El seguro asume cambios en sus pólizas futuras por el impacto de la pandemia

Las compañías tardarán meses en recuperar las primas de coches y reorganizarán las de salud, las más castigadas por el coronavirus.

Las aseguradoras utilizan diferentes criterios para establecer las primas
Los seguros de coche, uno de los sectores afectados por la crisis del coronavirus.
Efe

El balance que deja la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha obligado a las aseguradoras a sacar la calculadora para estimar cuál puede ser la evolución del negocio cuando acabe el confinamiento y, sobre todo, cuando la actividad vuelva a la normalidad a medio y largo plazo. Y uno de los primeros cambios que el sector afrontará será una reordenación tanto en la oferta de productos a los clientes, como en las propias condiciones de los seguros de los diferentes ramos, así como en el precio. Todo dependerá de la política comercial de cada entidad, pero fuentes financieras admiten que las aseguradoras tendrán que realizar un ejercicio de evaluación para adaptar su negocio a una nueva realidad.

Las estadísticas muestran el vínculo que existe entre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) y los ingresos por primas de seguros del ramo No Vida de las aseguradoras. Cuando en plena recesión de 2009 la economía caía a un ritmo cercano al 4%, la facturación de estos seguros generales (automóviles, salud, decesos, hogar, etc.) también se desplomaba ese 4%. Con la recuperación, el volumen de primas llegó a incrementarse por encima de lo que lo hacía la economía hasta 2017, según los datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. El sector da por sentado que el crecimiento será menor que el de los últimos trimestres por la propia contracción del consumo.

En el caso de los seguros de coche, el sector está comprobando, por una parte, cómo la siniestralidad es mucho más baja que antes del estado de alarma, lo que genera ahorros para las compañías. Pero, al mismo tiempo, los ingresos por primas se han reducido ante la parálisis en la compraventa de vehículos, entre otras circunstancias. Desde Mutua Madrileña, una de las principales compañías, que vio crecer su cuota de mercado de Auto hasta cerca del 14% en 2019, admiten que "será un año difícil" porque disminuirá el volumen total de primas de todo el sector. "Será necesario mucho trabajo para que en años siguientes" la situación vuelva a estabilizarse, indican.

Unas perspectivas diferentes afrontan los seguros de salud. La crisis sanitaria ha provocado, entre otras circunstancias, que dejen de operar una buena parte de los servicios contratados por los clientes (consultas externas, clínicas dentales, etc.). En este sentido, Mutua Madrileña ha dotado un fondo de apoyo de 160 millones de euros (además del paquete de medidas de apoyo por 50 millones para superar la crisis). Servirá para facilitar liquidez a los profesionales de su cuadro médico y prestadores hospitalarios de Adeslas. Así tratan de mitigar la situación actual, pero también "facilitar la recuperación de su actividad" una vez superada la crisis.

Pero también los seguros de salud vivirán otra realidad cuando pase la pandemia. El tipo de productos en activo, así como sus condiciones, cambiarán. Es lo que Francisco Valencia, director del área de Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa, explica cómo "un momento para reflexionar sobre el robustecimiento de las coberturas y analizar bien las necesidades que puedan surgir" derivadas de esta crisis. Indica que la futura situación "obligará a explorar vías" como la de la telemedicina, hasta ahora minoritaria, pero cuyo peso se incrementará en el futuro.

El ritmo al que la propia economía vuelva a la normalidad condicionará el volumen de las primas contratadas por los ciudadanos y, por tanto, la propia salida de la crisis de las aseguradoras. En la anterior recesión, vieron reforzados sus niveles de solvencia en términos generales.

Suspender los dividendos

Ahora, el Ministerio de Economía ha pedido a las aseguradoras que paralicen la retribución a sus accionistas y que no asuman compromisos irrevocables de pago o lleven a cabo operaciones que, como las recompras de acciones, puedan tener un efecto materialmente equivalente, mientras perdure la crisis. La agencia S&P considera que esa decisión no implica ningún riesgo de crédito, sino que muestra precaución. Mapfre aprobó ese reparto en su junta de marzo, antes del estado de alarma. Decidirá si suspende el dividendo de 2020, como han anunciado algunos bancos, en función de la situación.

También Línea Directa –controlada por Bankinter– mantiene su plan de salir a Bolsa en el último trimestre. Y está avanzando en todos los trámites legales, financieros y administrativos para materializar la operación.

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