Trabajo quiere que el convenio sectorial regule los sueldos en lugar del de cada empresa

Se trata de la primera negociación puesta en marcha para cambiar la reforma laboral, aunque la dificultad para pactar prolongará el calendario.

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
CATI CLADERA

Entre todas las cuestiones espinosas que los sindicatos y los empresarios tendrán que acordar para modificar la legislación laboral, la que regula los convenios colectivos es una de las primeras materias cuyas propuestas se encuentran encima de la mesa del diálogo social. En la reunión que mantuvieron este martes con los responsables del Ministerio de Trabajo, todas las partes iban con el texto remitido por el departamento de Yolanda Díaz el día anterior. En ese análisis, el Gobierno propone acabar con la prioridad que tienen ahora los convenios de empresa para fijar la retribución de los trabajadores, a favor de los pactos sectoriales que se firmen en cada una de las actividades empresariales, según fuentes del diálogo social.

En concreto, Trabajo propone cambiar los artículos vinculados a la subcontratación y la negociación colectiva. También se está abordando ya la ultraactividad, esto es, la ley por la que un acuerdo colectivo queda sin efecto y pasa al sectorial, cuando transcurrido un año desde su finalización las partes no acuerdan uno nuevo.

Como tercer pilar de este inicio de la negociación se encuadran los cambios que Trabajo quiere introducir también en el modelo de subcontratas en vigor desde la anterior reforma laboral (el conocido artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores) para evitar un abuso de las compañías que utilizan estos servicios.

Pero quedarán en el tintero, por ahora, otras muchas polémicas, como la necesidad, exigida por Bruselas, de acabar con la temporalidad, porque uno de cada cuatro contratos en vigor son precarios frente a los indefinidos. Así como las condiciones del despido, otra de las batallas de los sindicatos.

Pero para la CEOE este "no es el momento de abordar la reforma laboral que se plantea, sino de avanzar en las políticas activas de empleo o la reducción de la dualidad del mercado laboral". Una postura que posteriormente fue respaldada por la vicepresidenta, Nadia Calviño.

Los ERTE facilitan la vuelta

Por otra parte, el Banco de España ha mostrado su apoyo al sistema de los ERTE, uno de los mecanismos mejor valorados por empresas y ciudadanos para hacer frente a la crisis del coronavirus. El supervisor sostiene que han reflejado una "elevada efectividad" a la hora de facilitar la vuelta al empleo tras las medidas de confinamiento. En un informe publicado este martes revela que los afectos por ERTE en el segundo trimestre del año -confinamiento estricto- mostraron una reincorporación al empleo durante el año "muy superior" a la observada entre los que perdieron su empleo sin tener un esquema de protección.

Aun así, el organismo reconoce que la diferencia entre ambos colectivos se va "difuminando" cuando se trata de ERTE más prolongados. En concreto, los datos de la EPA analizados por el Banco de España muestran que el 20% del total de los asalariados llegaron a estar cubiertos por un ERTE en el segundo trimestre de 2020, lo que representa cerca de 3 millones de personas. Ya en el primero, cuando la crisis aún no había casi comenzado, un 4% se vieron afectados por este mecanismo. La desescalada permitió reducir del 20% al 5,3% los empleados en ERTE en el tercer trimestre. Y en el cuarto el porcentaje bajó hasta el 4,7%.

Así, el retorno al empleo en el tercer trimestre de los que entraron en un ERTE en el segundo fue muy elevado (casi el 70%), y muy superior al observado entre los no cubiertos por un ERTE (40%). Del resto de trabajadores en ERTE en el segundo trimestre, el 20% siguieron afectados y el 10% pasaron a una situación de desempleo. En el cuarto, esta probabilidad disminuyó sustancialmente entre los afectados por un ERTE, y quedó levemente por debajo de la observada entre los no cubiertos por estos esquemas.

Es decir, el Banco de España concluye que la probabilidad de reincorporación al empleo en el tercer trimestre tras quedarse sin empleo en el segundo fue 30 puntos porcentuales mayor para los trabajadores en ERTE respecto a quienes no estaban amparados por este mecanismo, pero esta diferencia se redujo hasta los 9 puntos para quienes perdieron el empleo en el tercer trimestre.

"En conjunto, los resultados muestran una elevada efectividad de los ERTE a la hora de facilitar la vuelta al empleo tras las medidas de confinamiento y limitaciones a la actividad de muchos sectores en el segundo trimestre del año. Los ERTE ofrecieron un mecanismo efectivo de ajuste de los costes laborales de las empresas, que habría acabado favoreciendo la vuelta al empleo tras el progresivo levantamiento de las restricciones a lo largo del proceso de desescalada", explica el informe.

Además, se trata de un mecanismo mucho más utilizado en esta crisis que en la anterior. Los datos del Banco de España muestran que de 2009 a 2012 aproximadamente solo el 0,5% de los asalariados se vieron afectados por un ERTE a pesar de que la legislación "era similar a la vigente" pero la naturaleza de la crisis era diferente "porque esta es exógena a las actuaciones de las empresas y tiene un carácter más transitorio que la de 2008", argumenta el organismo.

Para los meses que vienen, el Banco de España es partidario de mantener las ayudas a las empresas que operan en los sectores más afectados hasta que se supere la crisis sanitaria, pero reclama que esta protección podría vincularse "de forma más directa a la realización de actividades formativas de los trabajadores afectados que, hasta el momento, ha sido relativamente reducida". Según la información de la EPA, solo el 11% de los trabajadores en ERTE realizaron algún tipo de actividad formativa, un porcentaje que se sitúa por debajo del 14% del colectivo de los desempleados.

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