Roberto Ladrón: "La mejor motivación es convertir tu pasión en tu profesión"

GRB cumple 30 años de andadura. ¿Cómo pilla a la empresa este aniversario?

Emprendiendo de nuevo, como una ‘start-up’. Nos encuentra jóvenes, dinámicos, y seguimos embarcados en un proyecto apasionante. De los dos tipos de empresa posibles –las que cambian o las que desaparecen–, elijo ser de las primeras. Y esto no consiste en meras palabras, esta actitud obliga a actuar y a trabajar duro impulsando cambios. Además, como a todos los proyectos empresariales, el mercado obliga a reinventar cada poco tiempo nuestra estrategia y objetivos. Andar también significa no parar.

Creó la empresa con solo 20 años. ¿Tenía ya ese gen emprendedor o cuál fue su motivación?

Rememorando mis inicios, todo se resume en una frase que comparto con mis hijos cuando hablamos de futuro: la mejor motivación es convertir tu pasión en tu profesión. Este es el mejor modo de desarrollarse profesional y personalmente. En mi caso yo tengo más bien el gen de crear, inventar, transformar mis ideas o mi creatividad en algo tangible. Se dieron las circunstancias para que fuera en el sector de la grifería, y desde entonces la motivación es diaria cuando una creación, un invento o una idea que tienes en tu cabeza se convierte en un producto real que en nuestro país o en cualquier parte del mundo gusta a alguien que destina parte de su economía personal a comprarlo. No existe mayor realización profesional.

¿Qué ha sido lo mejor y qué lo peor en estas tres décadas?

Aunque resulte una respuesta extraña, lo mejor han sido las propias tres décadas en bloque. Cada año, cada día, cada mes transcurrido, ha pasado algo que ha supuesto un reto en cualquier área de la empresa. Nunca he tenido un entorno estable donde algo haya destacado en positivo. Esta empresa con 30 años de historia es la suma de grandes y pequeños éxitos. En cuanto a lo peor, tengo claro que la gran crisis de la década pasada ha sido una de las peores experiencias de mi vida. Coincidió con la inversión de las nuevas instalaciones, y a pesar de haberla enfocado bien y haber simulado todos los escenarios, la incertidumbre, la enorme caída de la demanda y de las fuentes financieras puso a prueba la fortaleza de nuestro proyecto en la peor tormenta posible. Veremos ahora a qué nos enfrentamos con el virus.

¿Cómo afronta GRB esta criris de la covid?

Esta crisis suma dos impactos: la bajada de la demanda propia de una crisis, y el impacto directo de las medidas sanitarias que han parado la actividad comercial. Los sectores como la restauración que basan sus ventas en un momento concreto de consumo, pierden las ventas. Mi sector tiene cierta capacidad de embalsamiento de la demanda, con lo cual estamos recuperando algo de lo perdido en el primer impacto de la pandemia. En ese sentido, creo que en un ciclo de tiempo medio podríamos recuperar ese negocio.

La innovación ha sido una apuesta de su empresa desde el principio. ¿Ha sido eso siempre rentable?

La innovación siempre es rentable, o como mínimo es la mejor herramienta para serlo. Como individuos, está en nuestro ADN ser diferentes, vestir diferentes y comportarnos de manera diferente, por tanto las empresas debemos ser consecuentes con nuestra propia naturaleza y tener como prioridad número uno destacar sobre nuestros competidores. Si no destacas, el factor diferencial es el precio, y por tanto se tiende a bajar precios. Innovar puede ser una acción que no garantiza altísimas rentabilidades, pero te diferencia ante competidores o usuarios y por tanto te vacuna muy bien ante las pérdidas económicas.

¿Cuánto ha supuesto para GRB apostar por mercados internacionales?

Acometimos con fuerza los mercados internacionales tras la gran crisis de la década pasada. Estamos estabilizados en muchos de ellos, ya que para evolucionar más supone invertir demasiados recursos. Ahora estamos focalizando nuestra actividad en mercados que nos han dado buen resultado, o que nos hemos sabido adaptar mejor. Por tanto, el nivel de objetivos en Europa lo hemos multiplicado, comenzando a desarrollar soluciones específicas para normativas de países concretos, como Noruega, Reino Unido, etc. Francia es nuestro destino favorito, junto a Polonia y algunos países del este. Algunos de ellos han entendido a la perfección algunos productos innovadores, sobre todo en los sistemas de grifería empotrada, motivo de nuestras últimas patentes. Fuera de las fronteras europeas, en países del Golfo o Sudamérica, donde hicimos proyectos específicos, sigue habiendo resistencia. Una empresa mediana como la nuestra tiene que medir muy bien sus recursos y repartirlos adecuadamente.

¿Qué expectativas tiene para lo que resta de año o incluso para 2021?

Manejamos como el escenario más compatible con la situación actual una bajada importante de la demanda a final de este año y primeros meses de 2021, para rebotar con fuerza en algún momento de finales del año próximo debido a las señales de control sanitario sobre la pandemia. La buena y mala noticia a la vez es que este impacto negativo sobre la demanda será irregular por sectores, de modo que algunos van a caer profundamente y otros se mantendrán con vitalidad.

El perfil

«Nací en un horno de fundición», afirma medio en broma medio en serio Roberto Ladrón (Zaragoza, 1970) al hablar de su infancia, marcada en parte por un padre que fue proveedor de productores de grifos antes de convetirse en fabricante con la marca Grisanex. En 1990, el veinteañero creó una empresa paralela a la de su padre, Grober o GRB, y en 2006 compró a su padre Grisanex. Cuatro años después las dos empresas se fusionaron .