economía

22 víctimas de explotación laboral atendidas hasta septiembre por UGT Aragón

El sindicato ha considerado "urgente" una ley contra la trata de personas en España y ha denunciado que en lo que va de año ha atendido más del doble de casos que el pasado.

Antonio Ranera y Pura Huerta, de UGT Aragón.
Antonio Ranera y Pura Huerta, de UGT Aragón.
Heraldo.es

Osman vino de Honduras hace dos años atraído por una oferta de trabajo que vio su mujer en internet para un puesto de confección donde tenían experiencia. Se vieron trabajando 11 y 12 horas al día, de lunes a domingo, encerrados bajo llave en una nave en Zaragoza. "Al principio uno es feliz porque tiene trabajo", ha reconocido, pero al tercer mes dejaron de pagarles lo que les dijeron y "solo nos pagaban a uno u otro", dinero con el que tenía lo justo "para pagar la habitación y comida". Es uno de los casos que han llegado este año a UGT Aragón, que ha presentado este lunes un informe sobre explotación y trata de seres humanos con fines de explotación laboral. Desde enero a septiembre el sindicato ha atendido 19 casos con 22 víctimas. "Es un tema bastante invisible, pero una realidad en Aragón", ha asegurado Pura Huerta, secretaria de Empleo y Formación de UGT Aragón. Además, ha habido un "aumento importante" de casos, desde los ocho del año pasado, ha apuntado Antonio Ranera, responsable del departamento de Migraciones de la organización.

El sindicato ha recordado que este viernes,18 de octubre, se celebra el Día Europeo contra la trata de personas. La explotación laboral es una de las variantes del trabajo forzoso, junto a la explotación sexual y la trata de seres humanos (mendicidad, matrimonios forzosos y comisión de delitos). En España afecta a 105.000 personas, que según estimaciones podrían alcanzar las 3.000 víctimas en Aragón de cualquier tipo de "esclavitud moderna".

Tratos vejatorios

El perfil que más se repite es el de una mujer, de entre 18 y 35 años, empleada de hogar, en trabajos de cuidados o agricultura. Como el caso de una joven de 21 años de Guatemala, con un bebé. "Trabajaba sin contrato 40 horas de lunes a viernes como empleada doméstica. Al principio me dijeron que me iban a pagar 500 euros, pero fueron unos 400", ha recordado. Del mismo país llegó otro joven al que contrataron fuera de Aragón para trabajar en el campo por 5,50 euros la hora, entre 10 y 12 horas diarias durante dos meses y medio que no llegó a cobrar. Salarios por debajo de los estipulado o inexistentes, jornadas prolongadas todos los días de la semana, ausencia de contrato, tratos vejatorios y degradantes y falta de medidas de prevención y seguridad laboral se repiten en muchos casos.

El sindicato ha atendido a 12 mujeres y 10 hombres, el 90% extranjeros, en su mayoría de Centroamérica, que "está protagonizando la más importante migración de los últimos años", dijo Ranera. El 60% de las víctimas trabajaban en agricultura y ganadería, empleo doméstico y de cuidados. Zaragoza ha concentrado 15 casos y los otros tres se han dado en Huesca. 

Los explotadores de las víctimas atendidas eran tanto españoles como extranjeros, principalmente, particulares en el ámbito del empleo doméstico y los cuidados, pequeños negocios en sectores como la construcción, hostelería, comercio, transporte y ganadería o empresas de servicios a terceros.

Ranera ha reconocido que las personas afectadas "suelen acudir al sindicato cuando su situación es extrema", han dejado de pagarles o les han despedido y no tienen ni para mandar a sus familiares en sus países de origen ni para vivir aquí. En esos casos resulta también más difícil investigar y que terminen en una denuncia. Al miedo a denunciar por la situación irregular en la que se encuentran en España se une la necesidad de cobrar un salario de subsistencia. El sindicato está en contacto con la Inspección de Trabajo, la Policía y la Guardia Civil, asesora y hace labor de acompañamiento social. Ha lamentado que haya "cierta tolerancia social en algunos ámbitos" y que en España todavía no exista una ley contra la trata de personas, que ha considerado es "urgente". Además de ratificar el convenio de la OIT sobre trabajo decente para las empleadas domésticas. Ha pedido una mesa de coordinación sobre la explotación y trata laboral en Aragón o que al menos se integre esta cuestión en otras ya existentes.

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