La sección sindical de Comisiones Obreras en la planta de Opel España en Figueruelas, del grupo PSA, destacó ayer en una nota enviada a sus afiliados los efectos positivos del convenio colectivo firmado en febrero de 2018 por UGT, la propia CC. OO. y CCP (la antigua Acumagme), ya que desde su punto de vista ha sido determinante para mantener un volumen de producción que nada tiene que ver con el existente hoy en las plantas alemanas de Opel.

Tras recordar que la filial germana del grupo PSA se desprenderá «en los próximos años de 4.100 empleos en Alemania» (la compañía confirmó el martes 2.100 salidas hasta 2025, pero medios especializados elevan el número hasta las 4.100 hasta 2029), la nota de CC. OO. recoge que «tenemos que recordar que, en el caso de Eisenach, la planta se quedó sin la producción del Corsa como resultado de nuestro convenio, que estableció que Zaragoza lo fabricara en exclusiva, quedando esa factoría para completar la producción del Grandland que Sochaux (Francia) no pueda fabricar».

Con este argumento, CC. OO. criticó «un nuevo sindicalismo, estilo Forocoches en el fondo y las formas, que se quiere imponer en la planta, que consiste en mensajes sencillos y satisfactorios para todo el mundo, olvidándose plantear cualquier alternativa que signifique el menor compromiso o recriminación». En la misma línea -y refiriéndose a los mismos-, Comisiones reseña la recepción de un escrito de una asamblea de tres sindicatos (CGT, OSTA y Stopel) «en el que por toda conclusión se pide una reunión con la Dirección para evitar conflictos, según manifiesta la hoja».

«Nosotros también queremos mantener una reunión con la Dirección», dice la nota en alusión a los sindicatos mayoritarios, «y que en el entorno descrito empiecen a mostrar los objetivos de la planta y PSA en relación a la relación a los modelos en línea 1» (el Crossland X y el C3 Aircross) «y otros asuntos que ya no pueden esperar».