Un brindis (institucional) por la tradición y el futuro innovador de Cooperativa San Valero
El ministro de Agricultura, Luis Planas, y el presidente aragonés, Javier Lambán, ensalzan el origen cooperativo de la empresa integrada en la Denominación de Origen Cariñena, que cumple 75 años.
Nada mejor que celebrar los 75 años de una empresa vinícola que con un brindis. Es lo que han hecho hoy el ministro de Agricultura, Luis Planas, el presidente de Aragón, Javier Lambán, el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, y el presidente de Cooperativa Vinícola San Valero, José Antonio Ruiz, que han levantado sus copas -con el nuevo caldo ‘500 manos’ elaborado para la ocasión- para celebrar la larga historia y el prometedor futuro de este grupo cooperativo antes conocido como BSV y que ahora recupera y ensalza su origenes con un nombre Cooperativa Vinícola San Valero.
Lo han hecho con la bodega Tierras de Cubas de fondo. Porque ese ha sido el escenario elegido por la Cooperativa Vinícola San Valero (antes Grupo BSV) para celebrar el acto institucional con el que ha conmemorado su 75 aniversario. Un acto, en que han participado más de 200 personas, entre ellas autoridades y represantes políticos pero especialmente representantes del mundo agrícola, empresarial y vitícola, que ha servido para volver la vista la pasado y homenajear, primero a aquellos 66 socios fundadores, aquellos viticultores que con su “trabajo, voluntad, organización y visión” colocaron la primera piedra de aquel proyecto empresarial convertido en una de las bodegas líderes de la Denominación de Origen Cariñena, que vende más de 15 millones de botellas de vno al año, de las que el 60% tienen como destino más de 33 mercados de todos el mundo a los que llega con 45 marcas comerciales.
A esos orígenes de unidad y cooperación se ha referido el ministro de Agricultura, Luis Planas, que al destacar que que San Valero es “un excelente ejemplo de la pujanza del modelo cooperativo de España”, una fórmula empresarial, ha dicho, que “no solo juega un papel fundamental desde el punto de vista productivo, sino también como elemento clave en la fijación de la vida económica al territorio y que en ningún momento, ni siquiera en las peores épocas de la crisis ha perdido sus raíces humanas”.
Planas ha reconocido además la “excelente trayectoria” de la Cooperativa Vinícola San Valero, que en estos 75 años no ha dejado de adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas demandas, a las exigencias del mercado y del medio ambiente y que lo ha hecho, ha destacado el ministro, con innovación e internacionalización. Ha recordado, sin embargo, que “queda mucho camino por recorrer”, pero ha tendido la mano del Gobierno central para que todo el sector vinícola español, y por supuesto el aragonés tengan claro que cuenta con el apoyo del Ejecutivo.
Frente a las dificultades que presentan ahora el ‘brexit’ o los aranceles, Planas ha recordado a un auditorio repleto de viticultores y representantes del sector agroalimentario de Aragón, que estos solo son “accidentes en el camino” y ha augurado que vinos como los de San Valero y su organización cooperativa tendrán una exposición “mínima” a los nuevos impuestos a la importación establecidos por el presidente estadounidense.
La larga y exitosa trayectoria de la bodega también ha sido motivo de orgullo para el presidente de Aragón, Javier Lambán, que ha insistido que “San Valero destaca por su calidad, por su capacidad de innovar, y por decisiones de tanta relevancia como la apuesta por la producción ecológica”. Lambán ha insistido en que el Ejecutivo autónomo es consciente de que el sector agroalimentario es el sector estratégico por excelencia “que conecta con nuestras capacidades productivas, pero que es el que más efectos positivos tiene para la despoblación”. Y ha situado a la viticultura aragonesa como el ejemplo de lo hay que hacer para unir fuerzas, ganar peso y conquistar los mercados, especialmente los internacionales.
Proyectos de futuro
No ha sido un acto nostálgico, sino una conmemoración que mira al futuro. El presidente de la cooperativa y su director general, José Antonio Ruiz e Ignacio Pastor, respectivamente, han desgranado los nuevos proyectos con los que la cooperativa encara los años venideros. Ha recuperado, sin embargo, el nombre de antaño y atrás deja la denominación de Grupo BSV para dar valor a sus orígenes. Y bajo el nombre de Cooperativa Vinícola San Valero se agruparán ahora cuatro bodegas diferenciadas: Bodega Particular de San Valero, que ofrece una cuidada y exclusiva gama de producción limitada; Bodega Gran Ducay, la única de la D. O. Cariñena inscrita en la Denominación de Origen Cava; Bodega San Valero, que con la entrada de las nuevas generaciones renueva toda su gama; y su último proyecto, Bodegaverde, la marca con la que comercializarán los primeros vino obtenidos de la cooperativa San Nicolás de Tolentino, con la que hasta ahora mantenía un acuerdo comercial y que se integrará -una vez lo aprueben las asambleas- en Bodegas San Valero. Sus caldos, procedentes del mayor viñedo ecológico de Aragón, estarán en el mercado en primavera.
Esta nueva organización de las bodegas se ha completado además con una nueva imagen e identidad, con nuevos logotipos y presentaciones con las que los responsables del grupo quieren transmitir no solo la apuesta por una etapa de modernidad sino también los valores de la Cooperativa Vínicola San Valero. Un etiquetado que se ha adaptados a cada unas de sus colecciones y que lucirán los nuevos productos en los que trabaja el grupo, entre ellos las colección de monovarietales Celebrities, el nuevo cava Particular Garnacha Blanc de Noirs Reserva o los nuevos vinos elaborados con una variedad tan poco extendida como es la garnacha blanca. Para conmemorar la celebración de ese año, se ha elaborado un vino especial. Se llama ‘500 manos’ y con él se ha querido honrar a los socios de la cooperativa con una etiqueta desplegable con los nombres de todos ellos.
