El Gobierno admite que habrá ERTE que se alargarán tras el estado de alarma
Tendrían que reconvertirse en expedientes de regulación por causas económicas o de producción.
El Gobierno reconoce que habrá empresas que tendrán que alargar los ERTE por causa del coronavirus más allá de la conclusión del estado de alarma y aunque no se plantea, por ahora, ampliar el plazo de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor sí señala que habrá flexibilidad para reconvertirlos en expedientes por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, ya que no todas las sociedades tendrán una actividad normal un día después de que se levante el estado de alarma.
"Si hay empresas que tienen dificultades en sectores muy localizados, pueden renegociar el ERTE", afirmó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este viernes en la cadena SER, en un momento en el que CC OO calcula que unas 340.000 empresas ya se han acogido a estos expedientes que afectan a 2,5 millones de trabajadores e incluso estiman que se podría llegar a los tres millones de afectados. La ministra prometió que las empresas contarían con el "apoyo completo" y "flexibilidad" del Gobierno.
¿Qué significa esto? Los ERTE por fuerza mayor derivados del coronavirus tienen varias particularidades. Una de ellas es que finalizarán en el momento en que termine el estado de alarma. Es decir, que la empresa que se haya acogido a esta figura jurídica al día siguiente del fin del confinamiento tendrá que readmitir a todos sus trabajadores. Otra condición que les impuso el Gobierno es que tendrán que mantener el empleo durante al menos seis meses. Dicho de otra forma: que se les prohíbe despedir pese a que la actividad se verá resentida cuando pase esta cuarentena. Pero lo que sí pueden hacer es renegociar el ERTE de manera individual por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, aunque entonces ya no estarán eximidas de pagar las cotizaciones sociales.
Habrá muchos sectores donde las empresas se plantearán alargar los ERTE. Por ejemplo, la industria auxiliar del automóvil, cuya patronal, Sernauto, ha advertido de que la recuperación de la actividad "no será inmediata", sino que tendrá un arranque progresivo, sobre todo vinculado a la reactivación y evolución de los principales mercados. En concreto, cree que tardará hasta un año en recuperar los ingresos anteriores al coronavirus, cuya epidemia ya ha provocado un descenso del 20% de la facturación al tener que cerrar las 17 plantas de fabricación de automóviles en España.
Desplome histórico
También el sector servicios ha sufrido por el COVID-19. La caída del indicador de actividad comercial del sector servicios ha sido la más fuerte de los últimos veinte años -desde que se elabora el indicador PMI, que cayó hasta los 23 puntos desde los 52,1 de febrero-, con la destrucción de empleo más intensa desde la Gran Recesión. Dentro del sector servicios, los hoteles y los restaurantes se vieron especialmente afectados. La firma que elabora los datos, IHS Markit, afirma que "existe una alta probabilidad" de que la contracción en el segundo trimestre supere la severidad de la sufrida entre 2008 y 2009.
Paralelamente, el índice PMI compuesto de la zona euro, en cuyo cálculo se integran tanto el sector servicios como el sector manufacturero, marcó en marzo un mínimo histórico en los 29,7 puntos, frente a los 51,6 puntos de febrero. Cualquier registro por debajo de los 50 puntos indica contracción económica.
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