«Había una demanda retenida esperando estas ayudas a la compra de coches»

El sector del automóvil aragonés, desde los fabricantes de vehículos, la industria auxiliar y el recambio hasta los concesionarios, esperaban el plan de apoyo que preparaba el Gobierno como agua de mayo. Yen términos generales, aunque con algunos matices, el que presentó ayer el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, fue bien recibido. «Había una demanda retenida esperando estas ayudas a la compra de coches», apuntó Benito Tesier, presidente del Clúster de la Automoción en Aragón (CAAR). «Está bien que las fábricas vuelvan a ponerse en marcha, pero había dudas sobre lo que ocurriría después si el mercado no acompañaba y tuviesen que recortar su producción», añadió tras hacer hincapié en los incentivos a la compra de automóviles, con ayudas de entre 800 y 5.500 euros. Lo más esperado por los ciudadanos.

Tesier consideró que en términos generales el plan es muy completo. «Estaba en la hoja de ruta sacarlo adelante; Alemania, Francia e Italia ya tenían los suyos, de los grandes mercados solo faltaba España», dijo. A falta de conocer los microdetalles, el también director general de Brembo España reseñó entre las virtudes del paquete de 3.750 millones de euros cuestiones que van más allá a las ayudas a la adquisición de coches, como el achatarramiento de vehículos de más de diez años, la importancia de favorecer las inversiones en I+D con incentivos fiscales o el apoyo a la formación. En este último aspecto, recordó, el Clúster aragonés ha demostrado ser eficaz con su denominada ‘fábrica de aprendizaje’, que permite incorporar a industrias del sector a más chavales con talento.

«Se han recogido la mayoría de las propuestas planteadas por las patronales del sector, tanto por Anfac (fabricantes) como por Sernauto (componentes) y Faconauto (concesionarios)», reconoció Benito Tesier. Sin embargo, precisó que es opinión del sector que quizás el plan «sigue muy balanceado hacia la electrificación del parque». «Ahí hay que ver cómo responde el mercado, pero no sé si en estos momentos de crisis económica son muchos los que estén dispuestos a pagar 30.000 euros por un coche eléctrico por mucho que le den ayudas de 6.000 euros», señaló.

Un futuro «forzado»

El presidente del CAAR cree que quizás el mercado no está demasiado maduro para apostar ya por los coches eléctricos de modo masivo, «teniendo en cuenta que es mucha la inversión y que existe una carencia de infraestructuras en nuestro país». Más aún, insistió, «en estos momentos de incertidumbre e inestabilidad en los que vivimos». Quizás sea esta, consideró, «una anticipación forzada del futuro de nuestro parque de automóviles y de la automoción en su conjunto».

Tesier recordó, en cualquier caso, que con los nuevos vehículos de combustión interna que están saliendo al mercado ya se está contribuyendo a la reducción de CO2. El Corsa actual que se fabrica en la planta de PSA en Zaragoza, apuntó a modo de ejemplo, es mucho más sostenible que el modelo anterior, y ese esfuerzo, dijo, «se ve poco reconocido».

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