¿Qué son las tarjetas revolving?

El Banco de España acaba de lanzar una advertencia a través del Portal del Cliente Bancario acerca de las tarjetas revolving, y la necesidad de que las entidades que las ofertan expliquen con claridad al cliente las obligaciones que se contraen, especialmente en materia de pago aplazado.

Básicamente, las tarjetas revolving son un crédito de consumo que permite aplazar el pago de las compras que hagamos con ella. Tienen un límite de crédito establecido, que baja a medida que se realizan cargos o compras y que vuelve a liberarse hasta esa marca cuando se paga. Si el pago es completo, no suelen llevar aparejados intereses, pero cuando se aplaza sí suele haberlos, y altos, ya sea el pago en cuotas fijas o en un porcentaje del crédito dispuesto. Si se aplaza y se sigue usando el remanente, al final los pagos de los intereses cobran un protagonismo indeseado en el proceso.

Claridad en las condiciones de las tarjetas revolving

El Banco de España habla sobre todo de un problema de información. El producto se ofrece normalmente como una tarjeta de crédito y no se especifica que es una revolving; además, es frecuente que se ofrezca en colaboración con grandes comercios bajo la marca comercial de éstos, y es habitual que se ofrezcan en grandes espacios como estaciones de tren o aeropuertos, donde la prisa impide una reflexión adecuada de los pros y contras del producto. "Las características del crédito asociado a la tarjeta deben destacarse en la información precontractual que obligatoriamente ha de entregar la entidad o el intermediario antes de su contratación", ha señalado el Banco de España.

El 2 de enero de 2021 entrarán en vigor de manera escalonada diversos aspectos de la orden ministerial relativa al crédito revolving publicada el pasado 27 de julio. La Orden ETD/699/20201 fija, entre otras cosas, obligaciones adicionales de información sobre créditos revolving (o revolventes, como señala la orden) asociados a instrumentos de pago, e incorpora ajustes en el procedimiento de evaluación de la solvencia del cliente en cualquier contrato de préstamo o crédito bancario, para que la concesión esté asociada a esta solvencia y no se favorezca el endeudamiento exacerbado del cliente.