economía

Álvaro Soláns: "Sueño un Aragón que sea referente en industria y logística"

La sostenibilidad es el camino de futuro para las empresas, según Álvaro Solans, vicepresidente del grupo Pikolin.

Álvaro Soláns, vicepresidente de Grupo Pikolin; José Javier Rueda, adjunto a la dirección para Opinión de HERALDO; y Víctor Grasa, adjunto a Dirección y responsable de Comunicación en Coviar. oliver duch
Álvaro Soláns, vicepresidente de Grupo Pikolin; José Javier Rueda, adjunto a la dirección para Opinión de HERALDO; y Víctor Grasa, adjunto a Dirección y responsable de Comunicación en Coviar. oliver duch
Oliver Duch

Una región «próspera que crezca de manera sostenida y sostenible y que sea referente en el ámbito industrial y logístico». Así ve Aragón dentro de diez años Álvaro Soláns, vicepresidente del grupo Pikolin y uno de los protagonistas ayer del ciclo de encuentros ‘El Aragón que soñamos’ que organizan HERALDO y Caja Rural de Aragón.

«La pandemia nos ha hecho pensar en valores como el papel social de la empresa», reconoció, y «ha acelerado tendencias incipientes como la apuesta por la sostenibilidad, la inclusión y la gestión del talento». La importancia de «potenciarlo y no dejar que se marche fuera» y que las empresas «juntándose» como hacen en otras comunidades puedan generar más riqueza fueron deseos que formuló otro de los protagonistas del encuentro, Víctor Grasa, adjunto a la dirección y responsable de Comunicación en la empresa de seguridad Coviar.

Un futuro para Aragón con más trabajo, con unas universidades y escuelas de negocio más alineadas con la realidad del mercado y mayor colaboración público privada -ya que «en épocas de crisis cuando ha habido que arrimar el hombro, las empresas han estado ahí»- es el que imaginó el ejecutivo de Pikolin, convencido de que no se puede dar la espalda a los desafíos de la economía circular, eficiencia energética y lucha contra el calentamiento global. «Tengo dos hijas y pienso en ellas no solo para que sean administradoras de la compañía sino por el mundo que les vamos a dejar», dijo.

En un ameno coloquio en el que estuvo presente la presidenta de HERALDO, Paloma de Yarza, y que moderó José Javier Rueda, adjunto a la dirección para Opinión del rotativo, los ponentes hablaron de la «adaptabilidad» como condición imprescindible para sobrevivir. «Las máquinas no van a hacer todo el trabajo. Se habla del empleo que se va a destruir, pero no de los nuevos que se van a crear», advirtió Soláns, mientras que Víctor Grasa abundó en esta idea en referencia a que la labor que antes hacían diez vigilantes ahora se puede suplir con videodetección o cámaras. Sin embargo, ambos mostraron su preferencia por el trabajo presencial y en equipo. «En Aragón más del 80% de las empresas son familiares», desatacó Grasa, con «lo que de arraigo y compromiso con la tierra que eso supone». Fuera de España, precisó Soláns, «sorprende la fidelidad tan grande que existe en las empresas españolas cuando en Asia por algo más de dinero se cambian de una a otra».

La fortaleza de marcas líderes como Pikolin y el beneficio de tener empresas fuertes en Aragón son un revulsivo, según ambos dirigentes empresariales, para atraer inversiones. Eso sí, apuntó Álvaro Soláns en el encuentro, «nos lo tenemos que creer porque nos vendemos mal». Habló además de la necesidad de «potenciar a logística e ir por el camino de la sostenibilidad». «Solventar la despoblación y avanzar en el uso de energías renovables» son otros retos que planteó Víctor Grasa, junto con que el Real Zaragoza «vuelva al lugar que tiene que estar». A los políticos les pidieron proyectos a largo plazo e ir de la mano de las empresas para avanzar.

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