ECONOMÍA

La filóloga oscense que enseña a las máquinas a entender

La lingüista Cristina Aranda, de la mano de la firma singapurense Taiger, aplica la inteligencia artificial al procesamiento del lenguaje natural. 

La filóloga oscense Cristina Aranda ofrece conferencias por todo el mundo.
La filóloga oscense Cristina Aranda ofrece conferencias por todo el mundo.
C. A.

La lingüística ha ampliado sus horizontes profesionales en el contexto de una revolución tecnológica que ha dejado de ser un ámbito exclusivo para ingenieros, matemáticos o físicos. La inteligencia artificial (IA), que precisa cada vez más de perfiles humanísticos para abordar el procesamiento del lenguaje tanto oral como escrito, fue el vehículo que llevó a la filóloga oscense Cristina Aranda a la compañía Taiger, proveedor oficial de soluciones tecnológicas del Gobierno de Singapur. La empresa recaba información a través de la llamada "semántica de los datos", una metodología que permiten automatizar el etiquetado de documentos desde financieros hasta legales, logísticos e, incluso, personales.

"El reto más grande al que se enfrenta la lingüística aplicada a la IA parte de la inferencia, de la capacidad de la máquina de desarrollar un contexto para comprender a nivel general aquello que lee o las búsquedas del usuario", advierte Aranda, una de las ponentes en el IAragón Summit celebrado el mes pasado en Impact Hub Zaragoza. El sistema de Taiger permite ahorrar horas de revisión de documentos al proporcionar una suerte de etiquetado estructurado en función de las palabras empleadas, una tecnología que facilita enormemente encontrar el texto requerido.

La filóloga comenta que el perfil profesional de Taiger abarca desde ingenieros a lingüistas, "porque ahora se han dado cuenta de que el desarrollo de la IA requiere procesar el lenguaje natural, la voz, la comunicación. Buscamos información en Google con palabras, hablamos con Alexa… Y eso es filología pura", insiste. Para más precisión, la herramienta que desarrollan entiende tanto la sinonimia como la antonimia, pero también relaciones léxico-semánticas entre vocablos.

Asistentes virtuales o buscadores inteligentes

Esta tecnología permite a Taiger la creación de asistentes virtuales o buscadores inteligentes, aplicaciones centradas en la gestión eficiente de la información. Pero no solo tienen utilidad a nivel técnico: también desde una perspectiva individual, personal, emocional. Aranda explica que la compañía "investiga el análisis del sentimiento a través de las producciones textuales de los usuarios en las redes sociales". Y que esta mina de datos es empleada por sus clientes para generar nuevos productos, enfocar los existentes o, incluso, elegir el devenir de ciertos personajes de series televisivas en función de la percepción que la audiencia tenga de ellos.

Otra de las aplicaciones que desarrolla Taiger consiste en el análisis de textos para realizar una selección de personal. A través de estos documentos, la tecnología es capaz de observar rasgos de carácter o aptitudes en aras de elegir al candidato más adecuado. A este respecto, Aranda incide en la importancia de controlar los sesgos, especialmente los de sexo; puesto que, en el caso de las empresas tecnológicas, la máquina puede llegar a la conclusión de que el perfil idóneo es masculino, al ser este el más habitual.

El camino que llevó a esta lingüista oscense a sumergirse en esta tecnología fue fortuito, aunque siempre se había sentido atraída por la innovación, el desarrollo de webs o los redes sociales: "Estudié psicolingüística, memoria, adquisición del conocimiento; todo lo relacionado con la estructuración de la realidad a través del lenguaje. El procesamiento del mismo tiene cada vez más presencia en la IA. Y pocas cosas son más filológicas que eso".

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