Abre la tienda de encurtidos Almazara en Zaragoza

Después de que los cierres de establecimientos míticos de la calle Alfonso tales como la joyería Martín Blasco o la tienda de souvenirs El Mañico sean noticia, hace tan solo unos días abrió en el número 9 de esta arteria de Zaragoza Almazara, un establecimiento especializado en encurtidos.

Más de 30 variedades de aceitunas llegadas de toda España y buena parte del mundo, así como todo tipo de encurtidos, patatas fritas artesanas de Teruel, miel del prepirineo o aceite aragonés completan la oferta de este nuevo negocio que se lanza a la aventura de emprender en tiempos de pandemia. “Lo mejor de cada sitio”, defienden sus fundadores.

Su fundadora, Saray López, acaba de llegar de Madrid donde desde hace más de una década se ha dedicado a este sector, en su opinión, en auge. “Es un producto típico de la dieta mediterránea que cuenta con una gran cantidad de adeptos en todo el mundo”, admite la emprendedora, que asegura que esta apertura es “un sueño hecho realidad”.

“Tenía el logo -un olivo centenario- creado desde hace más de 10 años. No sabía cuándo llegaría, pero sabía que tendría mi propio negocio”, explica. Y aunque llegó a la ciudad hace unos meses por amor, decidió que era el momento de emprender, sobre todo debido a la dificultad a la hora de encontrar empleo. “Espero que salga todo bien y que la gente responda. Nosotros pondremos todo lo que esté de nuestra mano”, admite.

Para comer en casa o para picar por la calle, las opciones que ofrece el mundo de los encurtidos son infinitas. “Es un picoteo sano, natural y con propiedades antioxidantes y depurativas según la variedad que elijas”, destaca Saray. Además, no descartan poner en marcha un servicio de envío a domicilio en los próximos meses.

La tienda de encurtidos Almazara, con su impulsor, en la calle Alfonso

Camino Ivars

“Quería abrir en la mejor calle de la ciudad, por eso en cuanto vimos que el local se adaptaba a nuestro proyecto no nos lo pensamos”, asegura. Un proyecto que emprende junto a Joan, su pareja, quien se ha encargado de poner a punto el local prácticamente desde cero. “Antes había una tienda de ropa por lo que hemos tenido que darle una vuelta al concepto. Queríamos darle un toque rústico a la par que moderno”, explica Saray.

Llegaron al local el pasado mes de enero y, desde entonces, han trabajado día y noche en la puesta a punto, sobre todo tratando de minimizar costes: “Casi todo lo hemos hecho nosotros con nuestras propias manos. Desde pintar el local a elegir la decoración”.

En la variedad está el gusto

“Creo que es un buen modelo de negocio que, incluso, podría crecer en los próximos meses con la apertura de nuevas tiendas pues no existe nada igual en la ciudad”, reivindica su fundadora, que destaca que se trata de un producto muy demandado y con alto margen de beneficio. Además, asegura que las referencias de aceitunas disponibles en este nuevo establecimiento, entre cuyos orígenes se encuentran Jaén, Almagro o Grecia. “Tenemos referencias únicas en Zaragoza”.

“La acogida ha sido maravillosa. Desde la apertura, el 5 de marzo, la gente se ha volcado a la hora de recibirnos y los comercios vecinos han venido a prestarnos ayuda en cualquier cosa que necesitemos. Me ha parecido algo muy emocionante”, concluye la emprendedora.

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