Adaptación a la pandemia y fondos europeos: el milagro del crecimiento rumano

Según datos de Eurostat, la economía rumana creció en el primer trimestre del año un 2,8 %, la tasa más alta de toda la Unión Europea (UE), si bien el país balcánico aún enfrenta problemas crónicos de deuda y déficit.

Centro de Bucarest desde el Palacio del Parlamento
Centro de Bucarest desde el Palacio del Parlamento

Tras la crisis provocada por las restricciones de la pandemia, la economía de Rumanía está creciendo más que ninguna otra en Europa gracias al auge de su sector tecnológico y a la versatilidad de sus empresas, destacan los analistas.

Según datos de Eurostat, la economía rumana creció en el primer trimestre del año un 2,8%, la tasa más alta de toda la Unión Europea (UE), si bien el país balcánico aún enfrenta problemas crónicos de deuda y déficit.

En junio pasado, la consultora internacional Deloitte calculó la evolución de todas las economías del mundo desde que empezó la pandemia.

China, Chile, Australia, Rumanía, Lituania y Corea del Sur eran las únicas que habían crecido entre el último trimestre de 2019 -el último en que la pandemia no afectó a la economía- y el primer trimestre de 2021.

Consumo y auge tecnológico

¿Qué explica esta pujanza de Rumanía, en un contexto en que la abrumadora mayoría de las economías del mundo no han conseguido volver a los niveles de Producto Interior Bruto (PIB) de antes de la aparición de la covid?

Clara Volintiru, profesora asociada de la Academia de Estudios Económicos de Bucarest, apunta a la explosión de los trabajos remotos como la principal explicación a este fenómeno.

"Los servicios de consultoría y las tecnologías de la información representan buena parte de la actividad económica con alto valor añadido en Rumanía, y su auge en el contexto creado por la pandemia ha generado un crecimiento económico", explica a Efe.

Más fondos europeos

La profesora alude, asimismo, a la inyección de ingentes cantidades de dinero público, que compensaron las pérdidas por el parón del confinamiento y las sucesivas restricciones, y han llevado a una explosión del consumo al reabrirse la economía.

"En el caso rumano, la pandemia ha incrementado la absorción de fondos europeos, ya que una parte del dinero de Bruselas que Rumanía no era capaz de atraer a través de proyectos a largo plazo se ha destinado a ayudar a empresas en crisis", señala Volintiru.

Otros factores importantes son, a su juicio, el crecimiento de las empresas rumanas de reparto y la capacidad de adaptación mostrada por la hostelería, que se ha reinventado para compensar los cierres con la distribución de comida a domicilio.

Rumanía tiene la oportunidad de apuntalar esta expansión económica con el dinero del Plan de Recuperación de la UE.

La entrada de los cerca de 30.000 millones asignados para Rumanía "significarían un punto adicional de crecimiento del PIB", explica a Efe el profesor de Economía de la Universidad Rumano-Americana de Bucarest, Bogdan Glavan.

El reto del déficit

Pese a estas buenas noticias, y a que la Comisión Europea (CE) prevé para Rumanía un crecimiento del 7,4% en 2021 (frente al 4,8% de la UE y la zona euro), rebajar un déficit público ya disparado antes de la pandemia sigue siendo un reto urgente para la economía rumana.

Tras cerrar 2020 con un déficit de cerca del 10%, el Gobierno conservador liberal rumano espera reducirlo a final de este año hasta el 7%, una cifra que queda muy lejos del umbral del 3% acordado por los países de la UE.

"Este déficit no es sostenible", dice el profesor Glavan, que advierte de que no será tolerado por la UE.

Glavan descarta que Rumanía pueda permitirse perder atractivo para los inversores subiendo sus impuestos (que ahora son de un 16% fijo para las grandes empresas), y aboga por mejorar la capacidad de recaudación con mejoras en la administración.

La deuda crece

Además del déficit presupuestario, Rumanía también está disparando la deuda pública, importa mucho más de lo que exporta y es, por detrás de Francia, el país de la UE con mayor déficit de cuenta corriente.

Sumado al elevado déficit fiscal, esta circunstancia empuja a lo que los economistas llaman "déficits gemelos", dice a Efe el profesor emérito de Economía Monetaria Silviu Cerna.

Además de hipotecar a generaciones futuras con esta deuda creciente en moneda extranjera, los déficits gemelos traen consigo "una depreciación de la moneda nacional (el leu) e inflación", explica Cerna.

Problemas estructurales

Aunque se han agravado con la pandemia, las vulnerabilidades son "problemas estructurales" de la economía rumana y se agravaron por las subidas de sueldos públicos y pensiones del anterior Gobierno socialdemócrata (2017-2019).

"Está por ver si el actual Gobierno parará esta tendencia y hará las reformas necesarias que los partidos que lo apoyan prometieron en la campaña", dice Cerna sobre el Ejecutivo rumano de centro-derecha.

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