Una de cada cinco mujeres aragonesas no alcanza los 1.000 euros mensuales, mientras que en el caso masculino la estadística se reduce a la mitad: uno de cada diez. Así lo recoge un informe de Oxfam Intermón de noviembre basado en la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre del año, que indica que en todas las comunidades autónomas ellas están peor pagadas que los hombres. La organización analiza asimismo que son minoría en los puestos de responsabilidad o dirección. Y que están sobrerrepresentadas en sectores feminizados o infravalorados.

El estudio refleja que una de cada cuatro mujeres españolas trabaja a tiempo parcial, mientras que en los hombres el porcentaje es menor del 7%. En el caso aragonés, la tasa de parcialidad femenina multiplica por cuatro la masculina, aunque en comunidades como Extremadura o Castilla La Mancha supera las cinco veces. Una de las razones que justifican estos números es que de todas las personas que deciden tener una jornada parcial para hacerse cargo de responsabilidades familiares, más de 9 de cada 10 son mujeres.

Apenas un 25% de directivas

Respecto al personal gerente en Aragón, según el análisis, la cifra de mujeres no supera el 25%, el segundo porcentaje más bajo a nivel nacional. Por debajo: solo Cantabria, donde las directivas son el 19%, muy por debajo de la media española, que se sitúa alrededor del 30%. En las cifras de personal administrativo, ellas representan el 73% en la comunidad, la estadística más alta del país. Y en cuanto a las pensiones, la brecha de género se sitúa en el 37%, una cifra similar en este caso a la media nacional. El informe advierte que la situación de precariedad en edad laboral tiene un significativo impacto en el futuro.

Oxfam Intermón ha puesto en marcha la campaña 'No hay peros', a través de la cual pide a las instituciones tanto europeas como españolas que impulsen medidas que acaben con la discriminación de la mujer en el mercado laboral. Entre ellas, reclama un incremento del salario mínimo a 1.000 euros en 2020. Además, pide la reducción de la temporalidad o la parcialidad involuntaria, en especial la femenina. Y, en este sentido, aboga por la aprobación de una Ley de permisos paternales y maternales iguales, obligatorios e intransferibles.