automoción

Un cuadriciclo como punta de lanza

Citroën arriesga en su apuesta eléctrica con el biplaza Ami, en cuya distribución participan FNAC y Darty.

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El nuevo Ami, presentado en La Défense Arena de París.
Citroën

En el grupo PSA. Con la supervisión general del portugués Carlos Tavares, que heredó de su ex-jefe Carlos Ghosn –hoy fugitivo de la Justicia japonesa– el apelativo de ‘Cost killer’ (asesino de costes), cada una de las marcas del grupoPSA perfila su propia personalidad. En esa familia cuyo aparente liderazgo ejerce Peugeot, con DS optando por el lujo y –desde 2017– una Opel que aporta el carácter sobrio de los alemanes, Citroën se está haciendo un hueco con personalidad propia. Así lo puso de manifiesto el pasado jueves en París, en la presentación de una ofensiva eléctrica que inicia su andadura con nombre propio, Ami. El biplaza que presentó en el Salón de Ginebra del año pasado como modelo de concepto Ami One, es ya una realidad y está destinado a convertirse en la avanzadilla de la apuesta de la marca por vehículos enchufables. En realidad, más que un coche se trata de un cuadriciclo, lo que significa que no se necesita tener carné de conducir para sentarse al volante de uno de ellos y conducir por la ciudad (o en una isla, por ejemplo, si una cadena de hoteles se decidiera a comprar una flota para ofrecer a sus clientes).

Asequible. Vicent Cobée, que dirige Citroën tras reemplazar en estas responsabilidades a la británica Linda Jackson, presentó el modelo Ami en La Défense Arena de París empleando un correcto inglés aunque con acento francés en el marco de un evento en el que se proclamaba que la marca ‘goes electric for all’, que se hace eléctrica para todos. El ‘goes electric’, recordemos, fue precisamente el lema que utilizó Opel cuando en junio del año pasado presentó en Rüsselsheim (Alemania) el nuevo Corsa, que meses después empezó a ensamblarse en la planta de Zaragoza y que desde hace diez días cuenta con una versión eléctrica producida aquí en serie. Sin embargo, el ‘for all’ que añade Citroën en su lema supone ir más allá y encaja bien con lo que quiere conseguir la firma con el nuevo Ami: Demostrar que sus vehículos son para todos, también para los que no tienen carné y quieren desplazarse por la ciudad conduciendo unos minutos, unas horas o todo el tiempo que dure el cuadriciclo si lo compran (se vende desde 6.900 euros). La idea es que el Ami, que se fabrica en la planta marroquí de PSA de Kenitra, pueda entrar a la larga en la flota de coche compartido de PSAFree2Move, de modo que pueda reservarse su utilización mediante una aplicación, aunque también existe la opción del ‘renting’. Para quienes adquieran el modelo en Francia –Fnac y Darty son también canales de distribución– hay ayudas para la compra de cuadriciclos eléctricos de 900 euros.

Riesgo y electricidad. Iniciar un nuevo camino por los modelos a baterías con el Ami es una apuesta arriesgada para Citroën. Cobée, de hecho, dijo que intentarán vender todas las unidades que puedan, pero rehusó dar cifras concretas. Evidentemente, apuntó alguien de su equipo, hay una hoja de ruta y unas previsiones, pero nadie dio cuenta de ellas. En cualquier caso, y como ya recalcan desde hace un tiempo los directivos de PSA y de las diferentes marcas del grupo, todos los modelos de este tendrán ya versiones 100% eléctricas o híbridas enchufables en 2025. Es decir, que en el paquete está el C3 Aircross que se ensambla en la factoría de Figueruelas desde 21017, compartiendo plataforma con el Opel Crossland X. La promesa no es baladí, pero PSA puede hacerla sin temor a equivocarse porque utiliza la plataforma CMP, que le permite ensamblar en una misma línea de montaje tanto vehículos térmicos como eléctricos. Así lo está haciendo ya, de hecho, con el Corsa en Zaragoza, cuyos directivos, por cierto, tampoco han querido dar datos sobre el número de unidades del eléctrico que prevén producir.

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