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Sube la luz el 1 de abril: así puedes ahorrar en tu factura

A partir del 1 de abril, la factura de la luz subirá una media de 1,5 euros mensuales. Aquí se detalla una serie de consejos para pelear individualmente contra el alza de la tarifa.

Una bombilla encendida
Una bombilla encendida
Oliver Duch

El 1 de abril subirá la factura de la luz, aproximadamente 1,5 euros de media por usuario y mes. En octubre del año pasado, el gobierno suspendió el impuesto del 7% a la generación eléctrica para frenar las alzas en los precios de la factura, una medida temporal; con el fin anticipado de la legislatura, esa iniciativa no ha desembocado en una reestructuración del sector, que era el plan real. Como la repercusión de este hecho es para los clientes finales, conviene conocer una serie de medidas que pueden ayudar al ahorro en este asunto de manera individual.

Consulta tu potencia contratada en casa

Para empezar, hay que saber a cuánto asciende la potencia contratada, y en caso de tener más de la necesaria, rebajar esa cifra; puede hacerse una vez al año. La potencia contratada aparece en los detalles de la factura, en los que se especifican por separado las cantidades por este concepto y por y energía consumida, además de los impuestos y el alquiler de los equipos. También es interesante contratar la llamada ‘factura nocturna’, que disminuye los costos en las horas finales del día, en las que la mayoría de los ciudadanos suelen estar en sus casas tras la jornada laboral; es en esas horas cuando se aprovecha para las tareas domésticas que requieren de más consumo de electricidad, desde la cocina a las lavadoras o lavavajillas, además del uso de electrodomésticos recreativos. También es mejor tener un contrato a precio variable, que ‘reacciona’ a las circunstancias puntuales de la economía.

Servicios extras que no contrataste

Otro asunto que debe revisarse es el número de servicios extras contratados, a veces de manera inconsciente. Más allá de su utilidad real, hay que revisar los cobros por el mantenimiento de las instalaciones (muy común), servicio de urgencia, protección de electrodomésticos (que podría solaparse con el seguro del hogar), seguro de pagos o certificados de eficiencia energética, dirigido sobre todo a quienes quieren sumar ese dato a su oferta de piso de alquiler o compra, e inútil para el resto de consumidores.

Bono social

En casos puntuales, se puede solicitar el Bono Social, que supone un ahorro entre el 25 y el 40 por ciento en la factura cuando se tiene contratado el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Está ideado para las economías bajas (vulnerables o en riesgo de exclusión social), las familias numerosas y personas que puedan acreditar un grado de discapacidad superior al 33%, amén de víctimas de terrorismo o de violencia de género.

Algunas soluciones

En cuanto a soluciones caseras y en la medida de lo posible, hay que evitar el uso de varios electrodomésticos a la vez, especialmente los que utilizan resistencias. La nevera es el electrodoméstico que más gasta; el siguiente es la lavadora. En este último caso, lo mejor para ahorrar es usar los programas cortos y en frío. Pasar de 30 a 60 grados equivale al doble de gasto. Lo mismo ocurre con el lavavajillas. Otro truco interesante, para que la interacción térmica no perjudique al rendimiento de ambos aparatos, es que el frigorífico y el horno no estén físicamente juntos.

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