Scanfisk aplicará ultrasonidos en el procesado del pescado para alargar la vida útil del producto

La empresa aragonesa pone en marcha un proyecto europeo que permitirá eliminar el uso de aditivos.

Pescado
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Asier Alcorta

Un pescado de calidad, sano y sostenible. Es el objetivo del proyecto Ultrafish en el que trabaja la empresa aragonesa Scanfisk Seafood, situada en Mercazaragoza, con la colaboración de la Universidad de Zaragoza y que se enmarca en la convocatoria para pymes del programa H2020 de la Unión Europea. Esta iniciativa trata de utiliza a nivel ultrasonidos a nivel industrial en el procesado de la merluza, el bacalao o el halibut (tanto fresco como congelado) con el fin de incrementar la vida útil de los productos de pesca acortando su proceso de elaboración y reduciendo la carga microbiana para posibilitar así que el producto tarde un mayor número de días en deteriorarse.

"El proyecto comenzó a andar en 2015, cuando la empresa inició del desarrollo del concepto Ultrafish, investigando en fases de laboratorio y desarrollando una propuesta firme que nos permitiera continuar con la iniciativa", explicaron los responsables del proyecto, que matizaron que ha fue en 2017 cuando comenzó a desarrollarse como tal tras conseguir financiación europea. "El proyecto finaliza en mayo de 2019 y si los resultados son satisfactorios esperamos poder empezar la producción industrial en menos de un año", destacaron ayer desde la empresa.

Ahorros y más producción

Los primeros resultados obtenidos con Ultrafish ya hacen prever que la empresa aragonesa conseguirá incrementar una media de 5 días la vida útil de sus pescados, con lo que se logrará eliminar en el futuro el uso de aditivos químicos. "Se obtendrá un producto equivalente al actual, pero sin los aditivos requeridos en el proceso de maceración del pescado cuando se parte del producto descongelado. Por tanto, organolépticamente será más natural", puntualizaron los promotores de esta iniciativa que, además, supondrá un ahorro de costes energéticos y de consumo de agua para la compañía.

Hay además otra ventaja. Al acortarse el proceso productivo, la planta situada en Mercazaragoza, que emplea a 75 trabajadores y produce 100.000 kilos mensuales entre las diferentes secciones, podría aumentar su capacidad productiva hasta en un 35%, según datos teóricos obtenidos de estudios realizados con la Cámara de Comercio de Zaragoza.

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