automoción

Opel vuelve a beneficios después de 20 años

La marca alemana de PSA abandona los números rojos y gana 859 millones de euros en 2018.

Carlos Tavares, presidente del grupo PSA, presenta los resultados en París.
Carlos Tavares, presidente del grupo PSA, presenta los resultados en París.
CHRISTIAN HARTMANN

Opel, firma alemana del grupo automovilístico PSA desde agosto de 2017, registró en 2018 su primer ejercicio en beneficios después de 20 años consecutivos en números rojos. El esperado ‘break even’ –equilibrio de cuentas– de la marca del rayo, tantas veces postergado, ha llegado por fin en su primer año entero como filial de la multinacional francesa que preside el portugués Carlos Tavares.

Con el concurso decisivo de la planta de Zaragoza, que incrementó un 17,1% su producción respecto al año anterior, hasta las 447.514 unidades –cerca de la mitad del total del volumen de la marca–, Opel (incluida su marca británica Vauxhall) cerró 2018 con un volumen de negocio de 18.306 millones de euros y unos beneficios de 859 millones de euros, según informó este martes PSA al dar cuenta de un año en el que el grupo batió todos sus récords: de facturación, de ventas, de resultado operativo corriente o de beneficio neto.

Clave en el cambio de tendencia de Opel, que formó parte de la estadounidense General Motors entre 1929 y 2017, ha sido el ahorro en costes fijos conseguido después de formar parte de PSA, incluidos los acuerdos de empresa firmados con representantes de los trabajadores en todos los países (entre ellos el de la fábrica de Figueruelas, obtenido con una contención salarial que costó mucho negociar con los sindicatos). Esos acuerdos permitieron, según indicó en noviembre pasado la compañía, «una mejora significativa de la relación entre los costes laborales y los ingresos».

Al informar de la evolución de su plan de reestructuración ‘PACE!’ para volver a la rentabilidad, Opel cifró en noviembre en un 28% la reducción de sus costes fijos hasta junio del año pasado y reseñó que había reducido sus puestos directivos en un 25%. Todo fue fruto de un "cambio de mentalidad", señaló entonces Michael Lohscheller, presidente y consejero delegado de Opel, que había permitido a la filial de PSA generar unos beneficios de 502 millones de euros en los primeros seis meses de 2018. (En los últimos meses de 2017, la marca del rayo registró 179 millones en pérdidas, según se recordó este martes).

En el cambio de mentalidad al que se refería Lohscheller se incluye asimismo la mejora de sinergias en producción conseguidas por la firma del rayo desde su integración en PSA, fundamentalmente con la utilización de las plataformas modulares del grupo francés CMPy EMP2. En esa línea, en el desarrollo del nuevo Corsa que ha empezado a ensamblar ya la planta de Zaragoza (de momento preseries, la producción en cadena se prevé para el último trimestre del año) se ha conseguido un ahorro del 50% respecto al modelo anterior de este vehículo, cuando Opel formaba parte de General Motors.

Los mejores de la historia

Desde Opel en Alemania se celebró de modo llamativo la presentación de los números registrados en 2018, "los mejores resultados operativos en 157 años de historia". La empresa fundada en 1862 por Adam Opel en Rüsselsheim destacó asimismo los cinco principales mercados que le permitieron cerrar el año pasado positivamente: Alemania (245.727 unidades vendidas), el Reino Unido (211.682), Italia (99.530), España (88.690) y Francia (81.827). El total global de vehículos vendidos fue 1.038.057 y por modelos, el Corsa –fabricado en las plantas de Zaragoza y Eisenach (Alemania) fue con diferencia su número uno: 235.639 unidades en total. Le siguieron el Astra (181.661), el Mokka X (118.487), el Crossland X (102.424) y el Grandland X (79.976). En el segmento de los ‘todocaminos’ o SUV (sport utility vehicles), la marca apuntó que su cuota del mercado es del 30%.

Los resultados de PSA fueron presentados ayer en París por el presidente del grupo francés, Carlos Tavares. En su alocución, como se recogió asimismo en una nota de prensa, la compañía, destacó los números récord conseguidos en cifra de negocio, en ventas, en resultado operativo corriente y en beneficio neto. La facturación de la multinacional francesa alcanzó los 74.027 millones de euros, un 18,9% más que en 2017 gracias a la división automovilística PCD (las marcas Peugeot, Citröen y DS), que se cerró en 43.027 millones de euros, con un alza del 5,6%, y a los resultados de Opel/Vauxhall antes citados. Los beneficios se incrementaron un 40,4%.

El grupo destacó asimismo que prevé incrementar un 50% sus ventas fuera de Europa hasta 2021 y posicionar sus marcas en nuevos mercados: Peugeot en América del Norte, Citroën en la India y Opel en Rusia, así como reforzar la presencia internacional de DS.

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