Un inspector de trabajo se presenta en las casetas de Jerez

Advierte que en agosto debe estar implantado, pese a que muchas pymes aún no lo tienen, y que controlarán todos los sectores.

Un grupo de inspectores se presentó en las casetas de la Feria de Jerez y pidieron los registros.
Un grupo de inspectores se presentó en las casetas de la Feria de Jerez y pidieron los registros.
Efe

La finalidad de la nueva ley que obliga a todas las empresas a llevar un registro diario de la jornada laboral de sus trabajadores es destapar esos 2,6 millones de horas extras que se hacen a la semana y no reciben a cambio ninguna remuneración ni, por tanto, cotizan a la Seguridad Social. Para descubrir este fraude, la Inspección de Trabajo ya está en marcha y "va a poner todo el ahínco para que todas esas horas extras se afloren". Así lo confirmó la presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo, Ana Ercoreca: "Puedo constatar que la Inspección ha empezado desde el minuto uno, desde el mismo día 12 en que entró en vigor la norma", aseguró esta funcionaria, que precisó que compañeros suyos ya han visitado empresas y han pedido los registros horarios, aunque desconoce si han impuesto alguna sanción.

A este respecto, Ercoreca negó haber recibido directriz alguna por parte del Ministerio de Trabajo para no imponer multas en estos momentos iniciales, algo que dejó caer la ministra Magdalena Valerio la pasada semana cuando aseguró que los inspectores actuarán "con cabeza, mesura y sentido común" y que darán a las empresas "un margen de maniobra" si esta se encuentra en fase de negociación para implantar el sistema, aunque no lo tenga.

Fuentes del ministerio negaron que se haya fijado un plazo concreto de permisividad y desde el Sindicato de Inspectores hablan de "un tiempo prudencial", algo que supone, a su juicio, que "en agosto o septiembre" este registro ya tiene que haberse implantado en las empresas porque "han tenido tiempo suficiente". El ‘modus operandi’ será igual que siempre: harán un requerimiento a la compañía en caso de que haya algún tipo de irregularidad y se les dará un plazo para que solucionen el problema. Si pasado ese tiempo se incumple el requerimiento, se agravará la sanción.

Ercoreca mostró su satisfacción con la medida: "España tiene que estar orgullosa de poner mecanismos para limitar las jornadas", apuntó, dejando claro que ahora cuando van a inspeccionar sí se puede comprobar cuál fue la jornada que hizo el día anterior un trabajador y cuál tiene ese día. Dejó claro que el registro se tiene que entregar en el momento de la inspección y no sirve un mes después. Lo que sí le hubiera gustado a esta inspectora es que esta medida hubiera sido "más ambiciosa" y contemplara multas por cada trabajador y no por empresa.

¿Habrá negocios que estén más expuestos a recibir una inspección por ser de un determinado sector? Pese a que se ha dicho que la hostelería y el comercio serán las actividades más afectadas, no lo piensa así la presidenta del Sindicato de Inspectores, que considera que "se hará por igual en todos los sectores". Sí advierte que es habitual hacer visitas en temporada alta. Así por ejemplo, ahora hay una campaña específica en el campo, y es habitual establecer campañas de hostelería en verano o acudir también en los momentos de fiestas o celebraciones. Así ocurrió en la pasada Feria de Jerez, cuando un grupo de inspectores se presentó en las casetas y pidió el registro horario de todos los trabajadores.

"Creo que ahora cada vez que se haga una visita se pedirá el registro de la jornada", apuntó Ercoreca, que advirtió que también harán visitas en horarios especiales, como por la noche, los fines de semana... Lo que por el momento no está contemplado por parte del ministerio es realizar una campaña específica para ello, como sí hay, por ejemplo, para el trabajo a tiempo parcial.

Las pequeñas empresas son las más afectadas con esta medida, puesto que la mayor parte de grandes compañías ya tienen implantado algún tipo de sistema de control. "El empresariado de la pyme está intentando adaptarse a una norma que no comprende", explicó el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, quien manifestó su "desacuerdo" con una ley que, a su juicio, va a suponer un "deterioro" de la relación entre empresario y trabajador.

Aún así, explicó que "la empresa está sensibilizada y buscando una solución para cumplir con la ley", aunque mostró sus dudas de que "todo el mundo haya podido adaptarse a la norma". Es más, piensa que hay "muchísimas empresas" que no han conseguido habilitar un procedimiento todavía y funcionan en su mayor parte con una "hojita fotocopiada" al uso.

Las empresas piden claridad a la norma

La nueva norma "está sembrando el caos" entre las pymes, criticó la pasada semana el presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita. "Se ha hecho precipitadamente, sin consultar con los agentes sociales", y esconde "un afán recaudatorio", dijo. Por eso, su organización pidió la retirada de esta norma hasta que haya un marco regulatorio claro. Desde CEOE Aragón, su presidente Ricardo Mur, señaló, que ya advirtieron en su día "de los riesgos que tenía implantar una medida como la del registro de la jornada en tan poco tiempo y con una legislación tan ambigua como se ha hecho, lo que ha generado un caos en las empresas". En su opinión, lo que "debe hacerse es una interpretación clara de la norma por parte del Gobierno para que todas las empresas tengamos claro lo que hemos de hacer".

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