Gerardo Cuerva: "La pyme española se encuentra estresada por la presión fiscal"

Asumió usted la presidencia de Cepyme el pasado 16 de enero. ¿Cuáles son sus prioridades en la organización?

Las prioridad de esta presidencia es estar al servicio de la pequeña y mediana empresa. El 99,8% de las empresas españolas son pymes, pero eso se queda en un titular. En la realidad del día a día de nuestra sociedad , y principalmente de los distintos gobiernos, no se refleja esa máxima.

¿No se refleja porque se atiende más a la gran empresa que a la mediana y a la pequeña?

Que tenga yo una empresa con baja facturación en relación con otras grandes compañías o un número de trabajadores reducido no quiere decir que mi pensamiento sea pequeñito. ¿Qué le pido a las administraciones? Que pongan en el centro de atención de cualquier política que desarrollen, y me atrevería a decir que no solo las políticas sino las económicas, a la empresa, y en este caso a la pyme. Yo vengo del sector de la energía y estoy harto de que toda norma se hace para el grande y se adapta al pequeño, mediante una transitoria o una adaptación a la norma. ¿Por qué si somos el 99,8% primero no se legisla para el grande y luego adaptamos para el pequeño? ¿No sería más sencillo pensar en el pequeño, aunque sea a lo grande? ¿Pensar en el pequeño y adaptar la norma al grande?

¿Cree que hasta ahora no se ha defendido bien a la pyme?

Yo no quiero juzgar épocas pasadas, solo quiero mejorar lo que se ha hecho. Y_usted me da una oportunidad para hablar de la etapa anterior en Cepyme. En los últimos seis años que ha estado al frente Antonio Garamendi Cepyme ha cogido una posición que yo creo que es la que merecía. Ahora queremos mejorar lo que se ha hecho.

¿La llegada de Garamendi a la presidencia de CEOE puede dar más confianza a la pyme de que se defenderán sus intereses más que antes?

Yo creo que Antonio está bastante sensibilizado. Él y todo el equipo. Y sabe que la CEOE no pueda vivir ajena a que el 99,8% de las compañías españolas son pymes. En ese sentido, bajo esta unidad de acción creo que hay espacio para la defensa de los intereses más particulares desde una visión de la pequeña y mediana empresa. Recientemente también ha entrado ATA. Nuestra obligación como Cepyme es potenciar eso. Aquí hay un claro ejemplo en Aragón. Cepyme Aragón funciona muy bien, entiende perfectamente los intereses y las necesidades de la pequeña y mediana empresa y así la hace. ¿Es eso antagónico con que haya una organización que es CEOE Aragón, que también defiende los interseses de los empresarios?

¿Cree que Cepyme Aragón tendría que integrarse en CEOE Aragón?

Yo lo que digo es que cada uno en su casa tiene que organizarse de la mejor forma que crea oportuno. Si el mundo de la empresa en Aragón cree que tiene que estar unificado en una asociación única lo hará, si cree que mejor en dos lo hará y si tienen que estar en 32 también lo hará. Yo no soy quién para organizar la casa de nadie. Sí pediría a las organizaciones empresariales en Aragón que defiendan al mundo de la empresa y los intereses de las pymes.

¿Cree que habría que tocar la reforma laboral? El Gobierno actual quiso hacerlo.

No entendemos las medidas que quería introducir este Gobierno, no las compartimos porque creemos que van en detrimento del mantenimiento del empleo y de la actividad empresarial. No se debe apartar al diálogo social del mundo legislativo, como se ha hecho por ejemplo con el salario mínimo interprofesional, en el que se habían establecido unos crecimientos pausados en función de las actividades empresariales y el Gobierno unilateralmente decidió el cambio. Invitamos a los gobiernos a que no cojan ese camino, que tengan en cuenta que el diálogo social es un activo que tenemos que preservar.

¿Habría que hacer alguna reforma más?

Estamos elaborando un documento en el que glosamos cuáles son las prioridades de la pyme. Las hay en el ámbito laboral, en el de la financiación y en un ámbito muy importante que es la fiscalidad. Realmente la empresa española, la pyme, se encuentra estresada por la presión fiscal. Cualquier medida de cualquier gobierno, y este último así lo ha hecho, se correspondía con un ingreso que venía vía presión fiscal. Creemos que ese no es el camino. Estresar más a la empresa española no es lo adecuado.