Producir cinco veces más, sobre todo semirremolques de aluminio y camiones de basura de carga lateral, así como ganar en exportación, que supone ya el 60% de las ventas, es lo que ha llevado al grupo industrial Ferruz a unificar en el Polígono Tecnológico del Reciclado (PTR) la actividad de sus cuatro fábricas, que tenía dispersas en varios polígonos, y hacerlo en un tiempo récord. "Abrirnos al mundo". Con esa intención nace esta planta, "para poder crecer en cualquier mercado", afirma José Luis Ferruz, presidente del grupo.

"He cumplido el compromiso que anuncié en febrero de 2018 ante el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, de construir esta sede productiva en el PTR y se ha respetado tanto el proyecto como las inversiones y la creación de 20 nuevos empleos, que se suman a los 150 que teníamos", destaca Ferruz, que espera poder inaugurar la nuevas instalaciones en octubre. Aunque desde marzo las vienen ocupando, están ahora con la instalación de la maquinaria adquirida y asentando las líneas productivas. "No hemos parado la actividad. Desde el primer día del traslado se ha seguido atendiendo a los clientes y eso nos ha llevado a momentos críticos. Así seguiremos todo el verano con dos turnos de trabajo", asegura.

Dos grandes edificios con 40.000 metros construidos en total sobre una parcela de 130.000 les han permitido juntar cuatro negocios en uno: la matriz, Olehidraúlica Ferruz, especializada en fabricar cilindros hidráulicos telescópicos, que estaba en el Camino de Enmedio (carretera de Castellón); Fd7, en Valmadrid, dedicada a hacer ejes de rodaje y a distribuir neumáticos, que solo mantendrá allí la unidad logística; FM5, que produce camiones de basura y semirremolques de aluminio, localizada antes en Malpica, y FC9, productora de cilindros hidráulicos de simple y doble efecto, que estaba en el polígono Tecnum.

"Se mantiene la previsión de crear 75 nuevos empleos en dos años", añadió Ferruz, "aunque nos estamos encontrando con las dificultades que afectan a la industria en general, que es la falta de personal cualificado". Algo con lo que tendrán que seguir lidiando para que el reto de duplicar la facturación –más de 50 millones en 2018–, en los próximos tres años se logre. "El objetivo del traslado ha sido unificar todos los departamentos: producción, contabilidad, ingeniería. Tenerlo todo y a todos en una sola planta", señala.

La razón de ser de esta ampliación ha sido crecer sobre todo en exportación: "en las áreas de ejes y cilindros hidráulicos, Ferruz ya lidera el mercado nacional", reconoce el presidente del grupo. En el área de remolques de aluminio, "la producción nacional y destinada a la exportación será en 2019 cinco veces superior a la de 2018. Francia es un mercado que demanda mucho este producto y Gran Bretaña también", añade. En la división de camiones compactadores de residuos sólidos urbanos, "estimamos que la producción será cinco veces mayor, si bien nos centramos de momento en el mercado nacional".

Por el momento llevan ya quince camiones recolectores-compactadores de carga lateral entregados, principalmente a Andalucía, Ibiza y Comunidad Valenciana y tienen 8 en cartera de pedido. La falta de mano de obra muy especializada, a la que tienen que ir formando, explica, es un handicap, aunque la previsión es llegar a hacer bastantes camiones más de los cinco al mes que fabrican en la actualidad. "Los ayuntamientos llevan doce años sin invertir y tendrán que ir reponiendo toda esa flota de camiones de basura". En España, indica el empresario aragonés, Ferruz es el único fabricante. "El competidor es Italia, pero nuestro vehículo de carga lateral está patentado e incorpora mucha más tecnología", subraya el industrial, cuyos productos se comercializan hace tiempo en todo el territorio español, Europa, norte de África o América Central.

"Para nosotros el mercado de Europa es muy importante. En Estados Unidos y Canadá hemos entrado hace dos años y medio. Hay que exportar: en el sector nacional se nota cierto agotamiento", indica. De ahí la inversión de 25 millones en estos últimos años: "Mi padre amaba la industria como yo. Y mis hijos están apoyando a su padre en lo que haga falta para poder crecer: 200 familias vivimos de ello". Convencido de que este sector debería estar mucho más apoyado en España, el siguiente paso, dice, es aprovechar cuanto antes toda la capacidad productiva de las nuevas naves.

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