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"La inteligencia artificial dibuja nuevos escenarios, pero es la mente humana la que debe explorarlos con ella"

El codirector de la iniciativa MIT para la Economía Digital, Andrew McAfee, ha participado en el XVI encuentro Hoy es Marketing, organizado por ESIC en Madrid.

El conocimiento humano se ha convertido en la actualidad en un lastre para la inteligencia artificial (IA). Y aunque es cierto que la tecnología gana al hombre en prácticamente cualquier disciplina, no lo consigue en todas. La ponencia del codirector de la iniciativa MIT para la Economía Digital, Andrew McAfee, en el XVI encuentro Hoy es Marketing, organizado por ESIC este miércoles en Ifema Feria de Madrid, ha estado repleta de predicciones en torno al modo de vivir que las máquinas definirán: "La IA dibuja nuevos escenarios, pero son las mentes las que deben explorarlos con ella", ha sentenciado.

Este novedoso panorama parece socavar la relevancia del cerebro humano, relegarlo a un segundo plano; pero, según McAfee, la importancia de este órgano será siempre capital. Y sobre todo en cuatro variables, irreemplazables por las máquinas: sentido común, capacidad de hacerse preguntas, habilidades sociales o facilidad de cooperación. El directivo ha adelantado que estas serán las más valoradas por parte de las compañías a la hora de fichar al talento del futuro.

Capacidades humanas

El sentido común, desde un punto de vista moral, ha permitido al personal de Uber corregir la tecnología que hace crecer los precios de forma exponencial cuando también lo hace la demanda, como ha sucedido en caso de atentados. Por otra parte, la capacidad de preguntar humana humana es fundamental para orientar las respuestas que pueden ofrecer los ordenadores. Y respecto a las habilidades sociales -negociación, coordinación, empatía- McAfee ha destacado que no existen de forma artificial, que son inherentes a las personas. En este sentido, el directivo tiene claro que la tecnología seguirá el camino que se le marque.

Pero las máquinas son cada vez más poderosas. Y la IA, es decir, la capacidad que tienen estas de aprender de forma autónoma, es mucho más rápida que la humana. La tecnología gana a las personas hasta en juegos inventados hace milenios, como puede ser el ajedrez. "Y no porque sean mejores que nosotros, sino porque actúan distinto. Predicen en función de miles de entrenamientos contra sí mismas", ha desvelado. Paradigma de esta afirmación fue la derrota del campeón de Go, el chino Ke Jie, al ser vencido por la tecnología: "Nadie conoce realmente Go tan bien como esta máquina", alertó.

Incluso en aquellos juegos que se basan en información escondida -"en los que el ser humano tiene ventaja como experto en mentir", ha bromeado-, la máquina acaba por vencer. "Después de una serie de derrotas, los científicos decidieron enseñarle a la tecnología simplemente las normas, para que esta desarrollara sus movimientos a su gusto. Fue entonces cuando ganó", ha insistido.

La IA también es indiscutiblemente más efectiva que la humana en ciencias complejas como la medicina, especialmente en la genética, donde "duplicó en un año el progreso que los expertos habían logrado en diez en el área de la fermentación. La IA tiene ventaja, porque la naturaleza es más difícil de lo que podemos llegar a imaginar como personas; pero no para ella", ha sentenciado.

Para lograr este avance, la máquina testeó todos los modelos genéticos hasta el momento existentes hasta dar con algunos que ni siquiera los expertos sabían cómo funcionaban; pero que, en definitiva, eran más efectivos. Y lo mismo hizo en algunos modelos que permiten reducir el uso de energía de formas impensables. "Es en ámbitos inherentes al ser humano, como la capacidad de reconocer caras, ámbitos que no nos es posible explicar cómo funcionan, donde todavía guardamos ventaja", ha concluido. El futuro dirá por cuánto tiempo.

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