Cooperativa San Valero incluye en sus proyectos de futuro una reorganización de sus bodegas

Cooperativa Vinícola San Valero (antes Grupo BSV) mira al futuro, y lo hace enraizada todavía más a esos orígenes cooperativos con los que nació y nunca ha perdido. Ha modernizado la imagen de sus bodegas y el etiquetado de su amplia gama de vinos, lanza nuevas producciones y contará con una nueva instalación Bodegaverde (San Nicolás de Tolentino, situada en Almonacid), que dispone del mayor viñedo ecológico de Aragón y cuyos primeros vinos con este sello saldrán al mercado en la primavera del próximo año.

Pero no son las únicas novedades con las que este grupo cooperativo, integrado por 500 socios, que emplea a 120 trabajadores y que produce 15 millones de botellas de vino, de las que el 60% tienen como destino más de 30 países de todo el mundo. Entre sus planes de futuro, más a medio plazo, San Valero estudia una segmentación y reorganización de sus bodegas, «para que cada una de ellas tenga su espacio propio». En este nuevo esquema, San Valero continuaría en sus instalaciones actuales. Bodegaverde, que produce vinos ecológicos, ocuparía la cooperativa San Nicolás de Tolentino (cuya integración está solo pendiente de la aprobación en ambas asambleas). Gran Ducay –dedicada a la producción de cava y que ahora está instalada en la parte trasera de San Valero se trasladaría a Tierra de Cubas -punta de lanza del enoturismo de la cooperativa–, donde se ha instalado una embotelladora para este espumoso. Y Particular, dedicada a los vinos de producción limitada, podría trasladarse al centro de Cariñena, a aquella primera bodega en la que San Valero comenzó su andadura, si bien su director general reconoció que para ello sería necesaria una adecuación de las instalaciones.

Lo explicó ayer el director general del grupo cooperativo, Ignacio Pastor, en el acto de conmemoración del 75 aniversario de la bodega. Una celebración que comenzó, como no podía ser de otra manera, con un brindis.

Es lo que hicieron el ministro de Agricultura, Luis Planas; el presidente de Aragón, Javier Lambán; el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, y el presidente de la Cooperativa Vinícola San Valero, José Antonio Ruiz, que levantaron sus copas –con el nuevo vino ‘500 manos’ elaborado para la ocasión– para celebrar la larga historia y el prometedor futuro de este grupo cooperativo, antes conocido como BSV, y que ahora vuelve a ensalzar en su nombre ese modelo cooperativo con el que ha recorrido ya tres cuartos de siglo.

Más de 200 invitados

Y lo hicieron con la bodega Tierras de Cubas de fondo. Porque ese fue el escenario elegido para el acto institucional, al que asistieron más de 200 personas (entre ellas autoridades y responsables políticos, pero especialmente representantes del mundo agrícola, empresarial y vitícola). En él se homenajeó a todos los viticultores que desde 1944 han impulsado el proyecto, comenzando por aquellos 66 socios fundadores que «con su trabajo, su voluntad, su unidad y visión» colocaron la primera piedra de un proyecto empresarial que se ha convertido en una de las bodegas líderes de la D. O. Cariñena.

Durante su intervención el ministro de Agricultura, Luis Planas destacó la importancia del modelo cooperativo como un «proyecto solidario, que suma», que mantiene la población en el medio rural, fija la actividad económica al terreno y que «ni en los peores momentos de la crisis ha dejado de defender sus raíces humanas».

El presidente aragonés, Javier Lambán, que felicitó a San Valero por la calidad de su producción, su capacidad de innovar y su nueva apuesta por lo ecológico, recordó que el 80% de la producción aragonesa con calidad diferencia es de vino. Este sector, dijo, «es un ejemplo a seguir para todo el sector de la agroalimentación, uno de los factores que están destinados a frenar la despoblación».

Del 'brexit', de los aranceles y de la reforma de la PAC

Puesto que el Reino Unido y Estados Unidos son dos de los mercados más importantes para el sector del vino, el ministro de Agricultura no podía pasar por Cariñena sin hablar de las incertidumbres que generan ambos países. Claro que respecto al ‘brexit’, Luis Planas llegaba con una «buena noticia» bajo el brazo. Acababa de anunciarse que Bruselas aplazaba la ruptura hasta el 31 de enero de 2020. Un nuevo plazo con el que se podría llegar a una «solución acordada», señaló el ministro, que insistió en que «para nosotros» es mejor una salida pactada. De todas formas señaló que habrá que esperar «al día después», pero se mostró convencido de que ante el nuevo escenario, España en general y el sector vitícola en particular se defenderán bien «en calidad, en precio y en presencia».

Planas quitó hierro a los aranceles de Estados Unidos, principalmente porque los vinos de calidad que llegan a este país tienen más de 14 grados y por lo tanto están al margen de la subida de aranceles anunciadas por Donald Trump. Señaló, sin embargo, que el posible impacto se podrá encajar «con programas de promoción tanto para para mantener como para abrir nuevos mercados». Y reiteró que en países terceros «queda mucho por hacer».

Aunque manteniendo la producencia porque «está por verificar y cuantificar», Planas se mostró convencido de que «la exposición del vino producido en Aragón a los aranceles es muy pequeña».

También habló de política comunitaria. Planas dejó claro que la Política Agraria Común (PAC) que viene «será muy diferente a las anteriores». Insistió en que pondrá el foco «en los agricultores que necesitan las ayudas y no en los que pueden obtener rentabilidad en el mercado». Y anunció que el Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola estará presente en la nueva PAC.