agricultura

El campo mira al cielo: Si no llueve ya habrá "pérdidas irreversibles" en el cereal

La falta de precipitaciones y las altas temperaturas han adelantado el ciclo del cultivo que comienza a resentirse por el estrés hídrico. Los ganaderos de extensivo ya han tenido que hacer aporte de alimento a sus animales ante la falta de pastos.

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Campo de cebada en el que el calor ha provocado ya un espigamiento que no tendría que haber llegado hasta casi dentro de un mes.
UAGA

El campo aragonés mira el cielo. Y lo hace con extrema preocupación. La ausencia total de lluvia comienza a inquietar a los agricultores aragoneses, especialmente a los cerealistas, cuyos cultivos no han recibido una gota de agua desde que comenzó el año. “Estamos francamente preocupados”, señala el secretario general de UAGA, José María Alcubierre, que destaca que lo peor no es lo que ha sucedido hasta ahora sino que “no se prevén lluvias en los próximos 15 días”.

En Monegros, Ribera del Ebro, Belchite, las zonas históricamente más secas de Aragón, “ya comienza a haber mermas”, explica Alcubierre, que insiste en que a la falta de lluvias se suman unas elevadas temperaturas que han hecho espigar las cebadas y en muchos de estos cultivos está comenzado a salir el tallo e incluso están ya amarilleando. «Es muy pronto para todo esto, se ha adelantado mucho el ciclo», lamenta el líder de UAGA, que reconoce que la organización agraria prefiere no hablar todavía de sequía «porque con esto hay que ser muy serio», pero reconoce que si no llueve ya las pérdidas en algunas zonas de la Comunidad “podrían ser irreversibles”.

“No ha llovido desde enero”, señala José Manuel Roche, secretario general de UPA Aragón, que aunque asegura es muy pronto para hablar de sequía e insiste en que aún queda campaña suficiente como darle la vuelta a la situación, reconoce que la falta de precipitaciones comienza a ser “inquietante”. Y lo peor es que “por lo que sabemos esta semana no va a caer tampoco ni una gota”. Además, coincide en señalar Roche, las altas temperaturas no ayudan, han adelantado la floración y están acentúando la necesidad hídrica de los primeros brotes. De hecho, según UPA, en las zonas más tempranas, como la Hoya de Huesca, “puede que ya haya pérdida, aunque no sea todavía alarmante”, y en la comarca del Jiloca, una área de sequía endémica, “el cultivo parece estar bien pero ya se nota que comienza a sufrir la ausencia de precipitaciones”, explica Roche.

Ante esta situación, el secretario general de UPA Aragón es tajante: “Si no llueve en 10 días, podríamos perder el 50% de la cosecha de cereal en la Comunidad”. Y no basta con cuatro gotas, dice. Las precipitaciones tienen que llegar ya y tienen que ser, según Roche, “de 10 a 20 litros para empezar a hablar”.

Embalses

Alcubierre señala que, al menos, la parte positiva es que este año la situación de los embalses es “mucho mejor que en la campaña anterior”, por lo que el secretario general de UAGA asegura que “en estos momentos” el volumen de agua embalsada no es una amenaza para las siembras de los cultivos de primavera.

No piensa lo mismo el líder de UPA en Aragón, al que le preocupa no solo el agua que cae al campo, sino también que no haya suficientes recursos en los embalses para afrontar la campaña de riego. “No hay este año tanta nieve”, señala Roche, que teme que “aunque comenzamos la campaña con agua suficiente”, si no llegan las precipitaciones “vamos a tener un problema serio para el próximo año”. De hecho, explica, “hay agricultores que ya nos están trasladando su intención de no sembrar maíz para no tener más adelante problemas con el riego del cultivo”. Por eso, Roche insiste en que la superficie ocupada este año por este cereal de primavera “dependerá totalmente de la cantidad de agua embalsada”.

Temor a las heladas

Con un mes de febrero totalmente primaveral, también los frutales y los almendros han adelantado su floración, al menos unos 10 días. Y eso también preocupa, especialmente en las comarcas del Bajo Aragón en las que las temperaturas nocturnas suelen llevar el signo negativo. “Si llegan heladas ahora que prácticamente todo está en flor las pérdidas también podrían ser cuantiosas en estas producciones”, aseguran casi con las mismas palabras los máximos responsables de UAGA y de UPA, que reconocen, sin embargo, que aunque todo puede cambiar, como sucedió el pasado año, de momento las previsiones no son buenas para el campo. “Ya nos ha dicho la agencia de meteorología que la primavera va a ser cálida y seca”.

La caprichosa climatología no solo preocupa a los agricultores. Alcubierre llama la atención sobre la complicada situación que ya están soportando los ganaderos. “La falta de lluvias ha provocado además una falta de pastos”, señala el secretario general de UAGA, que advierte que algunos productores de extensivo ya están teniendo dificultades para alimentar a sus animales, a lo que han tenido que dar aporte con piensos. Y alerta también situación que puede producirse en el sector cerealista ante el descenso de seguros por sequía. “Una situación de buenas cosechas el pasado año combinado con unos seguros que no cubren los gastos de los agricultores y en las que peritaciones no son siempre las más adecuadas han provocado que en muchas zonas no se hayan asegurados los cultivos este año”, alerta Alcubierre, que recuerda que incluso desde el propio Agroseguro ya se reconoció un descenso del seguros de siniestros por heladas.

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