Reyes Maroto: "La industria ha demostrado que es parte de la solución a la pandemia"

Como ministra de Industria anunció en Zaragoza que 10.000 millones de euros de los fondos europeos que recibirá España se destinarán a la automoción. ¿A qué responde esta decisión?

Responde al peso que el sector tiene en el PIB, que es del 12%. Vamos a intentar movilizar esos 10.000 millones, que son un 14% de todo el paquete ‘Next Generation EU’. Es lo que necesita el sector y hay que ver si somos capaces de identificar proyectos y de canalizar en los distintos componentes más recursos, porque el automóvil necesita de este impulso. Vamos a conseguir acelerar transformaciones que sin este recurso hubiesen tardado una década y vamos a ser capaces de situar la industria del automóvil española en la vanguardia del sector.

¿Irá ese paquete solo a electromovilidad? El coche de combustión interna sigue siendo mucho más utilizado que el eléctrico.

No. Este Gobierno ha entendido muy bien cuál es la hoja de ruta de un sector que necesita de una transición ordenada hacia los objetivos de neutralidad tecnológica de 2030. Por supuesto que la movilidad eléctrica pura será probablemente donde estemos dentro de unos años, pero somos muy conscientes de la realidad del sector y la electromovilidad también es el híbrido, el híbrido enchufable, y en definitiva, vehículos alternativos. Por tanto esa transición está muy bien recogida en el plan de apoyo a la recuperación del sector. Estoy segura de que vamos a contar con proyectos de toda una cadena de valor que requiere de esa transición ordenada.

En su comparecencia con el presidente de Aragón, Javier Lambán, se anunció un proyecto para la planta de PSAen Zaragoza, con 220 millones de inversión. ¿Hay seguridad de que entrará en el paquete de los 10.000 millones?

Aragón cuenta con un sistema en el ámbito del sector de la automoción muy maduro y eso, sin duda, es garantía de éxito. No solo porque detrás hay un fabricante que es PSA, sino porque además cuenta con actores muy relevantes y con un liderazgo del Gobierno de Aragón, el de su presidente, que por supuesto siempre ayuda para las grandes transformaciones que tiene que asumir el sector. Estoy segura de que con el impulso de las dos administraciones y el conjunto de actores de la cadena de valor en Aragón vamos a conseguir que este proyecto esté dentro de los que se financien en el paquete de ayudas anunciado.

En ese paquete también hay una partida de 1.500 millones para el hidrógeno. El presidente Pedro Sánchez anunció que ahí entraría el tren Zaragoza-Pau.

Uno de los ‘stakeholders’ que tiene Aragón que no tienen otras comunidades autónomas es la Fundación del Hidrógeno, que tutela proyectos muy maduros. Tenemos que analizar y desarrollar esa manifestación de interés que ha sacado el Ministerio de Transición Ecológica y en la que participamos el Ministerio de Industria y el de Ciencia e Innovación, pero cuando hay proyectos, y Aragón los tiene, es fácil que se hagan realidad.

De su área, la industria se ha comportado mejor en pandemia que el comercio y que el turismo.

Las tres áreas han necesitado tutela por parte del Ministerio. Industria sufrió mucho al principio de la pandemia porque es un sector que no está acostumbrado a parar. De hecho las paradas perjudican a la propia reactivación posterior. Ya trabajamos con el Gobierno de Aragón para preservar algunas industrias esenciales donde su parón habría sido un problema a la hora de volverlas a abrir. Lo que sí nos ha demostrado la industria es que ha sido también una parte de la solución a la pandemia. De hecho en Aragón se desarrollaron proyectos que hemos tutelado para el desarrollo de productos sociosanitarios. Hubo un proyecto de respiradores que se surgió desde Zaragoza. Contar con una industria dinámica en Aragón nos ha demostrado lo importante que es la industria para dar respuesta a la pandemia y luego para la propia reactivación económica.

El comercio ha ido peor.

El comercio ha mostrado una capacidad de flexibilidad y de encarar la pandemia como una oportunidad. Antes de la covid muchos comerciantes no veían como una prioridad la digitalización, hoy es parte de su cadena de valor. Hemos aprendido la lección. También han sido versátiles al ofrecer servicios distintos a los presenciales, como las ventas a domicilio. Se ha trabajado también en protocolos de seguridad, convertir los locales en espacios seguros.

¿Se recuperará el sector? Muchos comercios han cerrado.

Hay dos elementos para la recuperación, el control de la pandemia y que vuelva a haber confianza en el consumo. Los planes de ayuda no son suficientes. Estos lo que hacen es reducir o compensar los costes operativos.

El turismo ha sufrido aún más.

Empezamos el año con Fitur y marzo nos cambió el paso. El sector llevaba muchos años creciendo, mejorando la calidad del producto y del destino, pero no se ha recuperado por las restricciones a la movilidad. Esto nos ha obligado a coordinar estrategias en el ámbito internacional, al menos dentro de la UE. Hemos sido líderes en situar al turismo como una prioridad en la agenda europea y en la multilateral. Las respuestas han venido a veces tarde, estoy hablando por ejemplo de los test, ahí la Comisión Europea no lo recomendó hasta el 13 de octubre, cuando en muchos destinos, como Canarias, lo pedían desde mayo.

¿Cuándo volveremos a estar como estábamos en febrero?

Es difícil hacer previsiones. Soy optimista, pero también realista. Aún hay incertidumbres, aunque la vacuna nos da esperanzas de ver la luz al final del túnel. En el Gobierno de España hemos querido proteger el tejido productivo y el empleo, generar confianza. Ahora hay que canalizar los fondos europeos, que se han conseguido no solo con el esfuerzo del presidente Pedro Sánchez, sino de otros países que han entendido que la respuesta a la pandemia de las instituciones tenía que venir con inversión. Tenemos que aprovechar estos instrumentos para que lleguen a empresas, trabajadores y hasta las corporaciones locales. Para estas hay un presupuesto de 1.483 millones. Es la administración más cercana y creo que va a ser una palanca importante para la recuperación de la economía.

"Cuando no se ha gobernado en coalición, es difícil dar lecciones"

¿De que parte de los ministros del PSOEes usted, de los que critican la ‘deslealtad’ de Unidas Podemos en algunas decisiones o declaraciones o de los que no?

Este es un gobierno progresista que está formado por dos partidos políticos y hay temas que suscitan debate. Este se produce dentro pero también fuera, a veces con demasiadas páginas en periódicos y espacios en otros medios de comunicación. El debate en el Gobierno es intenso pero nos ponemos de acuerdo en la mayoría de aspectos que son importantes para este país. Creo que hemos estado a la altura, hemos tenido que gestionar una pandemia sin manual y hemos salido fortalecidos después de interactuar como un equipo. Con nuestras diferencias, porque somos dos partidos con ideologías distintas, pero pensando siempre en el interés general, con soluciones más que con conflictos.

¿Se identifica con la respuesta a líderes históricos del PSOE diciendo que ‘ahora nos toca gobernar a otra generación’?

Es muy difícil gestionar un gobierno de coalición porque es la primera vez que nos enfrentamos a ello como Partido Socialista, por eso es difícil dar lecciones. Para darlas uno ha tenido que vivir este mismo espacio complejo de toma de decisiones.

¿Los líderes socialistas históricos no pueden dar lecciones?

Uno puede darlas cuando ha tenido el aprendizaje en la propia gestión del gobierno. Cuando uno ha gobernado solo y no ha necesitado ponerse de acuerdo en el propio ámbito del Gobierno es difícil dar lecciones. Como nueva generación del Partido Socialista desde luego nosotros admiramos el legado que nos han dejado el PSOE y desde luego estamos orgullosos de más de 140 años de historia. Somos el único partido que ha perdurado en el tiempo, con muchas vicisitudes pero siempre trabajando por la ciudadanía pensando en no dejar a nadie atrás. Ese es el compromiso que tenemos. Somos un partido que dialoga mucho internamente.