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Joaquín Martori: "Veo un futuro en el automóvil con un ritmo de cambio rapidísimo"

El zaragozano, director de una fábrica de Mahle Aftermarket en México, expone su visión sobre la industria y habla de su 'exilio'

Joaquín Martori, director de la factoría de Mahle Aftermarket, multinacional de piezas para el automóvil, en Toluca (México).
Joaquín Martori, director de la factoría de Mahle Aftermarket, multinacional de piezas para el automóvil, en Toluca (México).
Mahle

¿Cuánto queda hoy de aquel director de Industrias Serva (Dana) en Zaragoza?

¡Y también de la planta de Calatayud! Yo diría que queda casi todo, incluyendo excelentes amigos de aquella época que me ayudaron muchísimo. En mi cabeza sigo siendo joven, solo que he tenido la suerte de añadir bastantes años de experiencias de vida diferentes desde que salimos de Zaragoza por primera vez. Eso sí, me considero mucho más estoico ahora. En mi opinión, hay que ser ambicioso para ampliar el ámbito de lo que podemos controlar o donde podemos ejercer alguna influencia, pero también es necesario evitar que nuestro estado de ánimo esté a merced de circunstancias externas o de otras personas.

Después de más de siete años con responsabilidades en países asiáticos ha entrado en 2021 estrenando la dirección general de la planta de Toluca, México, de Mahle Aftermarket. ¿Cómo asume este reto?

Pues como todos los anteriores, con enorme ilusión y motivación. Cada vez que nos mudamos, mi mujer y yo nos convertimos en fans (casi) incondicionales del nuevo país, así que el planteamiento es siempre muy positivo. En lo profesional, en Mahle Aftermarket México me he encontrado con un equipo local estupendo, con muchísimas ganas de trabajar para conseguir grandes objetivos, y con una dirección regional que nos apoya y nos da autonomía, así que estoy encantado y los resultados de los primeros meses son espectaculares.

Ha llegado a este puesto en medio de una pandemia. ¿Es por ello el reto mayor?

Yo no lo percibo así. La pandemia es gual para todos, también para nuestros competidores. Por otro lado, esta situación ya dura un año y la reacción frente a ese impacto imprevisto ya no es un factor diferencial como lo fue al principio. Todas las empresas que seguimos operando nos hemos adaptado y, en nuestro mercado, los niveles de actividad económica ya están por encima de los de 2019.

¿Cómo valora su experiencia en India y en Japón, tan distintos entre sí y de Europa?

Fueron experiencias fantásticas, no las cambiaría por nada. Japón fue la primera salida internacional, en 2006, y la disfrutamos intensamente, con una profunda admiración por un pueblo extraordinario que asienta su fuerza en el sentido de comunidad y la visión a largo plazo. En la India pasamos casi dos años y medio y también fue una maravilla, con gente más individualista, con mucha alegría de vivir y con sentido de urgencia en sus aspiraciones. Después regresamos a Japón y fue una vivencia muy curiosa de vuelta a casa, porque nos instalamos en el mismo barrio, el mismo colegio, y algunos de nuestros mejores amigos seguían ahí y nos hicieron todo muy fácil.

¿Cree que hay alguna cualidad particular que identifique a los directivos españoles con responsabilidades en el extranjero?

En lo que yo he visto, no. En Japón estuve al frente del comité del sector auxiliar de automoción del European Business Council y ese puesto me ofreció contacto directo con multitud de directivos europeos, americanos y japoneses; mi impresión es que cada uno tenía su perfil individual y esa dimensión era mucho más determinante que la nacionalidad.

¿Cómo ve el futuro del sector del automóvil desde su experiencia?

Veo un futuro apasionante, con un ritmo de cambio rapidísimo que exige enorme flexibilidad y mucho acierto en las inversiones. Estamos viviendo dos revoluciones simultáneas, una en el sistema de propulsión y otra en la integración de los vehículos con internet y la inteligencia artificial. Por eso creo que la tendencia más probable en el sector será la consolidación, con menos empresas concentrando mayores cuotas de mercado.

El futuro del automóvil parece que es eléctrico, pero aún estamos lejos de que el coche a baterías se haya popularizado. ¿Para cuándo cree que veremos esa realidad?

Bajo mi punto de vista, la popularidad futura de las alternativas a los motores de combustión interna (MCI) dependerá de las infraestructuras que las sustenten. Si recargar tu vehículo eléctrico o de pila de combustible resulta más trabajoso que ir a la gasolinera de la esquina, muchos usuarios serán reacios a cambiar. Según la mayoría de las proyecciones, los MCI todavía representarán más del 50% de la producción mundial en el 2035, si bien habrá grandes disparidades entre países y regiones: Escandinavia y China en un extremo, África Occidental en el opuesto.

¿Cómo ve España y Zaragoza en particular desde la distancia?

Gracias a internet resulta muy fácil estar al tanto de la actualidad de España, Aragón y Zaragoza y yo lo hago; no he perdido interés en absoluto. También ayudan los grupos de la familia y amigos en redes sociales. Desde mi perspectiva veo a España con preocupación por dos motivos: nuestros indicadores de gestión de la pandemia y de recuperación económica son objetivamente peores que el promedio de la UE, y en la prensa y estadísticas mundiales, España tiene una presencia muy inferior a la de otros países más pequeños y de los que deberíamos aprender, como Suecia, Singapur o Países Bajos. Pocas sensaciones duelen más que la irrelevancia. En cuanto a Zaragoza, la veo con esperanza y potencial de que sea una ciudad puntera en desarrollo económico y calidad de vida, que se ponga el objetivo estratégico de convertirse en la tercera ciudad de España en esta década.

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