La Asociación de Hortelanos de Alto Aragón trabaja desde 2016 para preservar la tradicional pero limitada producción del espárrago autóctono de Barbastro y comarca, así como experimentando con otra variedad que podría adaptarse al terreno y ser más rentable para los hortelanos. Así se adaptó la variedad del espárrago grueso procedente de Navarra que ha tenido un excepcional rendimiento y que tras un estudio de mercado ofrece mayores posibilidad de comercialización que el tradicional. Los distribuidores abrazan este nuevo producto que viene avalado por el éxito del tomate rosa de Barbastro, que se ha convertido en hortaliza gourmet.

Hasta la fecha se ha plantado el espárrago grueso blanco en dos parcelas de Barbastro y una de Pozán de Vero que este año han este año han producido 1.500 kilos.

Las previsiones de la asociación pasa por seguir plantando y se espera que para 2019 se pueda duplicar. El mayor volumen llegará en 2020 ya que un hortelano de Castillazuelo ha optado por este cultivo y ha plantado una hectárea.

Paralelamente al trabajo realizado en el campo, la asociación ha conseguido registrar dos marcas con certificación nacional: ‘Espárrago tradicional de Barbastro’ y ‘Espárrago grueso de Barbastro’. La primera irá enfocada al turismo gastronómico mientras que la segunda se podrá adquirir en establecimientos comerciales. Se calcula que el precio puede oscilar entre 6 y 12 euros el kilo.

Asimismo, la Cooperativa Agrícola del Somontano está experimentando con una variedad de espárrago verde.

Desde la asociación de hortelanos animan al agricultor a plantar espárragos como un complemento a otros cultivos, siguiendo la estela del tomate rosa, al tiempo que piden además a la administración un apoyo para el sector hortícola del Somontano creando por ejemplo una planta conservadora que aumentaría la producción.