Las pymes que más crecen en Aragón

Las grandes multinacionales –de capital nacional o extranjero– y las firmas que forman parte del Ibex 35 –operen en un solo país o en muchos– suelen copar habitualmente los espacios que destinan a información empresarial los medios de comunicación, tanto los generalistas como los especializados. En España, sin embargo, el tejido productivo está integrado en un 95% por microempresas cuya evolución es capital para la buena marcha de la economía bien vertebrada que pretendemos ser. Así lo ven en la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), que para dar más visibilidad a compañías de su ámbito elabora desde hace cuatro años un listado de las 500 pymes que lideran el crecimiento empresarial en España, tanto por sus resultados como por su capacidad para generar valor añadido, empleo, innovación y proyección internacional.

En ese listado aparecen este año 26 empresas aragonesas de diversos sectores de actividad, si bien priman entre ellas las englobadas como industrias manufactureras o de distribución comercial, vinculadas al ámbito agroalimentario, al de la energía, la construcción o los servicios empresariales. Por tasa de crecimiento destacan especialmente Urbano Bernabé Manufacturing (sociedad del grupo UB, especializada en logística y fabricación de componentes para automoción), la comercializadora de electricidad Multienergía Verde y Bodegas Borsao, tres empresas que no aparecieron en el listado del año pasado.

En cambio, son nueve las pymes aragonesas que repiten en el Cepyme500, lo que pone de manifiesto que sus datos revelan un crecimiento sostenido en el tiempo. Sobresale entre ellas Porteromanía (Fútbol Emotion), que por ello fue una de los ocho empresas premiadas por Cepyme el pasado 17 de diciembre en un acto que tuvo lugar en Madrid y que encabezó Gerardo Cuerva, presidente de esa patronal, y contó con la presencia de la ministra de Economía, Nadia Calviño.

En ese evento fue precisamente Carlos Sánchez Broto, director general y accionista de Fútbol Emotion, quien habló en nombre de los galardonados reseñando que son muchas las pymes que este año han pasado «meses muy duros, que enseñan más que un máster», pero que se mostró optimista ante un 2021 siempre que «rememos todos juntos».

Las otras empresas aragonesas que han estado en los listados de Cepyme500 de este y el año pasado son Desarrollo Agrícola y Minero (Daymsa), Instalaza, Levitec Sistemas, Máster D, Grupo Miralbueno, Prodesa, Química del Cinca y Seipasa.

La patronal de la pequeña y mediana empresa elabora este listado considerando solo sociedades anónimas y limitadas que tengan una antigüedad mínima de cuatro años. Están excluidas las pymes con actividades financieras o de ‘hólding’, se seleccionan empresas con accionariado español, excluyendo también filiales de la administración, y sus cifras de ventas del ejercicio correspondiente tienen que situarse entre los 10 y los 200 millones de euros. Las firmas incluidas en el listado tienen que haber registrado una tasa de crecimiento anual compuesta, en los 3 últimos ejercicios, superior al 15%.

Aparecen en esta última edición de Cepyme500, recientemente presentada, 26 empresas con sede en Aragón, tres menos que el año anterior pero que constituyen un porcentaje en el total (del 5,2%) superior al que le correspondería a la comunidad autónoma por su peso en el Producto Interior Bruton (PIB)nacional. 20 de esas pymes están en la provincia de Zaragoza y 6 en la de Huesca. De Teruel no hay ninguna.

Las 26 pymes aragonesas de este selecto club registraron en promedio una tasa de crecimiento del 35,1%. Entre todas suman 2.519 puestos de trabajo, con una facturación total de 687 millones de euros, ingresos medios de 26,4 millones, un Ebitda de 90,7 millones y una rentabilidad económica de 15,3%.

Una de las empresas que repite en el listado Cepyme500 de este año y del pasado es Levitec, que tiene su sede social en Huesca, una pequeña sede en Binéfar y la mayoría de sus 130 trabajadores en Zaragoza. Un híbrido entre ingeniería e instaladora con gran actividad en el campo de la logística y las energías renovables y especialización en electricidad y climatización.

El origen de esta compañía, según recoge la página web de Cepyme500, se remonta al año 2002, coincidiendo con la adjudicación de un primer gran contrato para la realización de las instalaciones eléctricas de la estación intermodal de Zaragoza. «La compañía centra su actividad en el desarrollo de proyectos eléctricos de media y baja tensión, telecomunicaciones, climatización, seguridad, energías renovables y otros servicios relacionados con el sector industrial», se reseña en ese espacio, si bien tal y como comenta a este diario su máximo responsable y uno de los fundadores, Pablo Lera, tras lo vivido en esta pandemia del coronavirus la diversificación se ha convertido en un imperativo. Levitec, precisa, ha creado cuatro áreas para impulsar su crecimiento futuro, una de renovables, otra de autoconsumo eléctrico (independiente de la anterior), una industrial y otra de mantenimiento. Abrir una nueva sede en Portugal en uno o dos años y trabajar más en Alemania –donde se ha hecho con experiencia en almacenes digitalizados– están también entre los objetivos de esta firma, que tras recortar levemente su facturación en 2020 (cercana a los 30 millones de euros), prevé más que duplicar su cifra de negocio en 2021 y alcanzar los 70 millones.

Repite también en Cepyme500 Prodesa Medioambiente, ingeniería especializada en la fabricación de plantas de pellets de biomasa que ha cerrado el ejercicio 2020 con una facturación de 30 millones de euros gracias a proyectos importantes realizados en Estados Unidos y Bielorrusia.

Entre las que también aparecen de nuevo en la lista está Desarrollo Agrícola y Minero (Daymsa), una firma de Zaragoza muy especializada, ya que es el primer productor europeo de leonardita, un mineraloide con aplicaciones agrícolas. Otras pymes que repiten en Cepyme500, además de la mencionada antes Porteromanía (Fútbol Emotion) son Instalaza, que desarrolla desde hace más de 65 años sistemas de armas para proveer a los soldados de infantería; Master D, especializada en formación a distancia que ha ampliado horizontes en los últimos años con más digitalización; Grupo Miralbueno, dirigido por José María Pontaque y compuesto por empresas que desarrollan su actividad en el sector de la maquinaría agrícola, jardinería, ferretería e industrial; Proin-Pinilla, fabricante de equipos de seguridad laboral para todos los sectores; Química del Cinca, que desde 1980 fabrica y comercializa productos clorados, y Seipasa, una empresa especializada en el desarrollo y formulación de soluciones naturales para la agricultura que investiga, fabrica y comercializa biopesticidas, bioestimulantes y nutricionales destinados a una agricultura natural, sostenible y responsable con el entorno. 

"La covid-19 nos ha obligado a cambiar de estrategia para seguir creciendo" 

Urbano Bernabé Manufacturing, sociedad de UBGroup, registra en el listado Cepyme500, que incluye cifras de ventas de 2018, un crecimiento en su facturación del 158%, el porcentaje más alto de las 26 firmas aragonesas de este selecto club. 13,2 millones de euros de negocio que estuvieron muy lejos de los 8,2 millones de 2017 y que fueron superados en 2019, ejercicio en el que el crecimiento fue de un 5%, hasta los 13,7 millones de euros. «Para 2020 nuestras previsiones eran alcanzar los 18 millones en ventas, pero en marzo llegó la pandemia y con ella una incertidumbre que nos hizo registrar en meses como abril solo un 10% de la facturación estimada», apunta Jesús Urbano, consejero delegado de una empresa zaragozana especializada en montajes logísticos y en proyectos de montaje de piezas de automoción.

Tras crecer de modo exponencial en 2017 y 2018, reseña este impetuoso directivo zaragozano, 2019 fue para Ub Group un año clave para «parar y consolidar» su actividad. «El crecimiento del 5% ese año fue engañoso, porque la inicidencia en los resultados se notaría después, ya que muchos de los proyectos más importantes los firmamos en la segunda parte del año», señala Urbano.

El consejero delegado del grupo UB reconoce que los efectos de la pandemia complicaron enormemente la gestión de la compañía en los meses de marzo, abril, mayo y junio, pero la firma mitigó los daños «asegurando su liquidez a largo plazo», a través de la financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), y con la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Recuperar cartera

«Entonces hicimos un plan para recuperar cartera y pusimos en marcha una completa reestructuración de la empresa, adaptando al personal y con una inversión importante en digitalización», reseña Jesús Urbano. «Buscamos negocio fuera, con proyectos en Hungría, Turquía, China y Marruecos para traerlos aquí», relata. «La covid-19 nos ha obligado a cambiar de estrategia para seguir creciendo», añade tras definir el escenario como «una economía de guerra» que les obligó a reaccionar en ámbitos diversos.

Con más de 500 trabajadores, UB Group modificó algunas formas de actuar abriendo horizontes, actualizando su mix de actividad entre el producto y el servicio, cambiando su primera línea de ‘staff’ para ganar en competitividad y digitalizando mucho más sus actividades.

Pese a vivir un año «duro» sin precedentes, la compañía prevé cerrar el ejercicio 2020 con una facturación cercana a los 14 millones de euros, lo que supondrá un ligero crecimiento frente a 2019, todo un logro dadas las circunstancias. La previsión para 2021, avanza Jesús Urbano, es «muy buena», ya que se han cerrado proyectos que garantizarán la actividad de la compañía, que forma parte del Clúster de la Automoción en Aragón (CAAR) pero que trabaja en otros sectores además del automóvil. En montajes logísticos, por ejemplo, está en ámbitos como el farmacéutico o la línea blanca, entre otros.