automoción

Stellantis opta por Italia para su tercera gigafactoría de baterías para automóviles

La compañía invertirá 30.000 millones de euros hasta 2025 en la electrificación de sus modelos, entre ellos los que se ensamblan en Zaragoza.

Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, durante la presentación.
Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, durante la presentación.
Heraldo

Era un secreto a voces estos últimos días, pero ayer lo confirmó el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares. La tercera gigafactoría del grupo que ha integrado a PSA y Fiat-Chrysler se instalará en Italia, en concreto en el entorno de la localidad de Termoli, en la costa adriática. España pierde así la oportunidad de albergar una instalación que sería de gran utilidad para equipar a los vehículos eléctricos que se ensamblan en las factorías de Zaragoza, de Vigo y de Villaverde (Madrid).

Tavares realizó este anuncio en la presentación de la estrategia global de electrificación de Stellantis, transmitida ‘online’ a periodistas de todo el mundo. Un evento en el que el directivo comunicó el objetivo de la firma de que más del 70% de sus ventas en Europa y más del 40% de las que registre en Estados Unidos corresponda en 2030 a vehículos de bajas emisiones (LEV), un reto para el que la multinacional llevará adelante potentes inversiones, de momento de más de 30.000 millones de euros hasta 2025.

En un escenario sobrio, con ese fondo azul corporativo de la multinacional heredera de PSAy FCA, un grupo que está demostrando liderar de manera similar a la que empleaba en PSA, Tavares indicó que «la estrategia que presentamos centra el volumen de inversión adecuado en la tecnología apropiada para llegar al mercado en el momento preciso, asegurando que Stellantis impulsa la libertad de movimiento de la manera más eficiente, asequible y sostenible».

En esa estrategia desempeñarán un papel importante las tres fábricas de baterías. Las dos primeras estarán ubicadas muy cerca una de otra, una en Kaiserslautern (Alemania) y la otra en Douvrin (Francia).

Cuando hace unos meses se habló de la competencia por instalar una factoría de estas características en España, con declaraciones de presidentes de varias comunidades autónomas ofreciendo sus territorios –incluido el de Aragón, Javier Lambán–, los directivos de Stellantis en nuestro país, entre ellos Juan Antonio Muñoz Codina, exdirector de la planta de Figueruelas y hoy referente industrial del grupo en España, recordaron que en el caso de este fabricante sus previsiones de suministros de baterías pasaban por las propias plantas del grupo.

Volviendo a la presentación de ayer, Stellantis reveló que se enfrenta al reto de que contar con coches a baterías (BEV) que ofrecerán autonomías de 500-800 km/300-500 millas y avanzada capacidad de carga rápida para 32 km/20 millas por minuto.

Cuatro plataformas

Para hacer frente al desafío el grupo ha diseñado cuatro plataformas de producción con un alto nivel de flexibilidad (de longitud y anchura) y componentes compartidos, «generando economías de escala, ya que cada plataforma puede soportar la producción de hasta dos millones de unidades al año». Los paquetes de baterías estarán estandarizados y abarcarán todas las marcas y segmentos.

La jornada de ayer incluyó presentación de las distintas marcas, entre ellas una de Opel con su máximo responsable, Michael Lohscheller, quien desde Rüsselsheim explicó el lema de la marca para la nueva etapa, ‘Green is the new cool’, y anunció la futura producción de una versión eléctrica de un modelo histórico de la firma del rayo, el Opel Manta.

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