El Grillo y la Luna construye una nueva bodega para reducir costes y aumentar producción

La firma invierte 1,5 millones en unas instalaciones en la capital del Vero para la elaboración de su gama 12 Lunas.

El Grillo y la Luna ha comenzado las obras para la construcción de su nueva bodega en Barbastro.
El Grillo y la Luna ha comenzado las obras para la construcción de su nueva bodega en Barbastro.
Chus García

El Grillo y la Luna, el proyecto vitivinícola que la familia Calvo puso en marcha en 2007 en la localidad oscense de Barbastro, contará con una nueva bodega, cuyas obras ya han comenzado. Se dedicará a la producción de su gama 12 Lunas que hasta ahora se vinificaba en unas instalaciones externas, aunque siempre con una elaboración controlada.

"Queríamos tener la producción cerca, evitar los viajes del viñedo a la bodega y tener el vino de aquí para allá con el trastorno y los costes que eso supone", explica el gerente de El Grillo y la Luna, José María Cidad. La nuevas instalaciones están situadas junto a la bodega con la que ya cuenta esta empresa familiar, también en Barbastro, en la que se elabora su colección más mimada: El Grillo.

"Es un paso importante para el control de los procesos, porque tendremos toda nuestra producción, por fin, en un mismo recinto", señala Cidad. Serán, sin embargo, dos edificios claramente diferenciados tanto por el volumen como, sobre todo, por los métodos de producción.

La construcción de la nueva bodega, en la que se invertirá 1,5 millones, está dando sus primeros pasos. "En la semana del 19 de abril esperamos que lleguen los prefabricados de hormigón para comenzar a dar impulso a las obras", explica el gerente de El Grillo y la Luna. Y es que la pretensión de la empresa es que el edificio esté preparado para que "este año ya pueda entrar uva".

La nueva bodega tendrá una capacidad para 300.000 litros, lo que permitirá duplicar la producción actual de su 12 Lunas, del que este año han elaborado unos 150.000 litros. La pretensión de esta empresa, integrada en la Denominación de Origen Somontano, es crecer, pero quieren hacerlo, dice Cidad, sin volverse locos. "Nosotros primamos mucho la calidad, y para eso hay que encontrar primero la tierra, plantar lo que necesitamos y, sobre todo, trabajar el viñedo, que es lo que nos caracteriza y eso es lo que no debemos perder nunca de vista independientemente de lo grande que pueda llegar sea esto", matiza.

Dos gamas diferenciadas

Haciendo honor a su nombre, la bodega barbastrense, que cuenta con 52 hectáreas de viñedo, de las que 22 son de su propiedad, elabora dos gamas de vino claramente diferenciadas, que precisamente y por primera vez en su historia, este año renuevan añadas al mismo tiempo.

Con vinificación en acero inoxidable, la bodega ha elaborado 149.000 botellas de su 12 Lunas (blanco, tinto, rosado y garnacha), aunque cada variedad presenta sus propias características de producción. "El tinto está nueve meses en barrica de segundo uso, el blanco pasa doce meses sobre sus lías y el rosado es un sangrado por gravedad de syrah que va destinado a Grillo", explica Cidad.

Mucho menor es la producción de Grillo (Canto del Grillo, Hop Hop, Grillo y Grillo SP), del que se han elaborado 30.000 botellas. "Hay añadas que incluso se hacen menos", detalla Cidad, que recuerda que en 2020 no se elaboró porque cuándo la uva no da el corte suficiente para la calidad que exige el producto "no se hace".. Para elaborar Grillo la vendimia es manual y también la selección de la uva y la vinificación se hace en fudres (toneles de madera) de roble francés "con remontados diarios" barricas de roble francés nuevas. "Este año incorporaremos hormigón. Hemos comprado dos huevos y poco a poco iremos cambiando los fudres por depósitos de hormigon del mismo tamaño", puntualiza el gerente.

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