Hugo Chaufan: "España es un país muy avanzado en tecnología del agua"

El presidente del grupo Arad valora la evolución de la aragonesa Contazara

Hugo Chaufan, presidente de Arad y de Contazara
Hugo Chaufan, presidente de Arad y de Contazara
Toni Galán

«Arad es una empresa creada en 1941, 7 años antes de la creación del Estado de Israel», recuerda nada más comenzar esta conversación Hugo Chaufan, presidente de una gran multinacional especializada en tecnologías del agua, de la que forma parte desde 2009 la compañía aragonesa Contazara. «Yo soy el presidente del grupo desde 2001 y nuestra presencia internacional es muy amplia», añade este argentino de Rosario, que lleva ya 45 años viviendo en Israel. Pilota Arad, que vende al año más de 500.000 contadores de agua y no deja de crecer. El grupo prepara ahora una nueva compra en Europa (él no desvela dónde) y va especialmente bien en Estados Unidos –«ahí crecemos a doble dígito», precisa– y en China, «donde competimos con un producto que no es de bajo coste, y donde vemos con satisfacción que la gente quiere calidad, no lo más barato». Ahí, apunta, Arad vende Octaves, un contador de agua ultrasónico, muy robusto.

¿Qué mercado le falta por acometer al grupo Arad?

No tenemos acceso al mundo musulmán, y eso es lamentable.

Por razones políticas, evidentemente.

Porque esos países no tienen relaciones diplomáticas con Israel. Nosotros somos aspirantes a la paz y pensamos que puede ser conseguida. El grupo Arad, a nivel tecnológico, puede aportar mucho a los países musulmanes y de eso se beneficiarían tanto ellos como nosotros.

Es decir, no veremos a Arad ahí, no al menos a corto plazo.

Yo soy optimista por naturaleza y creo que como otros conflictos este puede ser solucionado, siempre que no se transforme en un conflicto religioso.

Volvamos a Contazara, de la que es presidente. ¿Viene usted mucho a Zaragoza?

Sí, unas cinco veces al año. Lo hago, primero, porque me siento bien aquí. Yo donde me siento mal no me gusta estar. Y segundo, porque es importante el contacto con la gente. Los ingenieros de Israel y España, de Arad y Contazara, se encuentran con frecuencia. Siendo yo el presidente de Contazara, tengo la responsabilidad de conversar, analizar, conocer a la gente, de ayudar a solucionar retos. Entiendo que mi presencia aporta. Aquí hay gente de alto nivel, 2018 será un buen año.

Es importante que el presidente esté al tanto de la empresa.

Se dice que «lejos de la vista, lejos del corazón». Pienso que además de la administración y la gerencia, en la empresa son vitales las relaciones humanas. Es importante para mí como economista ver la información económica, pero además me gusta estar en contacto con la gente, con la que aprendo. Voy a ser viejo el día que deje de aprender.

¿Qué significa y qué aporta Contazara al grupo Arad?

Pese a ser Arad un grupo muy grande, la gente de Israel aprende de la gente de aquí. El contacto es fluido. Precisamente por la falta de agua Israel ha desarrollado mucha tecnología en este sector. Se dice que Israel es la tierra de la leche y de la miel, pero en cambio le falta agua. Hoy, en Israel felizmente no hay falta de agua. Puede haber un problema de precio, pero no de fuentes para obtenerla. España es un país también muy avanzado en tecnología del agua.

¿Qué retos tiene el mercado y la industria del agua hoy?

Hay retos tanto por parte de la oferta como de la demanda. Las soluciones pasan por incentivar la oferta y hacer más racional la demanda de agua.

¿Trabajan ustedes en eso?

Sí. Todos en Arad, y también en Contazara, estamos apostando por la racionalización y por la mejor utilización del agua a través de sistemas de información, del Internet de las Cosas. Estamos muy avanzados en eso. Hay que hacer que el uso sea más racional.

¿Cree que la gente está más concienzada para hacerlo, en especial los jóvenes?

Sí. Hay países más concienciados y entre ellos están Israel y España. Con el cambio climático hay que trabajar aún más, porque habrá más problemas por la falta de agua potable. Cada vez hay más grandes sequías y grandes inundaciones.

¿Y qué se puede hacer para luchar contra eso?

Cuidar la naturaleza más, cuidar el ozono. Si no conseguimos que mejore la situación a menos que dejemos de hacer más daño. Utilizar el agua de modo más racional. Que cuando la necesites, la tengas. Una de las causas de enfermedades más importantes del mundo tiene su origen en el uso de agua en mal estado.

¿Debe ser el agua más cara?

Depende de dónde. El precio del agua debe justificar el uso de nuevas tecnologías para su mejor uso. El agua no puede tener un precio prohibitivo para la gente. En algunos casos cobrar más puede ayudar a que el uso de agua sea más racional.

¿Hay que subvencionar el agua?

Eso es una cuestión política de cada país en la que no puedo entrar. Pero en algunos sitios hay agua que no se mide. Hay que hacer siempre el cálculo de la cantidad de agua que no se cobra.

¿Debemos utilizar para agua de boca el agua de mar?

Se puede hacer a través de desaladoras, pero eso tiene su coste económico y no todos los países pueden soportarlo.

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