Cinco trucos para sobrevivir en un baño compartido

La organización es la clave para mantener el orden y la calma en este espacio tan privado que también es el más demandado del hogar.

Uno de los trucos consiste en tener cada gel y champú marcado con las iniciales del propietario.
Uno de los trucos consiste en tener cada gel y champú marcado con las iniciales del propietario.
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Compartir piso es una de las opciones más demandadas por los estudiantes que deciden estudiar fuera de su casa, aunque no es el único colectivo interesado en esta modalidad. En Zaragoza, esta opción cuesta cerca de 260 euros, un 4% más que en 2017. Para conseguir una convivencia perfecta, es fundamental organizarse y establecer una serie de normas. La limpieza de la cocina y el orden en casa suelen ser dos de los aspectos que más requieren de estos pactos. El baño es otro de los lugares más conflictivos, pues se trata de una de las estancias más privadas del hogar que, sin embargo, es la más demandada y no solo en los pisos compartidos, sino también en hogares familiares. A continuación, cinco trucos para sobrevivir en un baño compartido.

 Todo marcado. Igual que los niños cuando van al colegio, lo recomendable es marcar cada champú o bote de gel con las iniciales del propietario. Así se evitarán confusiones y si hay alguna persona que necesita algún tratamiento en concreto (como los remedios para la calvicie) nadie se equivocará. Cada persona un color. La organización por colores resulta efectiva para múltiples momentos de la vida: para estudiar los apuntes, para organizar un armario... Por ello, también son buenos aliados en el baño. Cada persona tiene un color asignado y, así, se puede identificar a golpe de vista cada pertenencia. Además aportan muy buen efecto decorativo.  Las cajas son las reinas. La organización es fundamental para que cada habitante sepa cuáles son sus pertenencias. Es recomendable que cada uno tenga su propio rincón o un cajón propio. Además, dentro de este espacio, las cajas serán las grandes aliadas para que todo esté en orden.  La limpieza. Este es uno de los puntos más conflictivos, cuando llega el momento de limpiar. Desde la ducha hasta la mampara, el baño requiere de cierta higiene. Lo más recomendable es organizar turnos de limpieza para que la repartición sea justa y nadie se escaquee.  Recuerda que cada persona es diferente. Cada habitante tiene sus propios pensamientos y su forma de ser. El respeto y la tolerancia son claves para sobrevivir en un baño (y en un hogar) compartido. Ir al suplemento de Vivienda

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