Volar como los ricos a precios populares

Disfrutar de un avión exclusivo está cada vez más al alcance de la mano

Un jet privado en el aeropuerto de Zaragoza
Un jet privado en el aeropuerto de Zaragoza
José Miguel Marco

Sirva como ejemplo, antiguo pero ilustrativo. Un jet privado espera a Julia Roberts y a Richard Gere, que descienden de una limusina y suben al avión atravesando una corta alfombra roja. El aparato se eleva majestuoso y la pareja disfruta de un cómodo y lujoso vuelo que les lleva a destino y les trae de vuelta a la hora que ellos tienen a bien. Sin esperas, sin filas, sin incomodidades. Millonarios de todo el mundo surcan los aires cuando y como quieren, con solo avisar al piloto del plan de vuelo. Ya pueden, el aparato es suyo, y su dinero les cuesta. ¿Que usted no tiene 'cash', pero quiere disfrutar del placer de un vuelo privado? Está de suerte.

Hace ya algunos años que la idea de alquilar un avión se implantó en la mente de muchos ejecutivos y empresas, que se apuntaron al plan de gozar de todas las comodidades de un jet privado pero por mucho menos dinero. Como en todos los inicios, la oferta era escasa y el precio, todavía elevado. Pero la entrada en el negocio de cada vez más compañías ha abaratado sensiblemente los costes y ahora el auge de la aviación privada en Europa, y por ende en España, es imparable. Así lo ratifica VistaJet, una aerolínea con actividad en 187 países que pone su flota de 70 aparatos a disposición de grandes corporaciones, gobiernos, empresarios o turistas. Según 'El Confidencial', España es uno de sus mercados clave, con notables aumentos en horas de vuelo (un 15%) como en número de pasajeros (un 21%) hacia o desde aeropuertos nacionales en lo que va de año. Pero, ¿cuál es el precio? Básicamente dependerá del tamaño de la cabina en la que se viaje. Una hora de vuelo en cabina pequeña variará entre los 1.600 y 2.100 euros, en una mediana entre los 2.100 y los 4.000 euros y en una grande, entre los 4.000 y los 6.600 euros, según 'Expansión'. Puede parecer caro, pero a muchos les puede compensar.

Ahora, además, aprovechando el tirón de Uber y sus potentes aplicaciones han surgido empresas que unen servicios aéreos a la carta y vuelos compartidos que se pueden contratar a partir de una aplicación móvil a un precio más económico. Por ejemplo, la aplicación Europair Jets permite elegir entre más de 20.000 aeropuertos en todo el mundo y ofrece 3.000 aviones privados de diferentes categorías, amén de diferentes servicios extra y, en consecuencia, diferentes precios. “Con un solo clic se puede solicitar a través de la aplicación una propuesta definitiva para la opción seleccionada y desde la empresa se envía al cliente un presupuesto personalizado y sin compromiso”, explica la empresa en su web.

Y por supuesto, también se pueden compartir los gastos. Si existe un BlaBlaCar terrestre, ¿por qué no va a existir uno aéreo? Wingly es una 'startup' de origen francés que en 2015 se propuso crear una solución para contratar trayectos cortos con la comodidad de los vuelos privados, sin ser tratados como ganado, pero sin desembolsar miles de euros por viaje. El cerebro de la empresa, Emeric de Waziers, lo contaba así hace unos meses tras ganar el Startup Battlefield Europe 2018, una competición de compañías con ideas revolucionarias organizada por TechCrunch.

La idea de este emprendedor fue crear una plataforma 'online' que permite la conexión entre pilotos y pasajeros que comparten los gastos del viaje en aeronaves de poca capacidad y trayectos cortos. A los viajeros se les ofrece romper “ese cliché de que la aviación privada está reservada a una elite”. Por ejemplo, compartiendo el gasto de los vuelos con los pilotos se puede volar por entre 500 y 100 euros a la hora.

CoJetage es otro concepto para viajar a través de Europa en un jet privado a precios asequibles, como volar de Sevilla a Londres por unos 550 euros compartiendo el avión con otras personas para minimizar el coste, aunque también puede reservarse el aparato entero para uso exclusivo. Se trata de aviones de terceros cuyos propietarios ponen a disposición de otros usuarios a un precio reducido. La clave del servicio es que buena parte de los aviones privados (un 40%, según la empresa) vuelan vacíos, al ser más barato para el dueño que la aeronave retorne a su base antes que esperar varios días en un aeropuerto extranjero.

Así que si quiere disfrutar del placer de volar sin las incomodidades de los vuelos comerciales pero no le llega para tener su propio jet privado, tiene opciones para sentirse omo Julia Roberts o Richard Gere, al menos por una vez en la vida.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión