ECONOMÍA

¿Qué ocurre si mi empresa pide un ERTE por rebrote?

Esta herramienta está prevista para aquellas actividades que no puedan retomarse por nuevas restricciones para controlar la pandemia o contagios dentro de la compañía.

Prueba PCR a una mujer.
Prueba PCR a una mujer.
Cati Cladera/EFE

Las primeras empresas que solicitaron un expediente de regulación de empleo (ERTE) en marzo debido a las restricciones provocadas por la pandemia de covid han intentado volver en verano a la actividad, tras la salida del estado de alarma. No todas han podido hacerlo y algunas incluso tras sacar empleados del ERTE han tenido que volver a meterlos debido a las restricciones de la anterior fase 2. Otras han tenido que recurrir a la figura de los ERTE por rebrote.

Esta modalidad se contemplaba en la regulación de los ERTE por fuerza mayor para las empresas que a partir del 1 de julio de 2020 vieran impedido el desarrollo de su actividad por la adopción de nuevas restricciones o medidas de contención. Quedan exentas del 80% de la aportación empresarial durante el periodo de cierre, si tienen menos de cincuenta trabajadores, o del 60% para las que tengan 50 o más.

En principio, se contemplaba solo esta vía hasta el 30 de septiembre, pero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció la semana pasada que se alargarían. El Gobierno negocia con la patronal y los sindicatos el futuro de estos instrumentos de protección del empleo y los dos últimos han pedido que se alarguen, al menos, hasta Semana Santa. Alemania ya ha aprobado extenderlos hasta finales de 2021.

Prestaciones más bajas

La principal consecuencia para los trabajadores que siguen inmersos en un ERTE o van enlazando varios es que  cuanto más tiempo pase más baja será su prestación por desempleo. "La mayor preocupación actualmente para los trabajadores es que a partir de seis meses en desempleo este se reduce del 70% al 50% de la base de cotización y muchos trabajadores llevan en ERTE desde el 14 de marzo", advierte Ana Rubio, vicepresidenta del Colegio de Gestores Administrativos de Aragón y La Rioja. "Esperemos que se legisle algo al respecto", planeta. 

La evolución de los expedientes ha sido distinta, en función de la recuperación de la actividad del sector al que pertenece la empresa. "Nos encontramos con empresas con ERTE de fuerza mayor que no han incorporado a ningún trabajador todavía", asegura, sobre una situación frecuente en el sector de la hostelería. Pone como ejemplo, "bares pequeños dónde es imposible mantener la distancia de seguridad y no tienen terraza". Junto a ello conviven empresas con ERTE de fuerza mayor parcial, que son aquellas que hicieron un ERTE de fuerza mayor y han ido incorporando a trabajadores en función de sus necesidades.

En caso de que nuevas medidas sanitarias restringieran más la actividad, la gestora administrativa explica que "no es posible volver de un ERTE de fuerza mayor parcial a uno de fuerza mayor total salvo con un nuevo ERTE de fuerza mayor por nuevas restricciones".

¿Qué es un ERTE por rebrote?

En estos casos la empresa puede solicitar un ERTE por fuerza mayor de los conocidos como por rebrote. Si por ejemplo aprobasen en el ámbito escolar que no puede haber extraescolares que, de momento, no han comenzado con el curso, en ese escenario surgirían ERTE de fuerza mayor por rebrote en las empresas afectadas. "No es que haya que reunir ningún requisito en sí, serán las circunstancias que le impidan realizar su actividad que tengan que ver con las medidas aprobadas por cada Comunidad Autónoma".

"Se puede solicitar "por causas que hayan originado que la empresa no pueda ejercer su actividad normal"

La empresa también puede solicitar un ERTE por rebrote aunque no sea por fuerza mayor. Se puede solicitar uno objetivo "por causas que hayan originado que la empresa no pueda ejercer su actividad normal", indica. No es necesario que vaya ligado a una restricción de la Administración. Puede pedirse, por ejemplo, si está buena parte de su plantilla contagiada.

Rubio asegura que la tramitación de los ERTE por fuerza mayor por rebrotes resulta "mucho más sencilla" que la de los expedientes por causas objetivas. Los pasos son los siguientes:

1. Comunicación a los trabajadores y a la autoridad laboral.

2. Informes y pruebas.

3. En 5 días desde su solicitud se tienen que resolver, aunque en el caso de Aragón se amplió a 10 días.

4. Si no contestan en el plazo establecido se entiende estimado por silencio administrativo positivo.

En otras ocasiones, después de un ERTE de fuerza mayor, si la empresa no ha podido recuperar su actividad por la crisis sanitaria "puede tramitarse un ERTE por causas objetivas", es decir, los tradicionales por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción y "sin renunciar al primero". Cuando termina un ERTE objetivo no se puede prorrogar por lo que si la empresa necesita continuar en ERTE tiene que tramitar otro nuevo. Las empresas que han presentado un ERTE mantienen las siguientes limitaciones:

1. No pueden realizar horas extraordinarias los trabajadores.

2. No pueden concertarse nuevas contrataciones mientras dure el ERTE salvo por motivos muy justificados (bajas, vacaciones..).

3. No pueden externalizar servicios de la actividad.

"Nuestra impresión del verano es que las empresas en ERTE se están manteniendo como pueden sin producirse despidos, no por no necesitarlo, sino por las limitaciones legislativas en los despidos por causas objetivas motivadas del covid". Este instrumento de protección penaliza a las empresas que despidan antes de final de año.

Sin embargo, asegura que "la preocupación de empresas y trabajadores es tremenda".

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