El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, desgranó ayer en un foro empresarial la que puede ser considerada su política en materia económica, que estará marcada -dijo- por una apuesta para conseguir que la comunidad autónoma sea «más social, verde y digital». En ese marco anunció el lanzamiento de una nueva línea de ayudas a la Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) en economía circular y en el ámbito farmacéutico, dejando entrever que esos sectores son prioritarios para su Gobierno, aunque también reseñó su apoyo a la automoción, la agroalimentación, la nieve y la logística.

La nueva línea de ayudas, según precisaron después desde el departamento de Economía de la DGA, se articulará del mismo modo que las que se dieron a empresas de automoción para el impulso del coche eléctrico. Aquellas, que ascendieron a 6,6 millones de euros y se materializaron el año pasado, facilitaron a su vez la inversión de 57,6 millones de euros por parte de las compañías beneficiadas.

Tal y como ocurrió entonces, señalaron desde Economía, el primer paso para las nuevas ayudas será la petición a los sectores que pueden acceder a ellas de una manifestación de interés sobre los aspectos que vale la pena incentivar. Tras realizar ese sondeo entre compañías candidatas se lanzará la convocatoria de ayudas, precisaron las misma fuentes, que no dieron datos concretos sobre la cuantía económica prevista ni fechas concretas, aunque todo indica que las subvenciones se materializarían a final de año o ya en 2021.

Lambán resaltó en su discurso en el foro de ayer, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Deloitte, la importancia que su Ejecutivo da a la economía circular pero no dijo nada del ámbito farmacéutico. En su decisión de apoyar a este último pesaría la presencia en Aragón de empresas con peso en la materia como Alliance Healthcare (la antigua Safa), Novaltia, Teva y Becton Dickinson, entre otras.

Mejor que la media

El presidente del Ejecutivo aragonés no desaprovechó la oportunidad que tuvo de hablar ante un auditorio tan cualificado, con representantes al más alto nivel de varias de las empresas más importantes de la región, para sacar pecho sobre la marcha de la economía de la Comunidad autónoma, que -recalcó- tiene mejores índices que la media. «Nuestros indicadores son razonablemente satisfactorios», apuntó al referirse a nuestros datos de empleo, crecimiento, indicador de confianza y exportación.

«Nuestros temores son los mismos que los de otras comunidades españolas o los de otros países europeos», indicó Lambán en referencia a la desaceleración de la economía mundial, el ‘brexit’ o «el dichoso virus que mata poco, pero que tenemos como una espada de Damocles y genera gran inquietud en el mundo empresarial». Pese a todo esto, insistió sin olvidarse de reiterar su compromiso de seguir impulsando las relaciones económicas con China, «a Aragón le puede ir mejor que al resto de España en los próximos años».

En el turno de preguntas de los directivos, al presidente se le hizo una sobre la posibilidad de llevar adelante una bajada de impuestos para hacer que Aragón gane más atractivo para recibir nuevas inversiones. Tras admitir que esperaba esa cuestión, Lambán recalcó, tras defender una mayor armonización fiscal en España, que él se ha comprometido a no tocar ningún impuesto, «ni al alza, pero tampoco a la baja».

Unión de las estaciones de esquí

 Javier Lambán destacó en su discurso en el foro de APD la consideración de la nieve como un sector estratégico para la economía aragonesa. Tras reseñar la excelente temporada de esquí de este año por las excelentes condiciones de nieve en los momentos más oportunos, el presidente señaló que entre sus próximos objetivos figura la ampliación de Cerler por Castanesa y la unión de estaciones, «apostando por la sostenibilidad y el consenso con el territorio».

Lambán se refirió también a la posibilidad de que España sea sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2030 con el protagonismo de dos comunidades autónomas, Cataluña y Aragón. Quiso ser cauto al hablar de un proyecto que él no hubiese desvelado de no haberlo hecho el Comité Olímpico Español (COE), pero expresó con claridad sus reticencias sobre la utilización que los independentistas catalanes puedan hacer al promocionar la candidatura. «Tendrían que cambiar muchas cosas», dijo, para que España se atreviera a pasear su oferta para celebrar los Juegos con el apoyo incondicional de las dos Comunidades que participarían en el proyecto.