Dicen desde la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA) que se sabía que el Gobierno valoraba la posibilidad de aplicar un semáforo nutricional a los alimentos y bebidas, como el que ya se utiliza en algunos países europeos. Lo que ha sorprendido es la “inmediatez” con la que ahora quieren implantarlo. Y es que, la ministra La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luis Carcedo, anunciaba este lunes la implantación de un logotipo de cinco colores (verdes para los más saludables y rojos para los menos), para facilitar información al ciudadano sobre la calidad nutricional de los alimentos y las bebidas, y aseguraba que este código, conocido como Nutriscore, no sería obligatorio hasta dentro de un año aunque empezaría a verse en los supermercados en breve porque las empresas ya estaban comenzando a adoptarlo de forma voluntaria.

“A nosotros no nos ha llegado ningún borrador”, ha señalado este marte el gerente de AIAA, José Ignacio Domingo, que ha explicado que lo habitual cuando se toma este tipo de decisiones es que “sentarse con el sector, conocer sus opiniones y sus propuestas”. Un desconocimiento que ha llevado a la organización empresarial aragonesa a enviar una nota al Ministerio solicitando información sobre esta nueva normativa y sobre la rapidez con la que quiere implantarse.

Domingo ha explicado que mientras no tengan en las manos esa información es difícil valorar el alcance de esta iniciativa. “Habrá que saber a qué productos se aplica, que criterios se establecen y cómo se va a realizar el cálculo”. Pero ha advertido que el sector, que se adaptará como siempre lo ha hecho a todas las exigencias del mercado y de los consumidores, “no puede realizar los cambios que se le proponen de la noche a la mañana”. De hecho, ha recordado que la industria alimentaria ya aplicó recientemente una nueva normativa para detallar información nutricional en el etiquetado que ha supuesto un esfuerzo adicional a las empresas, “especialmente a las de menor tamaño de las que siempre parecen olvidarse”. Y ha insistido en que el sector aragonés ha dado claras muestras de su interés y su apuesta por ofrecer al consumidor los productos de mayor calidad, como lo prueba el proyecto impulsado por la organización empresarial para desarrollar alimentos más saludables.

Desde la AIAA lamentan en que la alimentación sea siempre “el ogro” y alertan de que solo con un semáforo nutricional, del que ni siquiera se conoce su eficacia, no se va a solucionar el problema de obesidad entre los niños. “Se necesitan otras muchas medidas, como por ejemplo el fomento del deporte o los cambios de hábitos que llevan a los pequeños a una vida sedentaria”, ha destacado Domingo.