El Banco de España advierte de que el nivel de activos dudosos continúa siendo superior al de antes de la crisis
Resalta el "enorme" esfuerzo realizado, pero cree que aún se debe acelerar el saneamiento.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido de que el nivel de activos dudosos y de inmuebles adjudicados en los balances de las entidades financieras continúa siendo elevado, incluso superior al observado antes de la crisis.
Así lo ha indicado en una carta incluida en la Memoria de la Supervisión Bancaria en España en 2018, documento en el que se expone que los activos dudosos del sector privado residente se han reducido en un 63%, desde su máximo a finales de 2013.
De este modo, hace casi cinco años representaban unos 190.000 millones de euros, mientras que en septiembre de 2018 se situaban en 72.000 millones de euros.
Ante estas cifras, el gobernador de la institución monetaria ha resaltado el "intenso" proceso de saneamiento, recapitalización y reestructuración realizado por la banca española, con lo que ha mejorado "notablemente" la calidad de sus activos, su rentabilidad y su solvencia.
Asimismo, considera que esta "significativa" reducción desde sus máximos se ha debido a la recuperación económica y a la gestión activa por parte de las entidades. De hecho, ha remarcado que las ventas de activos improductivos llevadas a cabo en 2018, han sido "especialmente relevantes".
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, también ha hecho referencia a este asunto en una entrevista incluida en la Memoria. En su opinión, el esfuerzo realizado "es evidente", pero cree que es importante que la banca mantenga el impulso actual.
"Durante 2018 se han dado importantes pasos en este sentido, ya que los bancos españoles han sido muy activos en la venta de carteras dañadas en inmuebles adjudicados, lo que les ha permitido mejorar la calidad de su activo y ahorrar en costes de gestión", ha apuntado.
Delgado ha explicado que las entidades deben lograr a medio plazo un nivel de cobertura adecuada de estos activos improductivos que mantengan en balance, mientras que les requiere una planificación propia en estrategia de desinversión teniendo en cuenta la guía del Banco Central Europeo (BCE).
