay margen de crecimiento, especialmente en los países del norte del continente, aunque la incertidumbre de sus economías frena las perspectivas a más largo plazo. Por otro lado, en esa zona se están instalando fábricas de automóviles, lo que convierte a los países que las acogen en competidores de España. Un ejemplo es PSA, ahora en Stellantis, que en 2019 inició la fabricación en una factoría en Kenitra, Marruecos.

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