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Tavares pide a los sindicatos de Opel más productividad y alude a la competencia de Marruecos

El presidente del grupo PSA visitó la planta de Figueruelas el pasado 15 de mayo y vio la evolución del proyecto Corsa.

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Carlos Tavares, director ejecutivo (CEO) del grupo PSA.
PSA

El presidente del grupo PSA, Carlos Tavares, tiene muy claras las recetas que hay que defender para conseguir resultados positivos en una empresa del sector de automoción. Los números conseguidos en la compañía que agrupa a Peugeot, Citroën y DS, cuya dirección ejecutiva asumió en abril de 2014, y los registrados tras la integración en la multinacional francesa de Opel –en agosto de 2017– parecen darle la razón. Su receta, al final, se resume en trabajar más para ganar en productividad o en intentar reducir costes para ser más competitivos. Así lo hizo saber el pasado 15 de mayo a una representación del comité de empresa de la planta de Opel España en Figueruelas, donde hizo alusiones a la creciente competencia que en el sector viene del norte de África, en particular de Marruecos.

Con una agenda muy apretada, Tavares visitó la fábrica zaragozana y en sus instalaciones tuvo encuentros con directivos y mandos intermedios para seguir la evolución de los procesos productivos en marcha en la factoría, en particular del proyecto del nuevo Corsa, modelo que se ensamblará en serie desde este otoño y que desde 2020 tendrá una versión eléctrica. Según fuentes sindicales, lo ajustado de la agenda, que incluyó reuniones con responsables de las plantas del Clúster Ibérico de PSA (en la que están las de Figueruelas, Vigo, Madrid y Mangualde, en Portugal), limitó la cita con los miembros de la permanente del comité de empresa de Opel España a un discurso sin preguntas. La empresa no hizo comentarios.

Críticas sindicales

"Tan importante como explicar qué se está haciendo en la empresa es escuchar a los trabajadores, que forman parte de ella", apuntó José Carlos Jimeno, portavoz de la sección sindical de UGT en el comité de Opel en Zaragoza. "Fuimos la primera planta en ponernos a disposición de PSA cuando este grupo adquirió Opel y nos merecemos ese trato de interlocución", añadió antes de señalar que ya hizo saber esa crítica a Juan Antonio Muñoz Codina, director general de la planta de Figueruelas y máximo responsable del Clúster Ibérico de PSA.

En la misma línea se expresó Santiago Arcos, portavoz en la fábrica de CGT, segundo sindicato (con CC. OO.) con más representación en el comité después de UGT. "Nos dejó con la palabra en la boca, no tuvo el detalle de escuchar la opinión de los trabajadores", se quejó.

Tanto Jimeno como Arcos reseñaron que entre las claves del discurso de Tavares destacaron sus referencias a la calidad, a la necesidad de ser más competitivos –"sibilinamente dice que hay que bajar el precio de fabricación de cada coche y que hay que saber de la referencia de la competencia industrial que nos viene del norte de África", recordó el portavoz de CGT– y de las crecientes exigencias que en materia medioambiental se están planteando a los productores de automóviles en Europa. El presidente de PSA es quien representa a la patronal de fabricantes europeos (ACEA) en el diálogo sobre esta cuestión en la UE.

"Siempre se nos ha hablado de la planta de PSA en Kenitra (Marruecos), aunque la idea es que esta produzca para el norte de África, lo que no quita que también lo haga para el sur de Europa", relató Jimeno. En su opinión, estamos en un escenario similar al que se planteó a los alemanes o a los franceses cuando los fabricantes vinieron a España porque aquí los costes (entre ellos los laborales)eran más bajos. "Y en Francia y Alemania se sigue produciendo", dijo, sin olvidar que en España hay asignada aún mucha producción a pesar de la competencia surgida en países de Europa del Este, hecho que atribuyó a la responsabilidad negociadora de sindicatos como UGT.

Stopel también fue muy crítico con el "monólogo" de Tavares –"no tuvimos derecho a réplica, soltó lo que tenía que decir y se fue", apuntó en una nota– y señaló que "nos parece gracioso que alguien que cobra más de 6,7 millones de euros al año nos pida que nos apretemos el cinturón a los que estamos cobrando 1.600 euros al mes", una crítica que también comparten en CGT.

La visita anterior a Figueruelas del ‘patrón’ de PSA fue el 16 de mayo de 2018, si bien entonces CGT –recordó Arcos– declinó participar en la cita con los sindicatos.

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