Los ganaderos se comprometen con el medio ambiente, pero las emisiones de las explotaciones siguen creciendo

El aumento del sector porcino en Aragón ha provocado que las emisiones de este sector no paren de crecer. Aun con todo, las de amoniaco por kilo de carne producida se han reducido en los últimos años un 47%.

Imagen de archivo de una granja de cerdos.
Los ganaderos se comprometen con el medio ambiente, pero las emisiones de las explotaciones siguen creciendo
Heraldo.es

Los esfuerzos que el sector ganadero asegura estar llevando a cabo para disminuir su huella ambiental no están dando sus frutos. El aumento del sector porcino blanco y de la cabaña de vacuno de carne, sobre todo, están detrás del incremento del 1,7% de las emisiones de las explotaciones ganaderas en España.

“Nosotros somos los primeros perjudicados por el cambio climático”, asegura el presidente de la Unión de Pequeños agricultores y ganaderos de Aragón (UPA), José Manuel Roche. “Los animales se han visto afectados por este y han sufrido las consecuencias de las climatologías adversas: sequías, lluvias torrenciales o temperaturas extremas. Por este motivo, somos los primeros interesados en no contribuir a acrecentarlo. En los últimos tiempos, ha habido un cambio en la mentalidad y las explotaciones ganaderas se están adaptando para mejorar la gestión de residuos”.

En Aragón, el problema viene dado, principalmente, por el aumento del sector porcino, ya que si lo reducimos a términos poblacionales, en la Comunidad hay actualmente siete cerdos por cada habitante.

Concretamente, según la última Encuesta Ganadera del Ministerio, hay 7,76 millones de cerdos. Este incremento junto con el hecho de que de las 4.000 explotaciones que hay, tan solo una decena son extensivas, es decir, que los animales se crían en pastos semi abiertos, ha generado que la gestión de purines se convierta en un problema.  

Conscientes de este problema, los ganaderos se están adaptando a las nuevas normativas que pretender proteger el medio ambiente. “La mayoría ya han cambiado el sistema de gestión de purines y ya no lo distribuyen con el tradicional método del abanico, que lanzaba por aspersión esta materia, con el objetivo de reducir las emisiones de amoniaco a la atmósfera”, asegura Roche. De hecho, este sistema está siendo sustituido por otros de rejas, mangueras, tubos o discos, que permiten localizar o enterrar el purín en el suelo, gracias a las subvenciones que el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está dando para la renovación de cisternas de purines destinados al abono de los campos.

Asimismo, este cambio de gestión también ha fomentado la creación de empresas privadas, sobre todo en la comarca de las Cinco Villas, que los recogen de una forma sostenible. “La concienciación con el medio ambiente ha hecho que también nuevas ideas proliferen, como transformar los purines en energía”, añade el presidente de la UPA.

Al menos, esta apuesta del sector porcino por un modelo de producción sostenible ha reducido, en los últimos 16 años en España, un 47% las emisiones de amoniaco por kilo de carne producida, según datos del Inventario Nacional de emisiones de Contaminantes atmosféricos 1990-2016, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y recogidos por la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc). Por este motivo y viendo el interés de los ganaderos, Roche apuesta por “no criminalizar al sector, pues no es el que más contribuye a la contaminación, y además se esfuerza por minimizar las emisiones”.

 

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