La conflictividad laboral vuelve a crecer en 2018 con 7.625 expedientes tramitados por el SAMA

Aragón registró en 2018 mayor conflictividad laboral que un año antes. En mediaciones individuales, la mayoría por despido, se tramitaron 95 expedientes más hasta un total de 7.472 (frente a los 7.377 de un año antes), mientras que en colectivas hubo también un pequeño repunte al pasar de 148 en 2017 a 153. En suma, hubo 7.625 expedientes que afectaron a 66.236 trabajadores, principalmente de hostelería (19.307 afectados), metal (15.922), transporte (9.314) y servicios (7.964), seguido de alimentación, comercio, limpieza, agricultura y químicas, entre otros sectores, según el avance de datos del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) remitido por el Gobierno aragonés.

Los despidos, 6.262 en los que hubo que mediar, protagonizaron un año más la actividad de este organismo. El grueso de ellos tuvo carácter disciplinario (3.165), seguidos de los objetivos (1.723) y los de finalización de contrato (477). Eso sí, la mayor parte de los expedientes de despido, el 77%, se cerró con acuerdo. Fue más difícil alcanzarlo en las mediaciones de carácter colectivo, en las que el porcentaje en que se pudo pactar se redujo al 47%.

Desde UGT consideran que este incremento de la actividad en el SAMA es fruto sobre todo de la inestabilidad del mercado laboral. "Los contratos son cada vez por menos horas y la gente reclama lo que tiene que reclamar", indica José de las Morenas, de UGT Aragón. Este año 2019, advierte, no ha comenzado mejor: "Solo en enero han entrado bastantes expedientes nuevos al SAMA".

Para Sonia García, de CC. OO. Aragón, "el número de expedientes por despido es muy significativo. Es la causa más importante de las mediaciones que realiza el SAMA. También la mediación colectiva sigue en niveles altos y cada vez hay una mayor dificultad a la hora de lograr un acuerdo entre las partes", reconoce. Por eso, dice, desde el sindicato siguen trabajando en "conseguir que se revierta la reforma laboral para que haya menos incumplimientos y más estabilidad en la contratación".

Movilidad y flexibilidad

Desde Cepyme Aragón, Carmelo Pérez reconoce que "la conflictividad individual ha crecido y puede deberse a que los contratos son más cortos, hay más flexibilidad en los despidos y, por lo tanto, más movimiento de personas entre empresas, especialmente de gente joven, y de despidos pactados".

Respecto al repunte en mediaciones colectivas, Pérez entiende que "son conflictos enquistados en los que las partes están más radicalizadas por el tiempo que llevan negociando y necesitan de un tercero, el SAMA, para solucionarlo". A su juicio, "no es bueno que haya tanto volumen de conflictividad" y lo achaca a la "situación de incertidumbre política y económica que estamos viviendo (elecciones, situación europea…), lo que hace que las empresas contraten a corto plazo para salvaguardarse de cara al futuro".

Juan Carlos Dehesa, patrono por CEOE Aragón de la Fundación SAMA, achaca a la "mayor movilidad en el mercado de trabajo" el repunte de expedientes. "Para bien y para mal hay más entradas y salidas del mercado laboral y las personas que no están de acuerdo reclaman y gracias al SAMA llegan a pactos y se evita la judicialización". Aunque, añade, "tengamos el SAMA con esas cifras, los datos de la EPA y de reducción del paro son buenos", lo que muestra, en su opinión, "un mercado laboral dinámico: seguimos creciendo en empleo, aunque no como ocurría en 2006, que es como nos gustaría que fuese".