Hornos crematorios desde Aragón a Portugal, Polonia y Cuba

Kalfrisa es la única empresa en Aragón y una de las pocas de España que fabrica hornos crematorios. Durante todo el estado de alarma permanece abierta como servicio esencial para garantizar asistencia técnica y repuestos a las instalaciones funerarias por el impacto de la pandemia del coronavirus que se ha cobrado ya más de 20.000 vidas en España.

"Desgraciadamente el número de fallecidos, y por tanto de incineraciones en toda España, ha sido elevadísimo. Esto ha hecho que, al ser nuestros servicios esenciales y no afectados por el decreto, hayamos tenido que estar operativos y dar asistencia técnica a varias instalaciones funerarias tanto de Aragón como de otras comunidades", explica Andrés Izuzquiza, director general de la compañía zaragozana. Entre las instalaciones que atienden se encuentran algunas situadas en Cataluña, País Vasco, Castilla y León, Castilla la Mancha, Navarra y La Rioja.

Necesidad de repuestos

La actual situación de crisis sanitaria reconoce que no ha elevado los pedidos de hornos crematorios porque los plazos de fabricación de una instalación de este tipo son largos. "Estamos fabricando ahora los que se van a terminar en dos o tres meses", pone como ejemplo. Lo que ha aumentado ha sido la necesidad de repuestos para mantener los que están operativos.

"Materiales y elementos nos piden constantemente. Estamos preparando un 'stock' porque tendremos que pasar a revisar todos", plantea, sobre las previsiones cuando termine la crisis sanitaria. Actualmente explica que a los crematorios se les está dando "casi el doble del uso del que tienen generalmente".

Izuzquiza afirma que son "la única empresa española que fabrica equipos de cremación con equipamiento de depuración y filtración de humos". Además de en España, donde tienen una fuerte implantación, los equipos que se fabrican en Zaragoza se exportan a Portugal, Polonia y Cuba, donde tienen una presencia mayoritaria, y también cuentan con instalaciones en otros países europeos como Francia, Belgica o Italia.

Caída en el sector industrial

En el resto de su actividad, que se dirige a instalaciones industriales, han notado un descenso por la paralización de la industria en el estado de alarma. La compañía se dedica al diseño y suministro de equipos, plantas y tecnologías para recuperación de calor, calentamiento de aire o gases, reducción de compuestos orgánicos volátiles (COVs) y calefacción industrial. El año pasado su facturación se situó en unos 12 millones de euros. El 60% de sus equipos se destinan a la exportación, principalmente a Europa y América.

"La actividad ha bajado mucho pero no estamos dentro de las empresas que podemos pedir un ERTE", reconoce. La compañía tiene 65 trabajadores.

Durante estas semanas han reorganizado su trabajo diario para tomar las precauciones necesarias para evitar los posibles focos de contagio de la Covid-19. Así, han reducido el trabajo de dos turnos a uno y han suspendido el servicio de comedor que prestaban con cocina propia. "Para los operarios de taller hemos hecho una entrada escalonada para que en los vestuarios donde antes coincidían 40 ahora estén 10", señala.

"Para evitar los contagios más directos el 75% de la oficina está en teletrabajo" y se potencian las videoconferencias, señala el director general. A ello han unido el reparto por la planta de dispensadores de gel. "Esperemos que podamos salir todos cuanto antes de esta situación y con el menor daño económico posible", desea el directivo, ante la actual incertidumbre.

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