Impuestos

El Gobierno retrasa a 2020 su subida fiscal de 5.654 millones ya prevista

Prevé llegar al equilibrio presupuestario en 2022 y elevar la presión impositiva en más de 26.500 millones en cuatro años, aunque no detalla de qué forma lo hará

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Efe

El nuevo Gobierno que Pedro Sánchez conforme una vez sea investido por el Congreso -todavía está por ver con qué apoyos contará- quiere un horizonte de tranquilidad a corto plazo antes de pensar en posibles ajustes para cumplir con las metas presupuestarias que requiera la Unión Europea. Por eso, en la actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022 remitida a última hora de este martes a Bruselas, retrasa un año la subida de impuestos por valor de 5.654 millones de euros que ya había incluido en su fallido proyecto presupuestario para 2019.

Ese texto estaba pactado de antemano solo con Podemos, por lo que da entender que se repetirá el mismo acuerdo solo que ya incluido en los Presupuestos del Estado para 2020 que presentaría en septiembre para una tramitación, a priori, normal antes de finales de año. Ahí se incluirán también los dos nuevos tributos previstos, el que gravará las transacciones financieras (estima 850 millones anuales de recaudación) y la llamada 'tasa Google' sobre "determinados" servicios digitales (otros 1.200 millones al año).

Esa lista de actuaciones incluye la limitación a las exenciones fiscales en el impuesto de sociedades (1.776 millones) y la subida del IRPF para rentas superiores a 130.000 euros anuales (328 millones). Argumenta el Ejecutivo ante las autoridades comunitarias que, «dada la actual situación política», el planteamiento para 2020 no incluiría «más medidas de las ya planteadas».

Tampoco para 2021, donde espera que la evolución de ingresos y gastos "permita alcanzar los objetivos de déficit" público que plantea: 2% este año, 1,1% en 2020 y 0,4% en 2021, para luego alcanzar el equilibrio presupuestario en 2022. Para ello prevé que la ratio de ingresos respecto al Producto Interior Bruto (PIB) suba al 40,7% en 2022 frente al 38,9% de 2018, esto es, casi 21.724 millones más en cuatro años.

Parte de ese incremento "paulatino" -argumenta- llegará por "la favorable evolución" de la economía, que a su vez impulsará "el crecimiento de las bases imponibles y la recaudación". El resto -no concreta en su programa cuánto- respondería directamente a su "estrategia" de "incrementar la recaudación agregada con el objetivo de ir acercando los niveles de tributación de España a la media de países de nuestro entorno".

Estima el Ejecutivo de Sánchez que la presión fiscal subirá del 35,1% de 2018 al 37,3% en 2022, un nuevo máximo en la serie histórica, pues el anterior se situó en el 37,1% en 2007, justo antes del estallido de la crisis. Se trata de 2,2 puntos más, por lo que se puede calcular que el aumento de recaudación impositiva se disparará hasta 26.551 millones de euros en ese período considerando la riqueza nacional actual (1,20 millones al cierre de año pasado).

Con estos cálculos espera mitigar los 806 millones en que se elevará el gasto anual a causa de los decretos aprobados los dos últimos meses en los llamados 'viernes sociales'. Sostiene que hasta 2020 todas las partidas de gasto bajarán en términos de PIB -el total quedaría en el 40,7% en 2022- salvo las prestaciones sociales, que crecerán.

En cualquier caso, el PIB irá en descenso paulatino en ese tiempo, desde el 2,2% en 2019 al 1,8% en 2022. Aunque el paro también disminuirá en el mismo plazo, pasando de una tasa del 13,8% al 9,9%. Igualmente irá perdiendo peso la deuda pública, cuya ratio respecto a la riqueza nacional pasará del 97,1% con que se espera cierre este ejercicio hasta el 91,4% en 2021, bajando un año después de la frontera del 90% (88,7% en 2022), lo que supone un recorte de 8,4 puntos en cuatro años.

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