Por
  • Luis H. Menéndez

Fusiones y adquisiciones

El director general de Frutos Secos el Rincón y de Flamen&Co,Antonio Flamenco, y el director ejecutivo de Martín Martín, José Antonio Domingo, (ambos en el centro) explican la operación de integración.
El director general de Frutos Secos el Rincón y de Flamen&Co,Antonio Flamenco, y el director ejecutivo de Martín Martín, José Antonio Domingo, (ambos en el centro) explican la operación de integración.
Toni Galán

Frutos Secos el Rincón adquiere Martín Martín y gana músculo para hacer frente en mejores condiciones a retos como la eficiencia en la compra a proveedores, la financiación, la innovación y la apertura de nuevos y más lejanos puntos de venta. El acuerdo de integración, apuntaron en la presentación de la operación el pasado miércoles Antonio Flamenco, director general de la empresa que compra, y José Antonio Domínguez, director ejecutivo de la que vende, «pone fecha al inicio de una nueva etapa empresarial marcada por el crecimiento y la unión de fortalezas para afrontar con éxito las exigencias del mercado y del sector».

Conscientes de que el tamaño importa, más si cabe en la muy interrelacionada economía actual, quienes negociaron esta fusión –con el decisivo apoyo de un asesor de lujo, Félix Longás– dieron un paso que refleja altura de miras y una generosidad de la que muchas veces carecen empresarios que se resisten a participar en acciones similares por no querer compartir (o incluso ceder) el control de un negocio que tanto les costó levantar.

Pero es ley de vida. Al menos de esa vida empresarial en la que hoy las cosas pasan a mucha más velocidad que antes. O compras o te compran, parece ser la frase que mejor refleja un escenario en el que, quizás sin tener que llegar demasiado lejos, puede ser afrontado positivamente también siendo activos en clústeres u otras organizaciones que permiten participar en el mercado a través de alianzas. Lo que no es viable, en todo caso, es creer que uno puede sobrevivir solo, con sus propios medios, sin mirar o hasta colaborar con su competencia.

Saica, el grupo papelero que es hoy la primera multinacional de capital totalmente aragonés, se ha hecho grande y, sobre todo, más eficaz, integrando empresas en nueve países distintos. Con 75 años de vida que se cumplen este 2018, se dirige desde Zaragoza, emplea a más de 10.000 personas y sumará una facturación anual de más de 2.700 millones de euros tras la reciente compra del grupo francés Emin Leyder. Sus números han crecido mucho en los últimos años, marcados por la creciente globalización de la economía, y su diversificación ha sido tanto geográfica como en nichos de negocio.

Todas las grandes empresas presentes en Aragón han crecido y se han fortalecido a través de compras. En unos cosas por la adquisición de empresas locales por parte de multinacionales, como el grupo de electrodomésticos BSH –que compró Balay–, la distribuidora farmacéutica Alliance Healthcare –cuyo origen está en SAFA Galénica–, la italiana Esprinet –que se hizo en su día con el distribuidor de productos informáticos Memory Set– o el grupo industrial alemán Samson –que adquirió Ringo Válvulas–.

Otras, como en el caso de Saica, han crecido desde Zaragoza comprando en el exterior. La editorial Edelvives, vinculada a los hermanos Maristas y con más de 80 años en la brecha, ha adquirido en los últimos años la editorial mexicana Progreso y la aragonesa Tipolínea y ha entrado en el capital de Oneclick. Fersa, fabricante de rodamientos para el sector de automoción, dio un salto cualitativo tras comprar la austriaca NKE, por no hablar de su incursión en China.

Con protagonistas locales, como la operación Frutos Secos-Martín Martín, habría que citar las del sector financiero (Ibercaja y Bantierra son lo que son hoy tras comprar a Caja3 en el primer caso y después de fusiones de cajas rurales en el segundo), o la configuración de la consultora tecnológica Hiberus, fruto de la fusión entre Ibercentro, Iritec y Comex, con un crecimiento posterior al sumar Iacpos o Bonosit, entre otras pequeñas firmas. Asimismo, la juguetera Imaginarium se salvó tras ser comprada por inversores de fuera y el grupo oscense Costa no sería tan potente en el sector cárnico sin sus últimas adquisiciones. Yudigar, Pikolin, Inycom, Chocolates Lacasa e IQE, entre otras, también han comprado. Todas crecen y compiten mejor.