En la víspera del 8-M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, los sindicatos mayoritarios, UGT y CC. OO. criticaron el Real Decreto sobre igualdad que se ha publicado este mismo jueves porque llega tarde, recoge medidas que no son de aplicación inmediata sino progresiva y que para nada se corresponde con el borrador que el Gobierno acordó con los agentes sociales antes de pasarlo a la aprobación del Consejo de Ministros. En la asamblea con delegados que ha llenado a rebosar el salón de actos del Centro Pignatelli de Zaragoza, las responsables confederales de empleo de ambas centrales, lo han considerado a todas luces insuficiente y han pedido modificar la reforma laboral que ha afectado de forma tan lesiva a todos los trabajadores.

La secretaria confederal de Empleo de CC. OO., Lola Santillana, ha manifestado que “no es suficiente” con hacer extensiva la obligatoriedad de los planes de igualdad a empresas de más de 50 trabajadores (hasta ahora el límite estaba en los 250) cuando a las empresas se les deja un margen de tres años para hacerlo progresivamente. Tampoco entiende por qué el Gobierno no ha aplicado ya la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad. Para la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, “el Gobierno ha perdido la oportunidad que tenía: podía y debía haber introducido medidas legales que nos hicieran avanzar”, pero lo que ha hecho es una medida electoralista.

“La precariedad y la pobreza tienen rostro femenino y es muy importante que haya una movilización masiva mañana”, ha recordado Santillana. “Hay que denunciar la brecha salarial que padecemos, la brecha de género, la violencia contra las mujeres y la situación de discriminación que seguimos sufriendo”, ha dicho, a la vez que ha animado a los delegados a llevar el mensaje a sus centros de trabajo de que hay que parar dos horas de turno para mostrar que “la batalla por la igualdad es cosa de todos: hombres y mujeres”. “Esto no va contra los hombres”, ha recordado: “No nos ponemos en frente sino a su lado para luchar juntos por la equiparación”.

“Queremos denunciar la precariedad, la temporalidad y unos salarios que de media al año son 6.000 euros inferiores a los del hombre”, ha señalado por su parte Antoñanzas, que ha recordado la necesidad de medidas legales y unas políticas que hagan superar estas manifiestas diferencias de género en nuestro país. “Llevamos 12 años con los planes de igualdad y se ha avanzado poco. Necesitamos ya la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad intransferibles”, ha señalado, así como la “transparencia salarial por parte de las empresas para saber qué conceptos salariales se están aplicando a hombres y mujeres y cómo la promoción ni la remuneración es la misma. “Queda mucho por hacer”, ha advertido, y por eso ha llamado a un gran movilización, necesaria para transformar la sociedad.