La DGA garantizará por ley el apoyo "real y con presupuesto" al modelo familiar agrario

Era una de los objetivos estrellas de Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. Durante toda la legislatura Olona ha defendido la necesidad de garantizar el modelo de agricultura familiar y profesional, tanto porque su presencia es mayoritaria en la Comunidad como porque se trata de un tipo de explotación que, en sus palabras, está seriamente amenazado. Y ese apoyo "real y no retórico" se plasmará en una norma, cuyo proyecto fue aprobado este miércoles por el Consejo de Gobierno, como paso previo para su remisión a las Cortes autonómicas para su debate.

La Ley de Protección y Modernización de la Agricultura Familiar y del Patrimonio Agrario tiene como objetivo establecer los criterios para la definición de un modelo de agricultura familiar "de suficiente dimensión como para que sea competitivo en los mercados globalizados". Pero también, señaló el consejero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, tiene como objetivo "establecer prioridades para un apoyo público específico" que asegure su protección en los diferentes ámbitos de actuación de la administración autonómica. "Este proyecto de ley es la iniciativa legislativa más ambiciosa en materia agraria que se promueve desde el Gobierno", afirmó el consejero, para quien la norma es una herramienta "imprescindible" para compensar la "significativa brecha de renta" del sector respecto al resto de los ciudadanos, pero es también "un arma fundamental", en palabras del consejero, para luchar contra la despoblación.

Hay otra razón que justifica la necesidad de esta ley. Según detalló Olona, los más de 1.500 jóvenes que se han incorporado en los últimos años al sector han optado por este modelo y no por otro tipo de fórmulas. "Hay que ser consecuente", insistió el consejero, que justificó el decidido apoyo a este tipo de explotaciones recordando que en los últimos años se está produciendo una "preocupante pérdida de peso económico" frente a un modelo corporativo al que le resulta más fácil prosperar a base de inversión y de mejor y mayor acceso a las tecnologías.

A lo largo de sus 46 artículos y de sus disposiciones transitorias, derogatorias y finales, el proyecto de ley actualiza y orienta actualiza y orienta hacia esta tipología de agricultura las principales políticas públicas en el ámbito de las estructuras productivas agrarias y la gestión del propio patrimonio agrario de la Comunidad, que en estos momento, según destacó el titular de Agricultura, están regulados por marcos legales con una antigüedad de entre 30 y 50 años y que, por lo tanto, fueron diseñando en su momento para un sector agrario que nada tiene que ver ya con el actual. Y todo ello incluyendo el aseguramiento de la sostenibilidad económica y ambiental de las producciones, en línea con las sensibilidades y requerimientos del resto de los ciudadanos hacia este sector.

Para ello, la futura ley plantea una nueva regulación en cuanto a planificación, financiación y gestión del agua en actuaciones en el ámbito del regadío de modo que, partiendo del liderazgo de las propias comunidades de regantes, se asegure la sostenibilidad tanto el plano económico como en el ambiental, con la intención de que esta política siga siendo una herramienta útil en la fijación de la población en el medio rural. Establece también una nueva regulación en materia de reordenación de la propiedad de las tierras, adaptándola a la situación actual, en la que cada vez está más marcada la dicotomía entre propietario y cultivador.

Banco de tierras

Y, además, modifica la estrategia de gestión del "importante" patrimonio agrario propiedad de la Comunidad. Se opta así por preservar la propiedad pública "recuperando aquella vieja idea del banco de tierras y estableciendo procedimientos ágiles que le hagan contribuir de manera eficaz a la incorporación de jóvenes al sector y al incremento de la renta agraria", señaló.

"Es una ley importantísima, al menos para mí", insistió el consejero, que recordó que la agricultura familiar ha sido el modelo socioeconómico en el que se ha basado tradicionalmente la producción primaria de alimentos en Aragón así como el auténtico protagonista de la vertebración del territorio, el asentamiento de la población y el mantenimiento de paisajes y valores medioambientales.

Conforme a los criterios de

¿Por qué confiar en nosotros?