¿Qué problemas tiene repostar gasolina de bajo coste?

Los combustibles más baratos puede ocasionar algunos problemas en el motor, y más en los de gama alta.

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Gasolinera Repsol en Zaragoza
Toni Galán

Los precios de los combustibles continúan disparándose. Desde hace algún tiempo se paga en prácticamente todas las gasolineras más de 1,30 por cada litro de combustible y en diésel más de 1,20. Las gasolineras 'low cost' tienen unos precios más bajos, y se convierte un habitual este tipo de repostaje.

Sin embargo, puede traer algunos problemas. José Antonio Mora, miembro de la junta directiva de la Asociación de Talleres Reparación de Vehículos de Zaragoza (ATARVEZ), explica que "no pueden considerarse perjudiciales, aunque sí que son más baratas, con todo lo que ello conlleva. No son malas porque cumplen con todas las exigencias y han pasado unos controles de calidad". Para ilustrar la circunstancia, hace una comparación con el vino. "No es lo mismo uno de 5 euros que uno de 200. El barato puede sentarte mal, a pesar de no ser perjudicial. Lo mismo pasa con el combustible y los coches. No van a tener las mismas características uno y otro y habrá a algunos coches que no les convenga", asevera.

Lo que es cierto es que puede provocar una pérdida de potencia temporal en el motor, que podría arreglarse únicamente cambiando de combustible. "Podrían darse problemas de combustión. El coche detecta un problema y entra en modo de emergencia, con el que se puede circular pero con prestaciones limitadas. Significa que hay una avería en el motor y entra en un programa fijo que pierde rendimiento". Otro problema distinto sería que la gasolina estuviese sucia, que podría suceder en cualquier gasolinera, independientemente del precio del combustible, y ahí podrían tener problemas sobretodo los coches de gama alta con motores grandes.

Estos combustibles están muy aditivados. La gasolina es un derivado del petróleo que lleva detrás un proceso de destilación. Lo que no se consigue en este proceso, se obtiene con aditivos, y aunque todas las gasolineras utilizan, "hay algunas que llevan más que otras. Estas de bajo coste son las que más aditivos tienen", asegura la fuente. "Son combustibles que están dentro de la ley, aunque algunos se encuentran casi al límite, pero los consumidores tenemos que saber que, si consumimos un producto barato, no le vamos a poder exigir lo mismo que a uno caro", sentencia.

Aunque es muy difícil conocer con seguridad cómo pueden obtener una gasolina más barata, porque es un secreto de fabricación, si que conocemos que cada gasolinera hace su proceso de destilación, y cada una refina más o menos el combustible final. Por eso unas son mejores que otras. "Lo único que podemos recomendar es que cuidemos el vehículo", finaliza José Antonio Mora.

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