Unai Sordo: “Somos los campeones de Europa en temporalidad con un 27%”

El líder de Comisiones Obreras, que ha estado dos días en Aragón, considera un error precipitar la convocatoria electoral que puede dejar en nada la agenda social.

El secretario general de CC. OO., Unai Sordo, frente a la sede del sindicato en Zaragoza.
El secretario general de CC. OO., Unai Sordo, frente a la sede del sindicato en Zaragoza.
Aránzazu Navarro

Su objetivo de subir salariosparece que no se está logrando.

Recientemente salía el último dato de subida de salarios registrados en convenio colectivo en enero en España y la media está en el 2,36%. Esto supone una ganancia de poder adquisitivo sobre la inflación interanual, que está en el 1%. Es decir, se van dando alzas en los términos que planteamos en el Acuerdo de Negociación Colectiva, pero son incrementos en la banda baja. Creo que toca hacer un esfuerzo y seguir reivindicando que la subida media se aproxime más al 3% que al 2%. Vamos avanzando, pero queda por hacer.

¿Cuando cree que los sueldos en España recuperarán el poder adquisitivo perdido con la crisis?

Va a depender de las políticas que se hagan. No se entiende que en España, cuando las empresas ganan 37.000 millones más que antes de la crisis y reparten 11.000 millones más de dividendos, los salarios sigan con una devaluación importante. Esto es producto de varias circunstancias y una de ellas, no menor, es que la reforma laboral, sobre todo la de 2012, se hizo precisamente para devaluar los salarios. Como se hizo con ese fin, aún cuando crece la economía sigue dificultando objetivamente que suban. Por eso es muy importante desarrollar el acuerdo que tenemos que sitúa los 14.000 euros como el salario mínimo de convenio. Pero también es muy importante que las empresas no puedan dejar de aplicar de forma unilateral esas subidas, y eso hoy en día lo permite la reforma laboral.

Sin Presupuestos, ¿aún ve posible revertir la reforma?

Me parece un error precipitar a abril la convocatoria de elecciones. Si hubiera sido octubre, se podrían hacer cosas. Incluso llegamos a un consenso con el Gobierno en materia de reforma laboral que no compartió la patronal. Igualmente en pensiones o igualdad estamos con mesas de diálogo abiertas en las que sería muy importante llegar a acuerdos tripartitos. Entonces el Gobierno tendría que haber dado oxigeno a ese escenario para no dejar en nada toda esta agenda social.

¿Es vital derogar parte de esa reforma para poder sacar de la UCI la negociación colectiva?

Dependerá mucho de cómo se armen los tiempos políticos. Por supuesto que tengo esperanzas de derogar en parte esa reforma para que a una empresa que va como un tiro no le sea posible a través de la firma de un pacto de empresa bajar los salarios del sector. El Gobierno dice que comparte esa posición y hay que armar una mayoría parlamentaria.

Y para atajar la temporalidad, ¿qué más se puede hacer?

Desde la década de los 90 hemos sido campeones de Europa en temporalidad. Antes de la crisis en España uno de cada tres trabajadores ocupados tenían contrato temporal y ahora estamos en el27%. Somos el país que más temporalidad tiene. Una solución es combatir el fraude, hay muchísimos fraude en la contratación temporal, y otra es con algunas modificaciones legales. En España la utilización del contrato temporal ligado a cadenas de subcontratación es sistemático y la ley lo facilita. Por tanto, hay que hacer cambios legales y que la Inspección de Trabajo actúe.

Regular más el mercado de trabajo también ayudaría.

Hay que cambiar el modelo casi cultural que tienen las empresas en España de dotarse de colchones de temporales, y en el momento en que hay el más mínimo problema de demanda lo que hacen es expulsarlos. Creo que hay que cambiar ese esquema de flexibilidad externa por sistemas de flexibilidad interna que lleven a que la última opción sea el despido.

De nuevo, CC. OO. no apoya la huelga el 8 de marzo, ¿por qué?

Porque en nuestra opinión el 8 de marzo es una jornada de movilización social y de lo que se trata es de conseguir que vuelva a ser un éxito apoteósico, que es lo que ocurrió en 2018. La desigualdad entre hombres y mujeres no se entiende sin la desigualdad salarial, socioeconómica, pero hay más factores culturales, atávicos o de una sociedad todavía con ribetes patriarcales. Por tanto, no se puede pensar que la forma de respuesta tenga que ser una huelga, sino paros de carácter parcial, que faciliten la participación en las movilizaciones que convoca el movimiento feminista del que formamos parte.

¿Qué balance hace del tiempo que lleva al frente del sindicato?

Mientras haya un 14% de paro, un 27% de temporalidad y no se recuperen los salarios nuestra valoración no puede ser satisfactoria. Pero dicho esto, creo que se han ido haciendo cosas: la subida del salario mínimo, el Acuerdo de Negociación Colectiva, el pacto en la función pública, etc. Y volvemos a acercarnos al millón de personas afiliadas. Seguimos ganando las elecciones sindicales en España con una diferencia de 8.700 delegados con UGT. Seguimos siendo el sindicato más representativo. Tenemos 414.000 mujeres afiliadas. No hay ninguna organización que ni de lejos se aproxime, es decir, son muchas cosas para poner en valor, pero insisto, no haré ningún análisis autosatisfactorio mientras sigamos teniendo a la gente con precariedad, paro y bajos salarios.

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